Vox Populi

Meses antes de desalojar la Casa Presidencial, Alejandro Giammattei dispuso de Q434 mil 700 (unos US$57 mil) del Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) para imprimir tres mil ejemplares de sus Memorias Presidenciales, una publicación que incluye aspectos de su vida personal.

Felipe Amado Aguilar Marroquín, titular entonces del MCD, y uno de sus funcionarios más leales, avaló el capricho del exmandatario que encuadra en el típico abuso de poder y corrupción que caracterizaron a aquella administración. Aguilar Marroquín no solo aprobó la erogación de los fondos públicos para pagar la impresión, sino además ordenó que la Editorial Cultural, a cargo en ese momento de Denise Paola Phé-Funchal, se hiciera cargo del diseño y la edición del mismo.

En esta  investigación, Vox Populi revela que no existen registros sobre quién o quiénes recibieron los ejemplares después de su producción. Los libros ingresaron a la Editorial Cultural, pero luego desaparecieron sin dejar rastro quedando únicamente un ejemplar.

La actual responsable de la cartera, Liwy del Carmen Immacolata Grazioso, no ha presentado denuncia penal alguna por este caso. Su despacho se ha negado a dar explicaciones y la vocera de la institución, Yulisa De León, no respondió las preguntas que este medio envío desde hace dos meses.

En noviembre de 2012, Alejandro Giammattei presentó su primer libro titulado Relato de una injusticia: Caso Giammattei, en el que cuenta su experiencia como recluso por un caso de ejecuciones extrajudiciales en una cárcel. No hubo entonces una editorial a cargo de la edición y él mismo financió la impresión.

Años más tarde escribiría un segundo libro en el que comparte historias sobre su paso por la presidencia de Guatemala. A diferencia del primero, en el que había limitantes económicas, en este utilizó fondos y recursos públicos para su elaboración sin escatimar esfuerzos.

Fue a finales de 2022 cuando Giammattei empezó a escribir sus memorias. Su idea era plasmarlas en un texto que presentaría meses después de dejar el cargo, cuando ocupara un asiento como diputado en el Parlamento Centroamericano (Parlacen) y tuviera mucho tiempo libre.

Tras revelar los planes a sus ministros y secretarios, durante una reunión, surgió la idea de que el libro se publicara como documento oficial del Ejecutivo, una forma de “rendición de cuentas” ante la población, y de esa manera se podría justificar el uso de fondos públicos.

A partir de aquella reunión,  la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia (SCSP) y el MCD trabajaron en conjunto en la producción de Memorias presidenciales: Dr. Alejandro Giammattei, título completo del documento que nos ocupa.

Esta es la portada del libro de Alejandro Giammattei que se imprimió con fondos públicos del Ministerio de Cultura y Deportes. (Imagen: Vox Populi)

Ocultando el libro

Kevin Alberto López Oliva y Felipe Amado Aguilar Marroquín, cabezas de la SCSP y del MCD, respectivamente, no querían que se filtrara información sobre el libro, por lo que delegaron la tarea a trabajadores de su confianza y a otros con puestos clave para cumplir el objetivo. Todos guardaron silencio, pero no lograron impedir que Vox Populi lo dé a conocer.

El 21 de abril de 2023, el MCD publicó en el sistema de compras del Estado (Guatecompras) la licitación “Servicio de impresión de libros conmemorativos a solicitud del departamento de Editorial Cultura de la Dirección General de las Artes”.

En los documentos se detalla “la impresión de mil ejemplares de cada uno de los libros conmemorativos” sobre el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, el Palacio Nacional de la Cultura y el Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj, ubicado en el departamento de Retalhuleu. Es decir, tres mil copias en total.

Sin embargo, aquella licitación serviría para encubrir otro propósito. Hasta en las líneas finales de las bases se explica que debían imprimirse tres mil unidades del libro de Giammattei, bajo la justificación de un “proyecto para recoger en una publicación las memorias del presente Gobierno”.

Se gastó más en el texto del exmandatario que en cada uno de los que cuentan la historia de los monumentos mencionados. 

La impresión estuvo a cargo de Ediciones Don Quijote, Sociedad Anónima, que durante la administración giammatteísta obtuvo contratos por más de Q70 millones (alrededor de US$9.2 millones) y cuyo representante legal es Erick Oscar Zachrisson Rogge, exintegrante del Comité Ejecutivo de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG).

El contrato se le adjudicó tras una resolución de junta licitadora integrada por los trabajadores de dicha cartera Eddy Estuardo Coronado Hernández, quien fungía como vocero de la misma y cercano al ministro Aguilar Marroquín, así como Mario Estuardo Santos Dysli y Ardany Urbano López Díaz.

Cada ejemplar de los tres mil libros que se mandaron a imprimir costó Q144.90 (unos US$19), para un total de Q434 mil 700 erogados por el MCD a través de la Dirección General de las Artes, a cargo de Gretchen Fabiola Barneond Martínez, quien firmó los documentos que avalan el requerimiento e impresión de los cuatro documentos.

Orden de compra para imprimir el libro de Alejandro Giammattei y la factura de Q434mil que fue lo pagado por 3 mil ejemplares de dicho texto. (Imagen: Vox Populi)

Como se dijo líneas arriba, la edición de los textos del libro del expresidente Alejandro Giammattei estuvo al cuidado de Editorial Cultural, dirigida por la escritora y socióloga, Denise Paola Phé-Funchal.

Dicha editorial está adscrita a la Dirección General de las Artes, del Viceministerio de Cultura, liderado entonces por Cristhian Neftalí Calderón Santizo, cuya firma dio validez al contrato con Ediciones Don Quijote.

Si bien la Editorial Cultura tenía bajo su responsabilidad la producción del documento, quien lo supervisaba todo y daba el visto bueno a cada detalle era el ya citado jefe de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Kevin Alberto López Oliva. 

De hecho, la impresión tuvo retrasos porque esa secretaría se demoró en la revisión final de los artes, según documentos oficiales a los que Vox Populi tuvo acceso.

Felipe Amado Aguilar Marroquín, entonces ministro de Cultura y Deportes que autorizó la utilización de recursos y fondos públicos para hacer el libro de Alejandro Giammattei. (Fotografía: Gobierno de Guatemala)

Alejandro Giammattei junto a Kevin Alberto López Oliva, entonces titular de la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, quien supervisó la elaboración del libro y quein también avaló las irregularidades. (Fotografía: Gobierno de Guatemala)

En las oficinas de la Editorial Cultura no existen archivos digitales del libro y solo hay una copia física, según se pudo establecer por las autoridades actuales. Al día de hoy no se sabe en dónde están las otras 2,999 copias que fueron impresas en la administración de Phé-Funchal, quien estuvo en el cargo en 2022 y 2023.

Por cada tiraje de un libro que imprime esa editorial, el 75 por ciento se destina a donaciones a establecimientos educativos o instituciones, mientras que el 25 por ciento debe de estar disponible para la venta. En este caso concreto, ni lo uno ni lo otro ha ocurrido.

Desde 1987 en que se creó la Editorial Cultura, jamás se había impreso con fondos públicos un libro sobre las memorias de un presidente hasta que Alejandro Giammattei rompió la norma con la complicidad de los entonces funcionarios de su administración.

Otro detalle que merece la pena resaltar lo constituye el hecho de que todo libro producido bajo el sello de la Editorial Cultura tiene que llevar impreso su logotipo, el nombre de las autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes y el crédito respectivo de cada uno de los involucrados en la producción. Las autoridades obviaron estos detalles, a pesar de que, en 2022, la editorial publicó el libro Raíces con el logotipo de la misma y los créditos respectivos de sus autoridades, entre éstas Eddy Estuardo Coronado Hernández y el periodista Carlos Arrazola González, asesor de Phé-Funchal.

En Memorias presidenciales: Dr. Alejandro Giammattei no aparece el logotipo de Editorial Cultura ni se incluyó el nombre de ninguna autoridad o trabajador involucrado en la confección del mismo, quizás para eludir vínculos con este caso de abuso de autoridad por el uso de fondos públicos.

Todos y cada uno se trataron de cubrir las espaldas, pero en este texto queda demostrado quiénes son los responsables.

El 2 de octubre del presente año, Vox Populi pidió una postura al respecto a la vocera del MCD, Yulisa De León, para conocer más detalles sobre la publicación y las acciones que tomaría la institución, pero como suele ocurrir en el actual gobierno, las respuestas nunca llegaron.

Este medio confirmó que no han accionado legalmente contra Giammattei o Aguilar Marroquín ni contra otros involucrados en el uso de casi medio millón de quetzales del erario en la impresión del libro, ni por la desaparición de los ejemplares de la Editorial Cultura.

En el tablero de la Comisión Nacional Contra la Corrupción (CNC) hay registro de tres denuncias presentadas por la cartera ante el Ministerio Público (MP) y ninguna hace alusión a las “memorias presidenciales”.

La CNC ha sido duramente cuestionada por diversos sectores por su trabajo deficiente. En el anterior gobierno se llamaba Comisión Presidencial contra la Corrupción (CPCC) y en la actual gestión se esperaba no solo un cambio de nombre, sino acciones que realmente combatieran la corrupción.

De hecho, el actual zar anticorrupción de Bernardo Arévalo, Julio Enrique Flores Reyes formó parte de esa oficina contra la corrupción de Giammattei que lo que hizo fue obviar casos de abusos de poder como del que se habla en este texto.

Algunos de los capítulos de libro Memorias Presidenciales de Alejandro Giammattei. (Imágenes: Vox Populi)

Giammattei quería presentar el libro en un acto privado en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, pero desistió ante el temor de una filtración a los medios de comunicación.

Lo que hizo fue regalarlo personalmente. En su último viaje a Estados Unidos como presidente de Guatemala, en enero de 2024, viaje del que tampoco hay información, se lo obsequió a empresarios y políticos de ese país.

Por ejemplo, le obsequió un ejemplar al empresario y actor estadounidense Brock Pierce, con el que participó constantemente en reuniones de la Alianza para la Cooperación Global, que reconoció a Giammattei por su amistad con la comunidad judía y la extrema derecha en Guatemala.

Pierce publicó el 11 de enero de 2024 en la red social X un agradecimiento por el regalo acompañado de una fotografía de la portada: “Felicitaciones al presidente Alejandro Giammattei de Guatemala por la publicación de su libro, Memorias de mi presidencia”.

Publicación en X del empresario Brock Pierce, quien recibió un libro de Alejandro Giammattei. (Imagen: Vox Populi)

Consuelo Porras, jefa del MP, recibió el texto al igual que varios fiscales cercanos a ella. Por supuesto que funcionarios y diputados del partido Vamos también lo obtuvieron.

Los exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y los magistrados en ejercicio de la Corte de Constitucionalidad (CC), como su presidenta, Leyla Lemus, designada por Giammattei y madrina política de la pareja de éste, Miguel Martínez, exjefe del Centro de Gobierno, también lo obtuvieron.

El ostentoso y costoso libro

En la Asociación Gremial de Editores de Guatemala (AGEG), el libro aparece registrado bajo el título de Memorias Presidenciales, Dr. Alejandro Giammattei Falla, Presidente Constitucional de la República de Guatemala 2020-2024, al que le corresponde el ISBN (International Standard Book Number) 978-99939-43-08-2. Como autor y editor aparece el Ministerio de Cultura y Deportes.

El documento se terminó de elaborar en septiembre de 2023 y se imprimió en noviembre con las siguientes características que lo convierten en un objeto de lujo:

  • Tamaño: 10 pulgadas de ancho por 11 pulgadas de alto
  • Guarda cubierta y contracubierta a full color
  • Cubierta y contracubierta de cartón forrado con tela azul y título en relieve
  • Encuadernación cosida en cuadernillos
  • 200 páginas a full color en papel couché

El prologuista es Kevin Alberto López Oliva, exsecretario de comunicación de Alejandro Giammattei y actual asesor del partido Vamos en el Congreso de la República, quien justificó el texto señalando que la prensa no recoge correctamente el legado de un gobierno.

“El volumen desarrolla su contenido con una narrativa en primera persona que acerca al representante de la unidad de la nación con el ciudadano (…) En Guatemala, la historia nos ha enseñado que las presidencias son recordadas, muchas veces, por lo que se ha dicho de ellas en los medios de comunicación, con una enorme carga de crítica destructiva”, sostiene.

Un aspecto curioso es que, en la publicación, Giammattei no incluye el nombre ni una fotografía de su pareja, Luis Miguel Martínez Morales, quien fue director de la Comisión Presidencial del Centro de Gobierno.

Hasta su último día de mandato, Giammattei defendió a Martínez y al Centro de Gobierno que, dicho sea de paso, se constituyeron en motivos de discordia con el ex vicepresidente Guillermo Castillo durante los cuatro años de aquella administración.

En las primeras páginas del libro hay un apartado sobre los “hitos relevantes”, en donde se señalan como logros que Guatemala haya sido nombrada la Capital Pro-Vida de Iberoamérica y el combate a la lucha contra el COVID-19, este ultima tema se abordará en una segunda parte.

Manipulación del contenido

En el texto hay palabras de 31 personas que se refieren  de manera “positiva” a la gestión de Alejandro Giammattei y le agradecen “por su trabajo”. Sin embargo, los mensajes fueron sacados de discursos públicos y convenientemente manipulados para hacer creer que se los enviaron especialmente para su libro.

Se incluyó, por ejemplo, declaraciones con fotografías de Kamala Harris, ex vicepresidenta de Estados Unidos; de Gianni Infantino, presidente de la FIFA; asimismo, de Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México; Luis Almagro, exsecretario general de la OEA; Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania y Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán.

En Memorias Presidenciales hay declaraciones de quienes fueron sus ministros y secretarios más cercanos, como Luz Keila Gramajo Vilchez, titular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) y de Álvaro González Ricci, exministro de Finanzas Públicas y actual presidente del Banco de Guatemala (Banguat), a quien, por cierto, Bernardo Arévalo mantiene todavía en ese cargo por compromisos políticos adquiridos.

Otros nombres que destacan como comentaristas son Claudia Ruíz Casasola, exministra de Educación; Alberto Pimentel Mata, exministro de Energía y Minas; Rafael Rodríguez Pellecer, exministro de Trabajo y Previsión Social; Óscar Miguel Dávila Mejicanos, exjefe de la Comisión Presidencial Contra la Corrupción; Felipe Amado Marroquín Aguilar, exministro de Cultura y Deportes, Mario Adolfo Búcaro Flores, exministro de Relaciones Exteriores; Javier Maldonado Quiñónez, exministro de Comunicaciones y Anayansy Carolina Rodríguez, exdirectora del Instituto Guatemalteco de Turismo.

Además, figura Marco Livio Díaz Reyes, el exjefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) nombrado por la administración de Giammattei y que tras dejar el cargo fue designado, sin tener experiencia en relaciones internacionales, como embajador de Guatemala en Honduras por el presidente Bernardo Arévalo, otro de los favores políticos de la actual gobierno

En las páginas del libro de Alejandro Giammattei se manipuló algunas declaraciones y se colocó algunas de sus funcionarios más cercanos como Keyla Gramajo, Felipe Aguilar, Álvaro González Ricci, Mario Búcaro y Kevin López. (Imágenes: Vox Populi)

Vox Populi se comunicó con el expresidente Alejandro Giammattei, actual diputado al Parlacen con un sueldo de US$5 mil mensuales (unos Q38 mil), con el propósito de cuestionarlo sobre el uso de dinero público para imprimir su libro, pero no respondió a las llamadas, ni a los mensajes de texto.

A pesar de los diversos casos de corrupción que involucran directamente a Alejandro Giammattei y a varios de sus exfuncionarios, la actual administración de Bernardo Arévalo tan solo ha presentado una denuncia por la contratación en la Segeplan de Melvin Quijivix, quien luego sería nombrado como presidente de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Electrificación (INDE), en donde habría cometido actos ilícitos por los que está siendo procesado actualmente.

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