Por: SEGISFREDO INFANTE
Distintos amigos y conocidos me han sugerido que escriba una historia de los “Comités de Lucha de Estudiantes de Secundaria” (CLES). Pero en consideración de la amistad con exdirigentes de otros movimientos estudiantiles universitarios y de secundaria, he evitado al máximo asumir tal responsabilidad. Aparte de ello hay incongruencias informativas entre las afirmaciones del proletario casi impoluto Agapito Robleda (QEPD), y las de Mario Arita Valdivieso, quien fue dirigente estudiantil, fundador de los CLES y líder sindical de la medicina a nivel nacional. Seguidamente mi memoria es borrosa respecto de diversos puntos. A guisa de ejemplo me parece que no es nada correcta la afirmación de Agapito que los CLES fueron un movimiento “con una orientación revolucionaria marxista-leninista”. Eran escasos los dirigentes estudiantiles hondureños que conocían algo de marxismo. Lo que sí me queda más o menos claro, de aquellas fechas, es que la primera reunión de los CLES sucedió como a finales de septiembre de 1970.
El preludio anterior posee sentido a fin de explicar el talante (y el talento) de Marco Antonio Segura, quien había participado con discursos incendiarios, creo que en 1971, o quizás un poco antes, contra el “Consorcio de Universidades de la Florida”, cuyo contenido para mí sigue siendo un misterio. La primera vez que observé a Marco Antonio fue en la “Plaza de la Merced”, frente al plantel principal del Instituto “Vicente Cáceres”. Yo salía de la Escuela Nocturna “Augusto Bressani”, como a las nueve de la noche. Marco Antonio se había instalado a la par de uno de los bustos del parque, y desde ahí distribuía epítetos a diestra y siniestra. Al año siguiente, es decir, en 1972, Marco Antonio Segura y su hermano Lenin Segura, aparecieron en el “Salón Morazánico” del Instituto Central, disputándole la dirección del Consejo Central de Estudiantes a Carmelo Salgado, con el alegato que la lucha por conseguir un nuevo edificio para el colegio más populoso de Honduras, era un desafío que había que librar sin vacilaciones.
Marco Antonio se granjeó la simpatía de los estudiantes, especialmente del área de diversificado, en tanto que a nivel de ciclo común emergieron otros líderes que actuaban en forma espontánea. Consiguió la alianza de José Luis Retes (QEPD) y de Carlos Oquelí, y juntos formaron el “Comité de Acción de Estudiantes Revolucionarios” (CAER), quienes se convirtieron en el piquete principal a la hora de las manifestaciones en las calles. M.A. Segura tuvo el tacto de nunca informar que él y su hermano procedían de la membresía de los CLES, como de hecho sí lo eran, por aquello de las posturas neutras de los demás dirigentes estudiantiles, quienes enarbolaban la bandera pegajosa del “Central sólo para los estudiantes centralistas”. Creo que ambos hermanos Segura venían del Colegio Nocturno “Luis Andrés Zúñiga”, y que previamente se habían fogueado en Guatemala, tal como Marco Antonio me lo relató en forma personal. Queda pendiente la confirmación o el rechazo de estos dos penúltimos datos. Empero, me consta que ambos hermanos cursaban el último año de secundaria, y que se graduaron con dificultades, de peritos mercantiles y contadores públicos.
Considero, con escaso margen de error, que Marco Antonio Segura fue el orador y agitador estudiantil de secundaria más sobresaliente de la década del setenta, aunque nunca organizó a los CLES en el viejo “Central”. Tal vez podría parangonársele con Roger Isaula (QEPD) de la FESE, quien se marchó a estudiar al exterior. Es importante establecer que aquellas luchas se desarrollaron en el contexto del gobierno de Ramón Ernesto Cruz (QEPD), un gobierno demasiado débil, sin ningún respaldo militar. Conjeturo que al general Oswaldo López Arellano (QEPD) le convenía la vulnerabilidad del gobierno de “Monchito” Cruz, en aras de sus intereses posteriores. Sea como haya sido, al final los estudiantes del “Instituto Central” triunfamos rotundamente, y el presidente Cruz Uclés llegó a colocar, casi a finales de 1972, la primera piedra en los predios asignados de Tiloarque, unas semanas antes de que le asestaran un golpe de Estado incruento.
Marco Antonio Segura (QEPD) merece que se levante una estatua en su honor en las instalaciones del Instituto Central en Tiloarque. Por otro lado, vale puntualizar que si Marco Antonio fue el más importante agitador de secundaria, Pedro Morazán era el dirigente estudiantil más cerebral de aquellos días específicos. Pero las trayectorias de Pedro Morazán, del socialcristiano Carlos Gálvez y de otros líderes ingenuos centralistas como el autor de estos renglones, sobresalieron durante el año 1973, en un contexto diferente, bajo el reformismo militar.
El arengador de las masas número uno, se distanció del movimiento popular, y pasó a subsistir en el ostracismo en San Pedro Sula y Ajuterique. Me han informado que falleció antes de la pandemia, quedando en un doloroso olvido. En cualquier caso, que sirvan estos renglones como memoria de aquel amigo eventual llamado Marco Antonio Segura.
Distrito Central de Honduras, 21 de julio del año 2024. (Artículo publicado en el prestigioso diario “La Tribuna” de Tegucigalpa, el jueves 25 de julio del 2024, Pág. Cinco, en la versión impresa del periódico).