De mil 296 solicitudes de asilo que se registraron en 2013, la cifra pasó a 130 mil 627 en 2021. Personas principalmente de Centroamérica y el Caribe hacen sus peticiones, mientras deben esperar meses y son desmotivadas por las propias autoridades, señalan activistas.
Por Marcela Nochebuena y Manu Ureste / Animal Politico
En los últimos ocho años, las solicitudes de asilo han crecido más de 100 veces en México. Con ello, mientras que en 2013 fueron mil 296, alcanzaron 130 mil en 2021, de las cuales cerca de 90 mil se presentaron en la ciudad fronteriza de Tapachula, Chiapas. En los primeros cuatro meses de este año, las solicitudes siguen aumentando, pues ya suman 40 mil.
Mientras tanto, el sistema de asilo del país está rebasado y sin los recursos y la capacidad suficientes para dar respuesta, lo que provoca retrasos y sufrimientos innecesarios, según documenta la organización WOLA (Advocacy for the Human Rights in The Americas) en su reporte Luchando por sobrevivir: la situación de personas solicitantes de asilo en Tapachula, México.
La reticencia de las autoridades mexicanas para facilitar el acceso a otras soluciones legales tiene el efecto de relegar a las personas al sistema de asilo como si fuera la única opción para buscar un estatus legal de permanencia en México, añade el documento.
Los migrantes y solicitantes de asilo que llegan a la frontera de Tapachula, la ciudad fronteriza de México donde se realiza la mayoría de solicitudes, se enfrentan a servidores públicos que frecuentemente son descritos como parte de “un sistema para desmotivar a las personas”, lo que se conoce como “política de desgaste”.
Esto no se refiere a una política escrita, sino a los efectos combinados de una serie de acciones y omisiones del gobierno mexicano, que provocan que las personas tengan que luchar para sobrevivir, de la misma manera que las dejan expuestas al abuso y trato arbitrario de las autoridades mientras tratan de resolver múltiples procesos legales.
“Estas condiciones no contribuyen a atender la migración forzada hacia o a través de México, sino que únicamente incrementan el sufrimiento y riesgos que las personas en movilidad enfrentan”, señala el reporte.
En 2021, cuando México registró el récord de 130 mil 627 peticiones de asilo, las tres nacionalidades que más aplicaron fueron haitianos, hondureños y cubanos. Los primeros fueron los que representaron el crecimiento más grande de 2020 a 2021, al pasar de 5 mil 917 a 51 mil 337. Hijos e hijas de padres haitianos también representaron un alto número de solicitantes de asilo provenientes de Chile y Brasil, que pasaron de mil 170 en 2020 a 10 mil 749 en 2021.
El “boom” de las solicitudes a partir de 2019
De acuerdo con el informe de WOLA, aunque las solicitudes de asilo se han incrementado año con año desde 2013, fue entre 2018 y 2019 cuando crecieron a más del doble, al pasar de 29 mil 574 a 70 mil 327, y aunque durante 2020, año de la pandemia, tuvieron un registro a la baja (40 mil 954), en 2021 alcanzaron un crecimiento, de nuevo, casi del doble respecto de 2019, pues sumaron 130 mil 627.
Cuestionada acerca de los motivos de este “boom” en las solicitudes de asilo, Stephanie Brewer, directora para México de WOLA, explicó en entrevista que hay “un conjunto de factores” que pueden explicar esta situación: en primer lugar, durante 2021, luego del cierre de fronteras en muchos países de la región en 2020 al inicio de la pandemia, los flujos migratorios volvieron a los niveles “prepandémicos”, e incluso se incrementaron precisamente por los efectos de la crisis sanitaria.