Por Mario Hernán Ramírez

No es preciso viajar hasta la vieja Europa y remontarnos a los tiempos de Leonardo Da Vinci, primero y Miguel Ángel, después, para poder contemplar y admirar lo que la imaginación del hombre puede concebir a través del talento con que nació dotado, ya que la obra de estos dos genios, pasaron los siglos y acaso los milenios y las mismas serán admiradas hasta la eternidad.

Mucho más acá en el tiempo, siglos después, para hablar de lo propio, aparece en la ciudad de Danlí, El Paraíso, un niño prodigio llamado Mario Zamora Alcántara, el que andando el tiempo pasa a convertirse posiblemente en el mejor escultor de América Latina durante el pasado siglo y parte del XXI, ya que sus obras son vistas y admiradas por millones de personas alrededor del planeta hasta donde su presencia intelectual llegó con sus famosos trabajos.

Aquí en Honduras durante la última mitad del siglo y a raíz de la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1940 y con el apoyo y entusiasmo de algunos mecenas, muchos compatriotas perfeccionaron su arte en el exterior, sobre todo en Italia, que con Grecia, Egipto y otras naciones de antañona existencia conforman las más extraordinarias bellezas que el hombre ha podido tejer para deleite de generación tras generación.

En esta oportunidad, específicamente vamos a referirnos a uno de esos hondureños fuera de serie, que poco a poco y desde su infancia han venido conquistando laureles de oro, mismos que han sido fortalecidos alrededor de diferentes naciones alejadas de Honduras, hasta donde ha llegado su capacidad intelectual, nos referimos al genial Johnny McDonald cuya obra comenzamos a admirarla cuando apenas contaba con 11 años de edad, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo (Sectur) en el gobierno del ingeniero José Simón Azcona y la rectoría del abogado Lisandro Quezada Bardales, titular de esa cartera ministerial, desde donde fue admirado y reconocido su arte, advirtiendo así lo que con el tiempo este gran hondureño ha ido enriqueciendo, pues su talento excepcional da cuenta de lo alcanzado hasta el momento, en una síntesis de su vida que con mucho orgullo y placer publicamos a continuación, no sin antes reconocer su elevado espíritu molinense que lo está ubicando en el círculo de los hombres y mujeres que en este país han consagrado parte de su esfuerzo por mantener incólume el legado histórico, cultural y literario que el gran Juan Ramón Molina nos dejó hace ya cerca de 150 años.

A continuación invitamos a nuestros lectores a deleitarse leyendo la fabulosa hoja de vida de este caballero del pincel y la escultura:

Johnny McDonald nació en Valle de Ángeles un 14 de febrero de 1977, hijo de los artistas  Víctor McDonald y doña Leticia Castillo, ya fallecidos. Creció y aprendió el maravilloso  escenario del arte en el taller propiedad de sus padres enclavado en el pintoresco Valle de Ángeles, ellos fueron los fundadores de las artesanías de ese turístico rincón hondureño.

A los 10 años ganó el Segundo Lugar de Pintura en el Festival de Tokio en 1987; en 1988 es invitado a la ciudad de Sofía, Bulgaria, donde ganó el Primer Lugar de Pintura para orgullo de su patria.

A su llegada al país fue homenajeado con la Hoja de Laurel en Oro que otorgaba Sectur y nombrado “Niño Prodigio de la Pintura”.

Johnny es el único artista plástico que cuenta con una Placa de Honor en el Paseo de la Fama Hondureño en Tegucigalpa (Paseo Liquidámbar).

En 1994 egresa de la Escuela Nacional de Bellas Artes; posteriormente recibe estudios de Historia del Arte y Escultura en La Habana, Cuba; enseguida estudió Taller de Arte Urbano y Pintura en Madrid, España; para continuar con el Curso de Derechos Humanos y Arte en Guatemala.

Pionero del Arte Público; creador del Premio Nacional de los Derechos Humanos; precursor de los talleres de mascarones caricaturescos y arte comunitario.

En 2013 en el Festival de Arte en Seúl, Korea, fue nominado como uno de los “50 mejores artistas del orbe.”

McDonald ha recorrido casi todo el territorio nacional impartiendo talleres comunitarios, ofreciendo 3 en el departamento de El Paraíso, capacitando a un grupo de 50 artistas entre muralistas y mascaristas. Con esta actividad, Johnny McDonald ha contribuido con la prevención de la violencia, formando agentes de cambio y nuevos trabajadores del arte en sus diferentes manifestaciones.

Durante la existencia de la Secretaría de Cultura, Arte y Deportes, fue nombrado “Embajador del Arte y la Cultura Hondureña”, primero en su género.

Las pinturas y las esculturas de Johnny McDonald han recorrido América, Asía y Europa, en las galerías más importantes del mundo.

Galardonado por diferentes instituciones tanto públicas como privadas; recibiendo las llaves de algunas ciudades y nombrado Visitante Distinguido. Honrado con el título “Héroe Nacional del Arte” y “Rey de los Mascarones” por algunos medios de comunicación.

Galardonado también, con el premio “Clementina Suárez” y la “Hoja de Liquidámbar en Oro”.

Las ciudades más importantes de Honduras cuentan por lo menos con una obra de arte de Johnny McDonald; Danlí, cuna de Zamora Alcántara, sin ser la excepción.

Entre sus proyectos figuran: Talleres de muralismo comunitario, pedradas artísticas, talleres de restauración de piezas de arte, mascarones caricaturescos, botellazos de arte en vidrio, esculturas –reciclaje de arte urbano; consultorías y ponencias de arte en foros nacionales; creador del único monumento dedicado al Adulto Mayor instalado en uno de los jardines del INJUPEMP; a los obreros del café, al dios del maíz, monumento al niño y el monumento a los poetas en Juticalpa, Olancho, entre otros.

labor como Obrero del Arte

Loading

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 4.3 / 5. Recuento de votos: 6

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

4 Comentarios

  1. Un gran orgullo ser artista y mas orgullo que hondureños brilantes como Mario Hernan Ramires, un Historiador, periodista y escritor de gran calibre escriba sobre mi abor como obrero del arte.

    muy agradecido con Dios y el arte !!!

    • Mi querido y admirado Johnny, este ha sido uno de los días más afortunados en lo que va de agosto, y no comprendo porqué causas misteriosas, El Altísimo me ha dado fuerza, vigor y sobre todo entusiasmo para estar en contacto con mis amigos a estas altas horas de la noche. Dios lo guarde.

  2. Mi querido amigo yo lo particular le admiro infinitamente por su gran talento a su pintura y tambien por la colaboracion que presta a diferentes instituciones dando apoyo con el arte .Dios bendiga esas manos y bendito ese don que Dios le dio.

Responder a Darwin Rodríguez Cancelar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here