Icono del sitio El Centro de estudios para la Democracia CESPAD, realizó un Xspace para abordar el tema de la construcción de la cárcel en las islas del Cisne, en este espacio se abordó el tema a profundidad con un enfoque de la realidad en la que se encuentra el país y todo lo que implicaría la construcción de esta isla en el archipiélago.

En Honduras: Decenas de casos de COVID-19 están en aislamiento domiciliario

“Me sentí como una basura, como una leprosa, lo que más quería era que me fueran a botar a un basurero para no contagiar a nadie”

Elia Castellón

Los casos de personas con COVID-19 que son atendidos y recuperados, no son registrados en las estadísticas oficiales. Esto significa que la situación de la enfermedad es de mayor gravedad a la que se conoce oficialmente, ya que, estos casos no son reportados a la Secretaría de Salud, porque tampoco existe un protocolo definido para su documentación.

Como lo es el caso de doña María, quien se realizó la prueba rápida de COVID-19 en un laboratorio privado de San Pedro Sula y recibió atención médica privada desde su domicilio. Por otro lado, doña Marta quien recibió atención médica híbrida; viviendo una mala experiencia en un centro de triaje y monitoreo médico desde su domicilio. 

Durante la infección por COVID-19, doña María, doña Marta y sus hijas quienes cuidaron de ellas, siguieron las recomendaciones brindadas por la OPS:

La salud mental importa

La periodista del New York Times, Maggie Astor, cataloga el contraer COVID-19 como
“tremendamente estresante”. Además, no es inusual sentirse deprimido o ansioso, o tener ataques de pánico. Doña María, narra su proceso sufriendo ansiedad y depresión al momento de ser diagnosticada con COVID-19: “Me sentí como una basura, como una leprosa, lo que más quería era que me fueran a botar a un basurero para no contagiar a nadie”.

Durante este proceso, la hija de doña María y demás familiares, se mostraron atentos a cubrir sus necesidades afectivas, psicológicas y económicas. Pese a estas atenciones, su ánimo decayó durante los días críticos de la enfermedad, donde los síntomas eran; tos al comer o beber, poco apetito, dolor gástrico intenso, insomnio, depresión y pesadez en los ojos.

El caso de doña Marta, fue distinto, su ánimo nunca decayó al igual que su apetito, sin embargo, perdió el sentido del gusto y del olfato. Su punto crítico fue al momento de requerir oxígeno, ya que su saturación había bajado considerablemente, se le administraron lo equivalente a cuatro tanques de oxígeno en total durante su proceso de lucha contra el COVID-19, cada uno con un precio aproximado de mil lempiras.

Lucía hija de doña María y Karla hija de doña Marta, concluyen en que el proceso de atención domiciliaria a un paciente con COVID-19, es “desgastante y cansado en todo sentido, tanto para el portador del virus como para la persona (en este casos sus hijas) que cuida del paciente”.

Tanto Lucía como Karla, afirman que no se contagiaron durante el proceso del cuidado de sus madres, siguieron las medidas anteriormente descritas y se realizaron pruebas científicas antes de integrarse a sus labores sociales cotidianas. “Esto es un proceso de impotencia y caro, nosotros invertimos veinticinco mil lempiras en la salud de mi madre, sin contar honorarios médicos ya que mi primo es médico, nos apoyó con eso” comenta, Karla.

Las recomendaciones brindadas por Karla y Lucía, para enfrentar el COVID-19 desde casa son:

OMS: ¿Qué debe hacer si se siente mal?

Algunas personas tendrán síntomas realmente leves al principio y luego se enfermarán más gravemente. Es probable que estos pacientes desarrollen dificultad para respirar cuatro u ocho días después de sus primeros síntomas, y “ahí es donde las personas deberían comenzar a prestar atención”, afirma, Pieter Cohen, profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard e internista de Cambridge Health Alliance quien fue coautor de un artículo sobre la progresión de los síntomas de la COVID-19.

https://www.mayoclinicproceedings.org/action/showPdf?pii=S0025-6196%2820%2930379-7

Según el informe Manejo Clínico de la COVID-19 de la OMS, en lo que respecta a la recomendación de monitorizar la pulsioximetría en el domicilio, el cuadro de expertos considera que los posibles beneficios superarían la posibilidad de causar daños, especialmente si los oxímetros se utilizan en pacientes que cursan con síntomas y están en riesgo de presentar un tipo grave de enfermedad; sin embargo, la recomendación solo debe aplicarse como parte de un conjunto más amplio de medidas asistenciales, en el que se incluyan actividades de formación y seguimiento.

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/340629/WHO-2019-nCoV-clinical-2021.1-spa.pdf

Medicación, solo por prescripción médica

Lucía y Karla, con madres mayores de edad, hipertensas y con COVID-19, afirman que nunca se debe suministrar o suspender medicamentos a menos que haya sido por un dictamen médico. Ambas, no suspendieron sus pastillas para tratar la hipertensión, tomaron un tratamiento contra el COVID-19 durante siete días, sin embargo, eran distintos, distintas dosis y de acorde a los síntomas y evolución de la enfermedad.

Doña María, ingirió protectores gástricos, medicación intravenosa contra el dolor estomacal y malestar general, hizo gárgaras con medicamentos específicos para ello. Durante siete días tomó jarabe para la tos seca, se le inyectaron tranquilizantes para combatir el insomnio, tabletas orales para erradicar virus y bacterias, también, se le dio suero oral para evitar deshidratarse. 

Karla, denuncia que a su madre, doña Marta, le brindaron el “Tratamiento Maíz” en el centro de triaje, sin embargo, este no tuvo efectividad en el cuerpo de su progenitora. Doña Marta, estuvo con medicamentos contra el dolor y malestar general, medicación contra el dolor de cabeza y vértigo, tabletas orales contra virus y bacterias, inyecciones para evitar la formación de coágulos en la sangre y medicamentos anti inflamatorios.

Doña Marta, necesitó oxígeno en su proceso de luchar con el COVID-19, todos los casos son distintos aunque siempre existen similitudes, sin embargo, cada medicamento debe ser dictaminado por un profesional de la salud que tenga conocimiento y experiencia en tratar a pacientes con COVID-19 y en caso de presentar síntomas, no cometer el error de auto medicarse.

La vacunación: la luz al final del túnel

La OMS, asegura que los países comenzaron el despliegue de las vacunas contra la COVID-19, lo que aporta nuevas esperanzas en la lucha contra la pandemia. La OMS, el UNICEF, la Alianza Gavi y muchos otros asociados están colaborando para ayudar a los países a preparar su administración. Para ello han proporcionado un conjunto de instrumentos con todos los recursos que necesita un país. Uno de esos instrumentos es la capacitación de coordinadores y trabajadores de la salud nacionales/subnacionales con miras a equiparlos con los conocimientos y habilidades necesarios.

https://www.who.int/es/news-room/feature-stories/detail/country-readiness-for-covid-19-vaccines

Desigualdad sanitaria en el proceso de vacunación

Un discurso de Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, ONU, afirma que “las vacunas están llegando rápidamente a unos pocos países, mientras que los países más pobres carecen por completo de ellas. Se trata de un éxito de la ciencia, pero de un fracaso de la solidaridad”. También, aconseja invertir masivamente en los sistemas de salud; la cobertura sanitaria universal, la atención de la salud mental, la protección social, el trabajo decente y que la niñez vuelva a la escuela en condiciones de seguridad.

https://honduras.un.org/es/109624-discurso-del-secretario-general-los-estados-miembros-sobre-las-prioridades-para-2021

Alternativas para países con menor  vacunación

La OMS asegura que mejor forma de protegerse contra el COVID-19, incluso a los niños, continúa siendo seguir las medidas sanitarias de eficacia demostrada, como lavarse las manos, toser y estornudar en un pañuelo desechable o en la flexura del codo, abrir las ventanas, llevar una mascarilla adecuada a cada edad; Convertir el uso de la mascarilla en una parte normal ante la interacción con otras personas.

Para que sea lo más eficaz posible, es esencial; utilizar, guardar, limpiar y eliminar las mascarillas correctamente y mantener el distanciamiento físico.

El Programa de Investigaciones en Economía y Finanzas, PIEF, recomienda en su informe: COVID-19 en Honduras: Análisis de Percepción de Impacto, que se debe repensar el actual sistema de salud en el país, buscar las estrategias y mecanismo de desconcentración de servicios como laboratorios, compra de insumos y medicamentos a nivel regional, contratación de personal del área de salud, hacer alianzas estratégicas con las universidades para la formación del personal de salud tanto a nivel técnico como especialistas en aquellas áreas prioritarias y con déficit

https://iies.unah.edu.hn/assets/Uploads/PIEF-Hogares-Universitarios-COVID19-Nacional3.pdf

Reflexión final de En Alta Voz:

En Honduras, lamentablemente la falta de diligencia y liderazgo han retrasado la adquisición de las vacunas. Mientras la mayoría de la población no esté vacunada, el riesgo de contagio siempre estará, por lo tanto, debemos aceptar que la adopción de medidas preventivas es la mejor recomendación y conocer cuáles son los procedimientos a seguir en caso de iniciar con los síntomas y confirmar el contagio, buscar asesoría médica de inmediato y no creer que todos podremos tener un cupo en los hospitales. Los primeros días son cruciales y se puede evitar la gravedad por el virus con una atención oportuna, las experiencias de nuestras entrevistadas, que en ambos casos fueron atendidas en sus casas, refleja que no hay porque esperar para enfrentar un riesgo de muerte, no caer en la cultura del miedo, sino actuar a tiempo es lo mejor.

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