InSight Crime  / Escrito por Parker Asmann

Yani Rosenthal, uno de los magnates más poderosos y con mayores conexiones políticas de Honduras, se ha declarado culpable de un cargo de lavado de dinero en Estados Unidos, lo que lleva a pensar en la posibilidad de que él proporcione información sobre otros miembros de las élites hondureñas involucrados en actividades criminales.

Rosenthal se declaró culpable el 26 de julio en una corte federal de Estados Unidos por el cargo de participar en “transacciones monetarias de bienes derivados de delitos del narcotráfico” entre 2004 y 2015, el cual tiene una pena máxima de diez años de prisión, según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

En septiembre de 2015, los fiscales de una corte federal de Nueva York habían acusado de lavado de dinero a Yani Rosenthal, así como a su padre Jaime, su primo Yankel y Andrés Acosta García, abogado del conglomerado económico de la familia, Grupo Continental.

Sin embargo, Yani Rosenthal se declaró culpable de solamente un cargo de lavado de dinero, y los demás cargos fueron retirados como condición de su declaración de culpabilidad. Rosenthal también acordó pagar una compensación de US$500.000 y una multa de US$2,5 millones. (Los otros tres acusados no se han declarado culpables ni han sido condenados).

En 2015, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus iniciales en inglés), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, incluyó a los tres Rosenthal en su lista de “Narcotraficantes con designación especial” y agregó varias de las empresas de la familia a la lista de “Extranjeros con designación especial”.

El abogado estadounidense Joon H. Kim dijo que Yani Rosenthal “ejerció a la vez como blanqueador de dinero para una violenta organización de narcotraficantes conocida como Los Cachiros“, uno de los mayores grupos criminales de Honduras.

Rosenthal será sentenciado el 13 de octubre de 2017, según el comunicado del Departamento de Justicia.

Análisis de InSight Crime

Yani Rosenthal creció como parte del mundo de las élites, especialmente de las élites políticas y empresariales de su ciudad natal, San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras, que funciona como un corredor clave para el tráfico internacional de drogas. Y según se desprende de las experiencias previas, él estaría cooperando con las autoridades como parte de su declaración de culpabilidad, lo que plantea dudas acerca de a quiénes podría implicar en actividades criminales.

Rosenthal ocupó varios altos cargos gubernamentales durante la época en que desarrollaba sus actividades de lavado de dinero. Trabajó en el gabinete del expresidente hondureño Manuel Zelaya entre 2006 y 2007 y fue miembro del Congreso entre 2010 y 2014, incluso lanzando dos campañas presidenciales durante ese período, las cuales no tuvieron éxito.

Las autoridades estadounidenses han vinculado a Manuel Zelaya al crimen organizado en otras ocasiones. Y su hermano estuvo implicado en actividades de tráfico de drogas este año. Otros seguidores del Partido Liberal, al que Zelaya y Yani Rosenthal han pertenecido, también han sido sospechosos de participar en el crimen organizado. El ganadero hondureño Ulises Sarmiento, supuesto partidario de Zelaya, fue arrestado en Nicaragua en el año 2015, pero fue liberado después de que solicitó asilo político, afirmando que era víctima de persecución política por su participación y apoyo a los partidos políticos de izquierda en Honduras. Se sabe que Olancho, el departamento de donde es originario Sarmiento, es un centro de tráfico de drogas donde operan Los Cachiros.

En mayo de 2016, Fabio Porfirio Lobo Sosa, hijo del expresidente de HondurasPorfirio Lobo Sosa, se declaró culpable en Estados Unidos por cargos federales relacionados con narcotráfico, y fue vinculado a la red de Los Cachiros. Durante su juicio un año más tarde, el exlíder de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, declaró en su testimonio que él le pagó sobornos de entre US$250.000 y US$300.000 al propio expresidente. Además implicó al congresista Antonio “Tony” Hernández, hermano del actual presidente Juan Orlando Hernández, en la empresa criminal de Los Cachiros, algo que el hermano del presidente ha negado rotundamente.

Esta serie de casos indica que las autoridades estadounidenses están tratando de obtener acuerdos de cooperación de parte de los acusados, en los cuales se les exige que ofrezcan ayuda en otras investigaciones. Esta táctica también ha sido utilizada en otros casos de crimen organizado internacional; un ejemplo destacado es el caso de Vicente Jesús Zambada-Niebla, alias “Mayito”, hijo del líder del Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García.

Aún no está claro si Yani Rosenthal ha llegado a un acuerdo de culpabilidad que incluya tal disposición, pero dado que es probable, en el sistema de justicia de Estados Unidos podrían seguir surgiendo próximamente nuevas revelaciones de corrupción y de vínculos con el crimen organizado en los altos niveles.

 

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