Historia colonial, riqueza natural y  gastronomía espectacular la hacen un destino imperdible

Por. Daisy Bonilla

Juticalpa, es una ciudad de contrastes, aquí el visitante, siempre será bienvenido, la amabilidad de sus habitantes lo hace sentirse como de casa.

 Los Juticalpenses, como se auto denominan, son conocidos por ser gente trabajadora, valiente y emprendedora. Durante el recorrido, quienes lleguen a tan hermoso destino, conocerán de su exuberante belleza natural, ríos con aguas cristalinas y cuevas que datan del siglo pasado.

Otro paseo obligado es  del centro histórico colonial, aquí sus monumentos y edificaciones de estilo barroco nos transportan a tiempos pretéritos de poetas, escritores y  pintores clásicos, en sí, una época de intelectuales; y si el interés es disfrutar del turismo agrícola,   el Valle  de Guayape es el escenario perfecto para apreciar grandes extensiones de tierra cultivadas con diversos rubros entre ellos se destaca el maíz, grano básico para la preparación de diversos platillos que sobresalen en la gastronomía del lugar.

Juticalpa también cuenta con una vida nocturna muy dinámica, donde se puede bailar, escuchar buena música y divertirse, en síntesis, es imposible aburrirse en este paradisiaco municipio hondureño.

Fachada interior y exterior del Centro de Educación Básica Rosa Luisa de Ochoa.

Historia Colonial

El centro histórico de Juticalpa ofrece varias edificaciones emblemáticas para visitar, entre ellas, la Casa de la Cultura, las instalaciones de la Municipalidad, el Mirador “Cerrito de la Cruz”, la Catedral Inmaculada Concepción y el edificio que hoy conocemos como Instituto Departamental “La Fraternidad”, que alberga el Centro de Educación Básica “Rosa Luisa de Ochoa”.

Este bien inmueble, según Antropología e Historia data del año 1800. Allí vivieron los abuelos del Poeta Froilán Turcios, un personaje ilustre reconocido a nivel nacional por su intelecto. La edificación fue declarada Patrimonio Histórico Cultural de la Nación en 1994, nos comentó el director del centro educativo y artista nacional, Luis Zelaya.

 Zelaya, también Comisionado Municipal de Educación, agrega que, en la época colonial, allí funcionó la Escuela Normal Mixta de Olancho. En 1975, el Colegio “La Fraternidad”, como aún se le conoce y desde hace unos 30 años, el Centro de Educación Básica “Rosa Luisa de Ochoa”. Zelaya aprovechó la oportunidad para reconocer públicamente el esfuerzo de los padres de familia, estudiantes, docentes y la comunidad internacional quienes con su aporte vienen contribuyendo desde hace años al mantenimiento de esta riqueza cultural.

La licenciada Patricia Cuéllar, coordinadora del recorrido, durante una actividad solidaria con niños de la zona.

 La Casa de la Cultura antes conocida como la Casa Sierke de origen alemán y el Museo, son dos obras arquitectónicas dignas de apreciar, según nos relataron.  El año 1941, con la Primera Guerra Mundial, el Estado hondureño confiscó esa propiedad. En 1993, durante el mandato presidencial de Rafael Leonardo Callejas, esta edificación pasa a constituirse en La Casa de la Cultura, un año después es declarada monumento histórico nacional.

La Casa de la Cultura posee una edificación arquitectónica única, es un espacio donde sus visitantes tienen la oportunidad de apreciar exposiciones de pintura de artistas nacionales y extranjeros, cuenta con una sala de reuniones y la Biblioteca Pública que contiene material bibliográfico de autores nacionales y extranjeros,

En su segunda planta, se encuentra el Museo, que aún no se ha concluido, en su interior se albergan obras de poetas y escritores tales como Clementina Suárez, Alfonso Guillèn Zelaya, Froilán Turcios, Medardo Mejía y José Antonio Domínguez todos poetas juticalpenses que traspasaron fronteras por la calidad de su trabajo literario. Como un reconocimiento a sus ilustres hijos, la ciudad bautizó una vía de acceso de comunicación terrestre como el “Boulevard Los Poetas” en su honor.

En este espacio de conocimiento histórico, se puede disfrutar de obras de épocas precolombinas y de la era moderna, que constituyen la riqueza patrimonial del municipio.

La Catedral de Juticalpa también es reconocida como la Iglesia “Inmaculada Concepción”, es una joya arquitectónica neoclásica, comentó el párroco Héctor A. Suárez, “nosotros los sacerdotes somos los responsables por su mantenimiento”, puntualizó.

Catedral Inmaculada Concepción.

La casa del General Manuel Bonilla cuenta con algunas pertenencias del ex presidente de Honduras, reliquias protegidas por la familia. La maestra Rosemary López viuda de Díaz manifestó que el bien inmueble es herencia de su esposo, a él se la dejo Trinidad Valentina Bonilla, hermana del General Bonilla.

 Argumenta que, en ocasiones, el General y ex presidente visitaba esta casa. Hemos tratado de conservar su estructura original con algunas remodelaciones porque el tiempo lo ameritaba como ejemplo citó que el ladrillo era de barro, la cocina tenía dos fogones antiguos con su horno respectivo, aún se conservan artículos de la vajilla del militar como ser soperas, cubiertos y algunos de los obsequios que recibió, también están expuestos en la sala.

Una visión histórica de Juticalpa.

Por otra parte, la Vice Alcaldesa Karla Núñez, destacó a Juticalpa como una ciudad con mucha historia, tierra de grandes poetas y posicionada como una de las urbes con mayor desarrollo en Honduras gracias al empuje de los grandes, pequeños y medianos empresarios quienes siempre le apuestan al desarrollo del municipio. Agregó que su deliciosa gastronomía cumple las expectativas de los paladares más exigentes con su cocina criolla e internacional.

Belleza natural

Ríos de agua cristalina son una maravilla que cautiva al visitante.

La belleza natural de Juticalpa queda al descubierto en el Paseo El Boquerón, donde se siente el tierno abrazo de la naturaleza; sus pozas de agua cristalina y fresca, el susurro de las corrientes del río que emana de la parte alta de la montaña; la sinfonía ejecutada magistralmente por el cantar de los pájaros y el respirar aire puro, hacen de la visita a El Boquerón una experiencia única digna de ser experimentada por los más apasionados amantes de la naturaleza.

Hermosos equinos como este trascienden fronteras y son orgullo para sus criadores.

Rancho Centroamérica

Y si se trata de turismo agrícola y ganadero, también Juticalpa cuenta con espectaculares ranchos y haciendas donde se combina el trabajo artesanal con el tecnológico, Kevin Navarro, del Rancho Centroamérica, calificó como un arduo trabajo el entrenamiento del ganado vacuno y equino, que les ha valido diversas premiaciones a nivel nacional y centroamericano. Acotó que vienen trabajando desde hace veinte años, en el mantenimiento de sus campos y sembradíos y con las mejoras que demanda el día a día.

Entre las mayores satisfacciones Navarro citó “Vemos cómo nuestros caballos, potros y yeguas, son reconocidos e inclusive premiados; en este lugar se aprecian ejemplares de las razas Iberoamericano y Pura Raza Española, también contamos con semovientes de ganado criollo y mezclas de Holstein, Pardo y Brahmán. Los niños y la familia en general pueden disfrutar de un día de campo con nosotros”.

Durante el recorrido, pudimos apreciar actividades tan propias de la zona como el ordeño.

Carlos Alfonzo Guifarro es el presidente de la Mesa de Turismo de Juticalpa. A él, le acompaña un equipo muy dinámico, diligente y enamorado de su tierra natal.

Guifarro nos explica que los visitantes pueden disfrutar cómodamente de una gran oferta hotelera similar al resto del país y pueden encontrar hoteles de categoría A hasta la C; las habitaciones oscilan en precios desde trescientos hasta tres mil lempiras cada noche. Con relación a la propuesta de restaurantes, cuenta con sitios donde bien se disfruta de comidas criollas hasta platos internacionales.

Gastronomía

Su gastronomía es conocida por la preparación del Tapado Olanchano y de aquí surge la receta original, enfatiza el presidente de la Mesa de Turismo, quien continúa explicando sobre otros platillos como la sopa de frijoles, la sopa de albóndigas, la sopa de arroz de maíz y, como es tradición, el postre la Rosquilla en Miel, También tenemos una gran variedad de dulces elaborados de forma casera, dice.

Vicealcaldesa Karla Nuñez, convido al grupo a almorzar Tapado Olanchano elaborado por ella, “deliciosisimo”.

Juticalpa es una ciudad segura y hospitalaria, con gente muy amable, “los juticalpenses nos esmeramos en ofrecer la mejor atención a las personas que nos visitan. Todos pueden hacer caminatas, pasear en bicicleta y visitar los centros nocturnos en un ambiente cordial y seguro.

Apoyo al Turismo

La gira por esta atractiva ciudad fue organizada por iniciativa de la licenciada Patricia Cuèllar, quien estableció las coordinaciones necesarias con el presidente de la Mesa Municipal de Turismo de Juticalpa Carlos Guifarro, ambos apoyados por el Instituto Hondureño de Turismo y por un equipo de hombres y mujeres que lograron establecer una agenda de trabajo, que nos permitió conocer, vivir y experimentar los encantos con que cuenta Juticalpa.

Nuestro agradecimiento por sus atenciones a los miembros que integran la Mesa Municipal de Turismo y, en especial, a nuestra anfitriona Karla Martínez de la Cámara de Comercio a Industrias de Olancho.

Foto grupal una bonita experiencia compartida
El Telégrafo marcó un antes y un después en la historia de las comunicaciones y el Museo de Juticalpa así lo muestra.

El agradecimiento es extensivo para los patrocinadores, cuyas atenciones hicieron más grato nuestro recorrido, enhorabuena para todos y cada uno de ellos, su aporte fue fundamental y lo valoramos en gran manera. Gracias a la Alcaldía Municipal de Juticalpa, a sus corporativos la Vice Alcaldesa, Karla Núñez de Ártica, y las regidoras Johana Escalante y Camila Pacheco, a los miembros de la Mesa Municipal de Turismo de Juticalpa, a la Cámara de Comercio e Industrias de Olancho,  Restaurante y Chicharronera La BERACA, Galería Café-Texaco Sandoval, Restaurante Papadinos, a los Bares Royal; PRAGA lounge, y La Roca, al propietario del Rancho Centroamérica, Norman Escalante, a Rosquillas Delmira ubicada en Zopilotepe, a los Hoteles La Hacienda, El Boquerón, Villa de San Andrés, Posada del Centro y muy especialmente al Instituto Hondureño de Turismo quienes con su apoyo también coadyuvan a impulsar el turismo interno, para que propios y extraños conozcan sobre la exuberante belleza natural de nuestro país  y de su gente linda.

Esta publicación es un aporte de diario En Altavoz.

Disfrutar del placer de una buena rosquilla…eso, sí es vida.
Durante el recorrido se realizaron una serie de actividades culturales.
Panadería en Zopilotepe.
Hotel Posada del Centro
En El Boquerón como escenario para inmortalizar esta belleza natural
Todos los visitantes recibieron un obsequio, la primera en recibirlo es Patricia Cuellar, se lo entrega Carlos Guifarro de la Mesa Municipal de Turismo.
Fachada interior y exterior del Centro de Educación Básica Rosa Luisa de Ochoa.
Josué, Daisy, Patricia, Claudia, David y Karla, mientras toman un descanso y disfrutan del paisaje.
Kevin Navarro trofeos nacionales e internacionales ganados por su caballos y yeguas.

 

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