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Elecciones generales 2025: cinco caminos, una decisión crucial para Honduras

Con el calendario electoral en marcha y el país enfrentando desafíos estructurales en seguridad, empleo y gobernabilidad, los principales partidos han definido sus cartas para la contienda presidencial del 30 de noviembre. Las campañas ya están en marcha, y los perfiles de los candidatos revelan trayectorias disímiles, con propuestas que apelan tanto a la experiencia como a la renovación.

David Torrez – En Alta Voz

Tegucigalpa, septiembre 2025. – Honduras se encuentra en la antesala de una elección presidencial que podría redefinir el rumbo político e institucional del país. El próximo 30 de noviembre, millones de ciudadanos acudirán a las urnas para elegir al nuevo presidente o presidenta de la República, en un contexto marcado por el desencanto hacia los partidos tradicionales, la exigencia de transparencia y la urgencia de soluciones concretas ante problemas persistentes como la inseguridad, el desempleo juvenil, la migración forzada y el debilitamiento institucional.

En este marco donde los partidos políticos en América Latina han perdido legitimidad, cinco candidatos presidenciales han sido inscritos oficialmente como aspirantes presidenciales. Sin candidaturas independientes, en este proceso electoral, son los partidos tradicionales los que aspiran a la máxima posición política. Cada uno de ellos, con una visión distinta de país. Desde propuestas radicales que buscan romper con el sistema, hasta plataformas técnicas orientadas a la modernización del Estado.

Las cartas están echadas, el mapa político está definido. El abanico electoral ofrece opciones que reflejan la diversidad ideológica y social del país.

Mario Enrique Rivera Callejas, conocido como “Chano”, es publicista, empresario de medios y conductor de televisión. Candidato presidencial por el Partido Democracia Cristiana (PDCH) ha captado atención nacional por sus propuestas disruptivas, entre ellas la anexión de Honduras a Estados Unidos como vía para combatir la corrupción y mejorar la economía.

Rivera se presenta como un outsider, aunque su familia tiene profundas raíces en el Partido Nacional. Su estilo de campaña es directo, con fuerte presencia en redes sociales, donde ha invertido más que cualquier otro candidato para ganar visibilidad. En sus discursos, se autodefine como “rebelde” y “hijo de Dios”, y afirma que su salto a la política fue motivado por una experiencia cercana a la muerte durante la pandemia de COVID-19.

Entre sus propuestas destacan: La reducción drástica de la burocracia, la eliminación del Estado laico y su transformación hacia un Estado aconfesional, la implementación de la pena de muerte para violadores de menores, la creación de un Ministerio de Economía Solidaria y un Banco Nacional sin intermediarios políticos, y la conversión del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en una CICIH nacional liderada por Gabriela Castellanos.

Rivera también ha planteado una coalición opositora encabezada por Castellanos, propuesta que no fue respaldada por los demás candidatos. Analistas consideran que su aparición en el escenario electoral refleja el desencanto ciudadano y la apertura a discursos populistas, aunque advierten que su perfil no es ajeno al sistema político.

Los más escépticos cuestionan, que el Partido Demócrata Cristiano, en el pasado se ha prestado para componendas políticas, siempre con el Partido Nacional de Honduras y fungió como estratega en varias campañas políticas para las candidaturas de ese mismo partido, no lo ven como una alternativa creíble.

Rixi Ramona Moncada Godoy, originaria de Talanga, es la candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre) para las elecciones generales de 2025. Su trayectoria combina experiencia en el servicio público, formación jurídica especializada y una participación activa en los procesos políticos y sociales del país desde el golpe de Estado de 2009.

Inició su carrera como maestra de educación primaria, ejerciendo durante siete años en zonas rurales y urbanas. Posteriormente, se graduó como licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales con orientación en Derecho Penal, y obtuvo especializaciones en Derecho Penal y Constitucional en la Universidad de Salamanca. Ha sido jueza, magistrada, asesora legislativa y docente universitaria, consolidando una carrera jurídica con enfoque en justicia social y derechos humanos.

En el gobierno de Manuel Zelaya (2006–2009), ocupó el cargo de secretaria de Trabajo y Seguridad Social, y luego fue gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Más recientemente, se desempeñó como ministra de Finanzas (2022–2024). En septiembre de 2024, asumió como ministra de Defensa, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo en Honduras.

Entre sus propuestas, está, la eliminación de la central de riesgo para facilitar el acceso al crédito, especialmente para jóvenes y emprendedores. La defensa de los bienes públicos, incluyendo la educación, salud y tierra como derechos fundamentales. Reforma profunda frente a los procesos de privatización, con énfasis en la soberanía económica y el protagonismo del poder popular. Creación de bancos comunales y cajas rurales, como alternativa al sistema financiero tradicional.

Su discurso político se ha centrado en atacar al sector empresarial, señalando a 10 familias. Aunque sus propuestas han generado apoyo entre las bases del partido, también han sido objeto de cuestionamientos por parte de sectores empresariales y financieros, que advierten sobre los riesgos de algunas reformas estructurales. Consideran negativo eliminar el récord crediticio de los usuarios financieros.

Jorge Nelson Ávila Gutiérrez, economista, académico y consultor internacional, es el candidato presidencial del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD) para las elecciones generales de 2025. Nacido en Tegucigalpa en 1952, Ávila ha construido una carrera de más de cuatro décadas dedicada a la investigación, la docencia universitaria y la cooperación internacional, con una visión crítica del modelo económico tradicional y un firme compromiso con la transformación democrática del país.

Formado en la Université Paris VIII en Francia, donde obtuvo títulos de doctorado y posdoctorado en economía, desarrollo e innovación, Ávila domina cinco idiomas y ha trabajado como asesor en organismos multilaterales como la ONU, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). También ha sido asesor presidencial, coordinador académico, conferencista internacional y autor de diversos libros sobre política, economía y geopolítica.

Su candidatura surge como resultado de una alianza entre el PINU-SD y el Partido Migrante de Honduras, en la que Ávila fue designado como presidenciable tras la renuncia del ingeniero Guillermo Valle. Esta coalición busca fortalecer una propuesta ética, técnica y progresista, enfocada en el rescate institucional y la inclusión social.

El plan de gobierno de Ávila se articula en cinco ejes estratégicos: Lucha contra el hambre mediante la generación de riqueza, el fomento al emprendimiento y el desarrollo territorial. Reforma educativa orientada a mejorar la calidad, condiciones laborales docentes y acceso equitativo. Transformación del modelo de salud, pasando de un enfoque curativo a uno preventivo, con énfasis en atención primaria. Seguridad humana basada en inteligencia preventiva, fortalecimiento comunitario y respeto a los derechos humanos. Administración de justicia con independencia, equidad y despolitización de los órganos judiciales. Ávila ha expresado que su propuesta busca consolidar un Estado moderno, transparente y orientado al bienestar colectivo, donde la ciudadanía tenga un rol activo en la toma de decisiones.

Guillermo Valle, quien inicialmente era el candidato del PINU-SD, denunció que un grupo dentro del partido le quitó la candidatura de forma poco transparente para entregársela a Ávila. Valle calificó el proceso como un “juego sucio y un autogol”. Algunos analistas consideran que Ávila es una pieza de Manuel Zelaya Rosales y se prestará a manipulaciones durante el proceso electoral a favor del Partido Libre.

Salvador Alejandro César Nasralla Salum, ingeniero civil industrial, presentador de televisión y político hondureño, se postula como candidato presidencial del Partido Liberal de Honduras (PLH) para las elecciones generales de 2025. Reconocido por su estilo directo y su trayectoria mediática de más de cuatro décadas, Nasralla ha sido una figura influyente tanto en el entretenimiento como en la política nacional.

Nacido en Tegucigalpa en 1953, se formó académicamente en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde obtuvo el título de ingeniero civil industrial. A su regreso a Honduras, se desempeñó como gerente de Pepsi-Cola y docente universitario, antes de consolidarse como ícono televisivo con programas como 5 Deportivo y X-0 Da Dinero, que le valieron el apodo de “El señor de la televisión”.

Su incursión en la política comenzó en 2011 con la fundación del Partido Anticorrupción (PAC), desde donde promovió una agenda ética y ciudadana. Posteriormente, participó en alianzas opositoras como la Alianza contra la Dictadura en 2017 y la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH) en 2021. En esta nueva etapa, Nasralla lidera el movimiento ¡Vamos! Honduras dentro del PLH, apostando por una gestión estatal técnica, transparente y digitalizada.

Su plataforma incluye 100 propuestas enfocadas en mejorar la calidad de vida, especialmente para la juventud. Entre las más relevantes destacan: Matrícula gratuita en educación básica y media. Acceso universal a internet como herramienta educativa. El programa “Mi Nueva Escuela”, orientado a renovar la infraestructura y el enfoque pedagógico del sistema educativo. Creación de empleos dignos mediante incentivos a la inversión extranjera. Fomento al emprendimiento juvenil y modernización del aparato productivo nacional.

Nasralla ha enfatizado que su gobierno no implicará despidos masivos en el sector público, sino la salida de funcionarios corruptos y “paracaidistas” que no cumplen funciones reales. Además, ha prometido respeto a la meritocracia, estabilidad laboral y una administración libre de persecución política.

Se le ha cuestionado por algunos dirigentes del Partido Liberal, señalados por vínculos, con personajes procesados judicialmente en la Corte Sur de New York. Aunque ahora representa al Partido Liberal, Nasralla ha tenido vínculos previos con otros partidos como Libre y el PSH, lo que ha generado cuestionamientos sobre su coherencia ideológica y lealtad política.

Nasry Juan Asfura Zablah, conocido popularmente como “Tito” Asfura o “Papi a la Orden”, es empresario del sector construcción y figura política de larga trayectoria. Actualmente se postula como candidato presidencial por el Partido Nacional de Honduras para las elecciones generales de 2025, tras haber sido proclamado oficialmente por el Consejo Nacional Electoral con un amplio respaldo en las primarias internas.

Nacido en Tegucigalpa en 1958, Asfura ha ocupado diversos cargos públicos desde la década de 1990, incluyendo regidor municipal, diputado del Congreso Nacional, director del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) y alcalde del Distrito Central durante dos períodos consecutivos (2014–2022). Su gestión como edil se destacó por la ejecución de proyectos de infraestructura vial, modernización urbana y expansión de servicios básicos.

Su propuesta de gobierno se articula en cinco pilares fundamentales: Reactivación económica mediante empleo local y descentralización administrativa. Educación y salud de calidad, sin sesgos ideológicos. Fortalecimiento institucional y lucha frontal contra la corrupción. Alianzas público-privadas para dinamizar la inversión productiva. Respeto al Estado de derecho y apertura internacional.

Entre sus propuestas más concretas figuran el traslado de ministerios clave a San Pedro Sula para acercar el Estado a la ciudadanía, la digitalización de expedientes médicos, la reducción de la mora quirúrgica y el fortalecimiento de centros de atención especializada. En el ámbito educativo, plantea mejorar la infraestructura escolar y garantizar condiciones dignas para estudiantes y docentes.

En una entrevista reciente, el medio CNN, a través del periodista Fernando del Rincón, le formuló la pregunta; ¿Cómo revivir a un partido que tiene a su expresidente condenado a 45 años de prisión por una corte de New York por narcotraficante? Asfura, aseguró que, “cada quien es responsable de sus actos y este es un partido nacional renovado, con nuevos rostros”.

Las elecciones generales de 2025 se perfilan como un momento clave para Honduras. Los cinco candidatos presidenciales ofrecen visiones contrastantes: desde la disrupción radical hasta la reforma institucional, desde el enfoque técnico hasta el discurso populista. En medio de una ciudadanía que exige resultados y rechaza promesas vacías, el voto del 30 de noviembre será más que una elección: será una decisión sobre el modelo de país que la población desea construir o destruir.

Los temas ausentes en los planes presidenciales: Inclusión: promesas vagas, sin políticas claras. La inclusión de personas con discapacidad, comunidades LGBTIQ+, pueblos indígenas y afrodescendientes no figura en los planes de gobierno de los partidos mayoritarios. El discurso político se ha centrado en seguridad, corrupción y empleo, pero sin enfoque interseccional que reconozca cómo estas problemáticas afectan de forma diferenciada a distintos grupos. Expertos advierten que el discurso de odio y descalificación ha crecido en la campaña, lo que agrava la exclusión y normaliza la violencia simbólica.

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