Doctor HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO, Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”

Por Decreto Legislativo 208-2013 del 5 de noviembre de 2013 se declaró el 17 de marzo de cada año como Día del Historiador Hondureño, en reconocimiento a la labor investigativa de los hombres y mujeres  que escudriñan el pasado para revelar hechos, tendencias y personajes que son desconocidos por la humanidad y [1]“Gracias al  matrimonio formado por doña Cecilia Elvir Velásquez  y don Eduardo Suazo, quienes a mi Esposa y a este servidor de ustedes nos distinguen con su amistad dilectos ciberlectores, sin embargo, quién efectivamente suministró el documento con la fotografía y la firma autógrafa infra indicada fue doña Josefina Elvir Velásquez, hermana obviamente de doña Cecilia y con la debida autorización de ambas reproducimos esta reliquia histórica y tienen ustedes la excelente oportunidad de poder conocer firma del Presbítero y Padre de la Historiografía de Honduras.

[2]“El máster Ismael Zepeda, historiador y docente de la UNAH, durante el programa de entrevistas Café Presencia, explicó que esta fecha se escogió por los grandes alcances y aportes en la historiografía hondureña realizados por el doctor Antonio Ramón Vallejo, un baluarte hondureño. A él se le atribuye la organización del Archivo Nacional de Honduras y la redacción de su Compendio de la historia social y política de Honduras, entre otras importantes tareas.

Figura del doctor Antonio Vallejo: En el año 2014 se cumplió el centenario de la muerte del fundador de los estudios históricos en Honduras. En ese entonces un equipo de investigadores de historia local, entre ellos Zepeda, se planteó que entre las profesiones universitarias y dentro del reconocimiento de la sociedad, los que se dedicaban a la historia no tenían una fecha en el calendario cívico; y es así como nace esta conmemoración.

Además en noviembre de 2013 también esbozaron una iniciativa para que el año académico llevara el nombre de esta importante figura dentro de la historia. La fecha 17 de marzo, se eligió en honor al nacimiento del doctor Vallejo en 1844.

Vallejo fue un presbítero, un hombre ligado a los estudios históricos de límite, su labor contribuyó con los estudios que tienen que ver con historia territorial de Honduras, publicó un anuario estadístico en 1887, el cual retrata la vida social y económica de la Honduras decimonónica de finales del siglo XIX.

El doctor Vallejo fue el primer director del Archivo Nacional, por lo cual podría considerársele como su fundador, aunque esto no quiere decir que no hubiera historiadores hondureños antes, ya que muchos de los archiveros mayores del gobierno desde 1840 hasta 1880 se encargaron de estar organizando los documentos de gobierno.

Cabe recordar que el último alcalde de esa época, Narciso Mallol, quiso construir un edificio para el archivo de Real de Minas de Tegucigalpa, en donde se albergaran los documentos hasta ese momento recogidos, pero traer estos insumos desde Comayagua le causó algunos conflictos con algunas personalidades de la zona, dado que aún era reciente el traslado de la capital de Comayagua a Tegucigalpa.

Inicios de la Carrera de Historia en la UNAH: Durante el período de rectoría de la Máxima Casa de Estudios de don Jorge Arturo Reina, en 1976, se celebró un primer encuentro de la comunidad universitaria, en el cual la universidad definió su compromiso con Honduras para poder contribuir a la transformación de la sociedad hondureña y en ese sentido se empezó a discutir sobre abrir la oferta académica con carreras que incidieran en la formación humanística, y entre ellas se perfiló la Carrera de Historia.

Así para 1977, en el primer semestre, se apertura la primera promoción. Profesores como Marcos Carías Zapata, Marielos Chaverri, Mario Felipe Martínez y Héctor Pérez Brignoli (argentino que ha dedicado gran parte de su obra a Centroamérica) iniciaron en la jornada de formar historiadores.

“Esa primera generación ha ido marcando la diferencia no porque no haya habido historiadores hondureños profesionales antes de la apertura de la carrera, sino por el uso de filosofía de la historia, fuentes, metodología y demás recursos. Sin duda esta nueva generación de historiadores intentó dar una nueva versión de la historia en Honduras”, afirmó Zepeda.

Firma autógrafa del en 1895 Presbítero y Licenciado ANTONIO R. VALLEJO

Aunque agregó que “cada generación va marcando diferencias en el análisis de las fuentes y corrientes doctrinarias, y de las corrientes filosóficas que constituye en pensum de la formación del historiador. Dado que el historiador es como cientista social un intérprete, analista no solo del pasado lejano, sino también de un pasado inmediato. Nuestra formación se ha enfocado más en el área colonial, pero esta última generación se ha enfocado en componentes de la historia inmediata”.

En 1977, cuando se funda la carrera, se imparte bajo la formación de bachiller en historia, en 1980 comienza a impartirse con el grado de licenciatura. Esa primera promoción organiza los archivos municipales, y eso alentó a nuevas generaciones a formarse en esta área.

En 1988, la UNAH toma la iniciativa de que la asignatura Historia de Honduras se imparta como parte de la formación de los estudios generales (en todas las universidades), eso abrió significativamente el mercado laboral.

Mensaje para los profesionales de la historia: “Pueblo que no conoce su historia está destinado a perecer; pueblo que no tiene memoria histórica, no puede avanzar”, puntualizó Zepeda.

El académico refirió que muchas veces, solo se relata la tradición judía occidental cristiana, pero que también “nuestros pueblos prehispánicos tenían memorias, y eso debemos rescatarlo. De verdad tenemos una deuda con los historiadores precolombinos”.

Zepeda considera que la conciencia de los estudios históricos es fundamental, porque una sociedad no puede entenderse sin analizar su pasado, pues así no se podrán comprender sus logros y sueños.

 “Siempre tendremos la tarea de interpretar lo que sucede, los historiadores somos los llamados a contribuir al fortalecimiento de identidad, de reconocer el orgullo como sociedad, como hondureños”, subrayó Zepeda. Desde la postura de Zepeda, la historia incide no de una manera marginal sino esencial, por qué ¿cómo querer comprender al hondureño de hoy sin comprender el pasado?.

Para concluir con este artículo saludo muy efusivamente a todos los discípulos de [3]Heródoto de Halicarnaso considerado actualmente como el padre de la disciplina histórica, por el uso de fuentes históricas orales y escritas. Incluso hay algunos consideran que también es el primer antropólogo por su interés en las costumbres de los “bárbaros, sin embargo, no mencionaré a ninguno de estos Profesionales porque, se pueden quedar muchos nombres en el tintero y podría herir susceptibilidades, pero sí externaré que en mi opinión, salvo cualquier otro criterio al respecto, uno de los más acertados nombramientos que la efectuado  la Señora Presidenta Constitucional doña Xiomara Castro Sarmiento de Zelaya es el de la Doctora Anarella Vélez Osejo a cargo  del Arte y Cultura de Honduras, que muy pronto volverá a ser una Secretaría de Estado, desde luego sin demerito de ningún miembro en las altas esferas del Gobierno.


[1] Artículo de mi autoría publicado por  este mismo medio el 17 de marzo de 2020

[2] https://presencia.unah.edu.hn/noticias/felicidades-historiadores-hondurenos-en-su-dia-conozca-la-importancia-de-esta-celebracion/

[3] https://lamenteesmaravillosa.com/herodoto-biografia-del-primer-historiador-y-antropologo/

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