Icono del sitio El Centro de estudios para la Democracia CESPAD, realizó un Xspace para abordar el tema de la construcción de la cárcel en las islas del Cisne, en este espacio se abordó el tema a profundidad con un enfoque de la realidad en la que se encuentra el país y todo lo que implicaría la construcción de esta isla en el archipiélago.

Abril en rebeldía y dignidad

En un abril de hace 38 años, habría de ser desaparecido para nunca conocer su paradero, el joven estudiante Roger Gonzales en el marco de protestas de diversas índole, y que culminaron con la quema del consulado del gobierno de los Estados Unidos en la capital hondureña, como expresión de repudio a la captura y extradición ilegal del narcotraficante hondureño Ramón Mata Ballesteros.

Mucha agua ha corrido desde entonces, pero la pérdida de la soberanía política y territorial sigue intacta, y muchas de las decisiones políticas siguen tomándose fuera de nuestro país, sin nuestro país y con frecuencia en contra de los intereses de nuestro país. El gobierno de los Estados Unidos sigue, como hace 38 años, tomando decisiones en función de sus intereses geopolíticos y para hacer sentir su justicia ante narcotraficantes que, como Juan Orlando Hernández, quien, para bien de los dos países, es extraditado y sometido a la justicia estadunidense.

Sin embargo, Estados Unidos somete a los narcotraficantes a y justicia, pero no le importa las fechorías que esos delincuentes cometieron dentro del país. Se preocupan de su justicia, pero les importa un bledo que se haga justicia dentro de nuestro país. Se preocupan de juzgar a quienes abusaron por meter droga dentro de territorio estadunidense, pero les vale un pepino que esos narcotraficantes cometieron actos masivos de corrupción con el visto bueno y con las palmaditas de los funcionarios de los distintos estamentos del gobierno estadunidense.

Hace 38 años se violó la soberanía nacional con el fin de capturar y extraditar ilegalmente a un narcotraficante, y como resultado hubo revueltas que dejó heridos y personas desaparecidas que hoy seguimos llorando, como Roger Gonzales. Hoy se ha de enjuiciar a Juan Orlando Hernández y otros narcotraficantes, pero la soberanía nacional seguirá siendo violada, y la corrupción seguirá camino a la impunidad. En este contexto, confiamos que la instalación de la CICI-H contribuya francamente a que se realicen todas las investigaciones que sean necesarias para atacar de frente las redes criminales comprometidas con la corrupción y la impunidad. Los gringos harán su justicia. Nos toca a nosotros impulsar nuestra justicia, y en esto el compromiso es de todos los diversos sectores patriotas y honestos de la sociedad.

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