DOCTOR HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”

 

Lo que aquí relato ya en cierta oportunidad lo había publicado en un medio escrito, sin embargo, creo no pecar con reprisarlo para nuestros ciber lectores estén impuesto del que el climático afectará a la humanidad  y es un peligro que ya estamos viviendo: Cursaba una de mis maestrías en la UNAH y leí  “Los Límites del Crecimiento” como lectura obligatoria, estudio iniciado en 1970 y publicado en 1972 por la editorial Signet Books, de Nueva York por encargo del Club de Roma científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) liderado por Dennis L. Meadows e integrado por: Donella H. Meadows, Jorgen Randers y William W. Behrems, cuyo punto toral fue establecer los principales aspectos que delimitan el crecimiento del planeta en todas sus dimensiones, sin tener todavía el concepto de desarrollo sostenible, cuya definición en el Informe Brundtland a la letra dice: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades”; la misma mostraba datos y resultados de simulaciones efectuadas por ordenador denominado World3 y se analizaron principalmente cinco subsistemas, con multitud de variables (tanto de flujo como de nivel). Dichos subsistemas eran: a) La población, b) Los recursos no renovables, c) La producción industrial, d) La producción agroalimentaria y e); La polución (Contaminación intensa y dañina del agua, del aire o del medio ambiente, producida por los residuos de procesos industriales o biológicos) y éstas se hicieron hasta el 2075 y en casi todas las ejecuciones del modelo el resultado es un crecimiento poblacional y una extralimitación en el uso de los recursos y su progresivo agotamiento, seguido por el colapso de las estructuras de producción agrícola e industrial y finalmente por un descenso brusco de la población. Así que las hambrunas de hoy fueron vaticinadas a finales del siglo XVIII por Thomas Robert Malthus, con gran influencia en la economía política y la demografía, cuya tesis sustentó en el crecimiento geométrico de la población versus el incremento aritmético de la producción de alimentos; algunos no lo tomaron en serio concluyendo que su planteamiento era equivocado e ingenuo, porque él no  había considerado que la tecnología permitiría aumentar las cosechas y la producción masiva de alimentos, craso error que vive hoy en carne propia la humanidad y Honduras no es la excepción. Lo grave en el pasado lejano y cercano, fue que “El cambio climático” que nunca se tomó en consideración, que como sinónimo el calentamiento global es aumento gradual de las temperaturas de la atmósfera, océanos de la tierra que se ha detectado en la actualidad, además de su continuo aumento que se proyecta a futuro y que tiene mucho que ver con el efecto invernadero que ha existido desde los años 1800 y el científico Joseph Fourier fue primero lo descubrió en el año 1824, pero el ser humano le comenzó a prestar atención en los años 70 y 80, para explicar el incremento observado de temperaturas. “Los Límites Del Crecimiento” se actualizó 20 años después, en 1992, con una versión titulada “Más Allá De Los Límites” (Meadows, Meadows, Randers, 1972), en donde se exponían los resultados de la simulación del modelo World3/91, basado en el anterior, pero reajustado y revisado y la última actualización de este estudio fue publicada en el año 2004 bajo el título “Los Límites Del Crecimiento.

“Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, ciencia que suma: www.nmas1.orgy en ella expresamente se divulga que ya  hemos llegado a un punto crítico en el cambio climático: los gases de efecto invernadero causan más cambios de los que se pueden gestionar, según concluye una revisión de miles de artículos científicos publicada recientemente en la revista Cambio Climático de la Naturaleza (Nature Climate Change). La emisión continua de gases de efecto invernadero (GEI) está provocando cambios en muchas amenazas climáticas que pueden afectar a la humanidad. Encontramos evidencia rastreable de 467 vías por las cuales la salud humana, el agua, los alimentos, la economía, la infraestructura y la seguridad se han visto recientemente afectadas por amenazas climáticas como el calentamiento, las olas de calor, las precipitaciones, las sequías, las inundaciones, los incendios, las tormentas, el aumento y los cambios en el nivel del mar. En la cobertura natural del suelo y la química oceánica. Para el año 2100, la población mundial estará expuesta simultáneamente al equivalente de la mayor magnitud en uno de estos peligros si las emisiones se reducen agresivamente, o tres si no lo están, con algunas áreas costeras tropicales enfrentando hasta seis peligros simultáneos. Estos hallazgos resaltan el hecho de que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) representan una gran amenaza para la humanidad al intensificar los múltiples peligros a los que la humanidad es vulnerable.

Se sabe que las emisiones continuas de gases de efecto invernadero elevan la temperatura atmosférica, lo que a su vez impulsa la evaporación del agua del suelo y provoca sequías, incendios forestales y olas de calor en lugares normalmente secos, o lluvias masivas e inundaciones en áreas comúnmente húmedas. En los océanos, las aguas más cálidas también se evaporan más rápido, lo que aumenta la velocidad del viento y los aguaceros de huracanes, cuyas oleadas pueden agravarse por el aumento del nivel del mar. Como resultado, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden agravar simultáneamente múltiples amenazas climáticas.

Y en este escenario, la Humanidad, dicen los autores del nuevo trabajo, se enfrenta a una amenaza mucho mayor por el cambio climático de lo pensado. Concretamente analizan grandes cantidades de macro-datos que han identificado las 467 formas en las que la salud humana, los alimentos, el agua, la economía, la infraestructura y la seguridad se han visto afectados por múltiples cambios climáticos, entre los que se incluyen: calentamiento, sequía, olas de calor, incendios forestales, precipitaciones, inundaciones, tormentas, aumento del nivel del mar y cambios en la cobertura terrestre y química oceánica. En el documento, elaborado por investigadores de la Universidad de Hawai, en Manoa (EE.UU.) y en el que han colaborado expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), por sus siglas en inglés), se enumeran 3.000 ejemplos de casos documentados de peligros que ya han impactado en la salud humana, incluida la muerte, la enfermedad y el bienestar mental; la alimentación de animales y plantas en tierra y mar; la cantidad y calidad de agua dulce; infraestructuras que incluyen electricidad, transporte y servicios como canalización de agua y alcantarillado, así como pérdidas económicas en daños a la propiedad y menor productividad laboral; todo ello desencadenando múltiples casos de migraciones y violencia.

Los científicos predicen, además, que para el año 2100 la cantidad de peligros que se produzcan simultáneamente aumentará, “lo que dificultará aún más la capacidad de las personas”. En este año, por ejemplo, se cree que Nueva York enfrentará hasta a cuatro amenazas climáticas, si las emisiones de gases de efecto invernadero no se mitigan, incluidos aumento del nivel del mar y precipitaciones extremas. Ese mismo año, Sydney y Los Ángeles harán frente a tres amenazas climáticas concurrentes, la Ciudad de México enfrentará a cuatro y la costa atlántica de Brasil sufrirá cinco.

Una aplicación web que acompaña al documento permite a los usuarios ver el número acumulativo de amenazas climáticas que pueden ocurrir en cualquier lugar de la Tierra, en diferentes escenarios de emisiones hasta 2100. “El estudio es una revisión convincente de cómo el cambio climático está literalmente redibujando líneas en el mapa mostrando las amenazas que enfrenta nuestro mundo en todos los niveles. Los mapas y los datos aclaran el peligro que enfrenta la humanidad y la necesidad de una acción inmediata”, afirma Dawn Wright, la científica jefe de la empresa desarrolla software de sistemas de información geográfica (GIS) que se utiliza para crear y etiquetar los mapas digitales, publicar mapas en Internet, y construir bases de datos relacionadas. (ESRI) Incluso, bajo fuertes escenarios de mitigación, el incremento de la exposición acumulada a la multitud de amenazas climáticas afectará a los países ricos y pobres por igual, y especialmente en las zonas costeras tropicales. Una aplicación web que acompaña al documento permite a los usuarios ver el número acumulativo de amenazas climáticas que pueden ocurrir en cualquier lugar de la Tierra, en diferentes escenarios de emisiones hasta 2100. “Si solo consideramos las amenazas más directas del cambio climático, por ejemplo, las olas de calor o las tormentas severas, inevitablemente nos veremos sorprendidos por amenazas aún mayores que, en combinación, pueden tener impactos sociales aún más amplios”, concluye Jonathan Patz, profesor y director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.).

El cambio climático antropogénico actual es el resultado de la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que registra la suma de miles de millones de decisiones individuales. Aquí consideramos una amplia gama de opciones de estilo de vida individuales y calculamos su potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los países desarrollados, sobre la base de 148 escenarios de 39 fuentes. Recomendamos cuatro acciones de alto impacto (es decir, bajas emisiones) de amplia aplicación con el potencial de contribuir al cambio sistémico y reducir sustancialmente las emisiones personales anuales: tener un hijo menos (un promedio para los países desarrollados de 58.6 toneladas de CO2- equivalente (tCO2e ) reducciones de emisiones por año), sin automóviles (2,4 tCO2e ahorrados por año), evitando viajes en avión (1,6 tCO2. Ahorro por vuelo transatlántico de ida y vuelta) y consumir una dieta basada en plantas (0,8 tCO2e ahorrado por año). Estas acciones tienen un potencial mucho mayor para reducir las emisiones que las estrategias comúnmente promovidas, como el reciclaje integral (cuatro veces menos eficaz que una dieta basada en plantas) o el cambio de bombillas domésticas (ocho veces menos). Si bien los adolescentes que están preparados para establecer patrones de por vida son un grupo objetivo importante para promover acciones de alto impacto, encontramos que diez libros de texto de ciencia de escuelas secundarias de Canadá no mencionan estas acciones (representan el 4% de sus acciones recomendadas), sino que se centran en cambios incrementales con reducciones potenciales de emisiones mucho menores. Los recursos gubernamentales sobre cambio climático de la UE, EE. UU., Canadá y Australia también centran las recomendaciones en acciones de menor impacto.

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