Por: Luisa Agüero
Alguna vez pensó que podría conocer 184 atractivos en 45 municipios de El Salvador, Guatemala y Honduras. Pues eso ya es posible si usted decide vivir la experiencia de la Ruta Trinacional de Turismo (RTTS), iniciativa única en Centroamérica, que integra paradisíacos destinos en siete polos que abarcan cultura, misticismo, naturaleza y aventura, entre otros.
Un grupo de visitantes que se desplazó por la zona disfrutó la experiencia del avistamiento de aves. Ellos irradiaban felicidad al bajar los binoculares de sus ojos.
Durante diez minutos, el guía grabó el canto del ave y había tocado la cinta esperando atraerlo a un espacio abierto. Una vez alcanzado el objetivo, los aventureros felicitaron a su compañero y prosiguieron su camino. En otro punto, optaron por ignorar el “humo” frío y blanco que acudió a su encuentro en una de las reservas y, seguramente, al percatarse de su indiferencia, terminó dejando el estrecho y sinuoso camino completamente libre.
Después de casi cuatro horas de relajado trayecto, el grupo, ávido de experiencias nuevas, llegó a primer destino: Copán Ruinas, cuna de la milenaria civilización maya y parte de la RTTS.
Allí, la población de aves, incluyendo quetzales, loros y tucanes, es abundante y los helechos gigantescos, algunos de hasta 20 metros de altura, están catalogados como los más altos de América Central, que dan la impresión de un parque prehistórico del período jurásico.
Las caminatas son infaltables de acuerdo a la conveniencia de los visitantes. Igualmente, se puede elegir entre senderos bien marcados e interconectados que llevan a los turistas hasta hermosas cataratas y pozas de cristalinas aguas.
Planes. Representantes del sector privado y pobladores de la zona se han unido con autoridades locales para potenciar el atractivo de multidestinos que, en el caso de Esquipulas, reportan, un millón de visitantes sólo a la Basílica del Cristo Negro. En Copán Ruinas esa cifra llegó a 110 mil en 2015.
José Roberto Guzmán, Técnico en Promoción y Comercialización de la RTTS, refrenda la cifra de visitantes en Esquipulas. “A nivel de peregrinaje llegan personas de varios puntos y, de enero a diciembre en los últimos 12 años, se tiene registro de un millón y medio visitas que pasan frente al Cristo Negro. Sin embargo, no estamos tomando en cuenta a quienes no llegan a la basílica y que alcanzan las tres millones de personas al año”.
La RTTS es un territorio fascinante por su naturaleza. Son 7,541 kilómetros que se extienden e integran en destinos diseminados para vivir al máximo el turismo histórico, religioso, de naturaleza, de aventura, de aventura extrema, agroturismo, artesanías, místico, cultural, gastronómico, de Negocios y de esparcimiento. El costo diario por visitantes es de 81 dólares, con una estadía promedio de dos a tres días, lo cual viene a dinamizar la economía local.
El surgimiento de esta y, de otras iniciativas locales, ha permitido aprovechar y valorar los recursos de la zona, cuando estos representan una solución a las necesidades de la comunidad. Son fronteras naturales en las que reinan el agua, los bosques y valles, y donde aguardan muchas emociones. La razón es simple: el Trifinio, donde habitan unos 700 mil pobladores, es sinónimo de aventura y sensaciones. ¿Se atreve a conocerlo?
Entusiastas. Los peregrinos de la Ruta Trinacional de Turismo son entusiastas observadores de historia, de naturaleza y gastronomía. No son los típicos viajeros en busca de descanso y tranquilidad. Ir de vacaciones, para ellos, significa la oportunidad de descubrir algunos de los rincones más hermosos del Triángulo Norte. Prefieren destinos casi vírgenes, y recorrer una noche entera para disfrutar de un paraíso de aguas termales.
Pero si tiene un espíritu aventurero y valora el contacto con el ecosistema, el bosque de Montecristo, en Metapán, le ofrece infraestructura para acampar, un jardín botánico y senderos. Allí quedará cautivado por frondosos árboles de hasta 30 metros de altura, entre cipreses, robles y pinos, y una variedad de orquídeas en el Jardín de los Cien Años. Durante la caminata es posible avistar aves migratorias, ardillas, venados cola blanca y, con suerte, algún puma. En época de lluvia el acceso al bosque debe hacerse en vehículo de doble transmisión. El alojamiento y la alimentación no son limitados, hay hostales boutique y establecimientos que ofrecen variedad de platillos.
Hablar del Trifinio es, también, referirse a deportes de aventura donde los amantes de sensaciones más fuertes pueden atreverse a más.
“Pretendemos hacer enlaces e intercambios para ofrecer los tres países”, señala José Roberto Guzmán. Su visión es clara: se pueden llegar a alcanzar metas altas en la medida en que los promotores consigan atraer a los turistas. El desafío es crear un camino estratégico motivado por el idealismo, pero sostenido por las ganancias. La nueva tendencia son los viajeros en la permanente búsqueda de la autenticidad.
La Organización Mundial de Turismo estima que otras formas de turismo han representado un 20 por ciento de los 453 mil mdd que generaron los cerca de 663 millones de turistas en las dos últimas décadas. Aún más impresionante resultan las predicciones de crecimiento que van de un 10 a un 30 por ciento anual, a corto y mediano plazo.
La RTTS le ofrece mucho más. Pueblos con personalidad propia que atesoran obras de arte, monumentos irrepetibles, un folclore ancestral, una rica gastronomía, parques nacionales, balnearios, fiestas… Son muchos los motivos para descubrir esta zona en la que la naturaleza habla por sí misma. El Trifinio le espera y Centroamérica se pinta de colores.
