En un recorrido por las instalaciones en las cuales se encuentran ubicadas las morgues en los estados de la frontera sur de EE.UU. tanto de Arizona y Texas, las mismas se encuentran saturadas y no se dan abasto para procesar y almacenar los cuerpos de migrantes indocumentados que han muerto en su deseo de lograr alcanzar el denominado “sueño americano”, que se convierte lastimosamente en el sueño eterno para muchos, comparte el licenciado Fernando Castro Molina, analista migratorio guatemalteco-
Prácticamente todos los días, se reportan a las autoridades de la Patrulla Fronteriza, el hallazgo de personas ahogadas en el Río Grande o también por parte de rancheros, descubren una persona migrante muerta dentro de sus propiedades, según los registros de las autoridades consultadas.
Uno de los sectores que más reportes de fallecidos se tiene es en el sector de Eagle Pass, al tratar de cruzar el río, que pertenece al condado de Maverick, sector en el cual migrantes son rescatados de las aguas frecuentemente.
El migrante que fallece, denominado por autoridades Jane Doe o Jonh Doe, (un alias utilizado por los americanos para citar a personas de las que desconocen su nombre), su cadáver es trasladado a la Oficina del Médico Forense del Condado de Webb, para el exámen médico forense e identificación por parte de familiares a través de las autoridades consulares de la nacionalidad que corresponda por medio de fotografías, para su posterior repatriación del cuerpo a su país de origen.
En estos casos, existen la posibilidad de realizar el trámite de repatriación del cuerpo del fallecido, ante las autoridades consulares, quienes aportan una determinada cantidad, que generalmente no cubre la totalidad del costo de repatriación, gestión que debe realizar familiares o amigos del fallecido ante el consulado o en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Pero debo resaltar que el proceso podría tardar, ya que en el caso de la morgue del condado Webb, no se da abasto procesando los cuerpos de migrantes que constantemente llegan de su frontera y condados vecinos.
Como referencia de enero pasado y hasta finales de septiembre de 2022, en ese condado se registraron las muertes de 218 migrantes, superando los 196 fallecimientos de 2021. Debido al aumento en los fallecimientos, las autoridades de la morgue del condado realizó la compra de cinco refrigeradores portátiles, que ya se encuentran casi a su capacidad, para cubrir la demanda de espacio para almacenar los cuerpos de los migrantes fallecidos.
EL OLOR A MUERTE
La situación de las morgues en los condados fronterizos de Arizona no es diferente. De acuerdo con cifras del grupo Fronteras Compasivas, de enero pasado hasta finales de agosto un total de 126 migrantes indocumentados han muerto en la frontera de ese estado.
Gran parte de los fallecidos llegan a la morgue del condado de Pima., el frío de los congeladores y el penetrante olor de la muerte, reciben a quienes cruzan la gigantesca puerta metálica de la cámara donde se guardan, sólo algunos de los cuerpos que han sido encontrados en los últimos meses en la frontera sur de EEUU.
El servicio médico forense cuenta adicionalmente con cuatro contenedores que se encuentran afuera, cada uno tiene una capacidad para almacenar a 80 cuerpos de migrantes ubicados, en el que uno de ellos ya se encuentra a su máxima capacidad.
La dimensión de la tragedia se refleja en las docenas de bolsas de color blanco, todas acomodadas dentro de los refrigeradores, identificadas solamente con una tarjeta de color anaranjado. Cada tarjeta muestra varios números que indican la fecha en que el cuerpo fue encontrado, las coordenadas del lugar y si corresponde a un hombre o una mujer encontrada.
La gran mayoría sólo tienen una palabra en común: “Desconocido”.
Identificar el cuerpo es uno de los procesos más lentos y difíciles, ya que muchas veces por el avanzado estado de descomposición en que llegan los restos, es un serio obstáculo para lograr su identificación.
La falta de campañas informativas por parte de instituciones vinculadas al tema migratorio, para advertir de los serios peligros que conlleva atravesar el desierto de Arizona o de Texas, simplemente “no perdona” y en cuestión de días el cuerpo se descompone hasta llegar a un punto prácticamente de “momificación” por las altas temperaturas, o es devorado por animales salvajes.
Al realizar una visita a dicha morgue, se mostró uno de los cuerpos dentro de las bolsas blancas, era solamente una osamenta de color café oscuro.
El cráneo ya no tenía dientes y en la parte de la columna vertebral aún se podían ver restos de carne, hueso y tierra del desierto combinados en una sola masa, algo doloroso.
Se conoce que algunas veces encuentran actas de nacimiento, identificaciones en las ropas de los migrantes, pero los médicos forenses no pueden asumir que realmente son ellos, ya que muchas veces llevan documentos de otras personas o de otras nacionalidades.
La oficina forense, cuenta con más de una docena de gabinetes llenos de bolsas transparentes donde se pueden ver algunos de los objetos, que van desde cartas, licencias de conducir, fotografías, cartas, licencias de conducir, credenciales de elector, Documentos Personales de Identificación, rosarios, joyería, carteras y celulares.
Debido a la falta de espacios y la continua llegada de cuerpos de migrantes, los restos sólo se pueden mantener en los congeladores por cuatro meses. Si no son identificados en este periodo, son cremados y sólo se conserva un pedazo de hueso para una posible identificación futura utilizando análisis de ADN.
Debo resaltar que el problema, es que las pruebas genéticas son muy costosas, y para poder hacer una identificación positiva la familia también debe otorgar una muestra, pero la falta de dinero, impide realizar la prueba genética.
Por lo que familiares de la persona fallecida, nunca sabrán si murió en el desierto en su intento de alcanzar el Sueño americano, convirtiéndose en el Sueño Eterno y doloroso para sus seres queridos.
De acuerdo con cifras estadísticas consultadas en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), durante el año fiscal 2022, fueron contabilizadas cerca de 750 muertes de migrantes indocumentados en la frontera de EEUU con México, lamentando que supere los 557 fallecimientos de migrantes reportados durante el año fiscal 2021 por esa agencia federal.
Los que es notorio y lamentable, es que las instituciones vinculadas al tema migratorio en Guatemala, sus funcionarios carecen de la voluntad de generar campañas informativas en medios de comunicación masiva, como radio, televisión y prensa escrita, en idioma castellano y mayas para advertir del peligro que conlleva tratar de atravesar el peligroso desierto de la frontera sur de EEUU.
Mientras la falta de empleo y desarrollo no cambie, el flujo migratorio no se detendrá y aumentará lamentablemente la muerte de migrantes.
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