Juan Manuel Aguilar Flores

Con los feriados con opción a visitar sitios turísticos en nuestro país, los rotativos publican datos históricos que no les corresponden. Me refiero a la fortaleza -así llamada en documentos coloniales- construida en Trujillo, Depto. de Colón, y el republicano “Castillo de San Cristóbal” en Gracias a Dios (Lempira). El primero debo aclarar, su nombre “Santa Bárbara”, aparece en Diario Oficial La Gaceta hasta 13 de abril 1869. Antes de esa fecha, documentos coloniales, republicanos, bibliografías nacionales y extranjeras siempre han citado Fortaleza, Puesto o Baluarte Defensivo de Trujillo. Aparte de esto, Manuel Rubio Sánchez expone: “El ingeniero militar don Luis Diez Navarro, quiso perpetuar su memoria en Omoa, siguiendo la tradicional costumbre de designar con los nombres de los monarcas. Por eso, en el proyecto del año de 1756 para el castillo de cuatro baluartes y cortina circular… aparece la denominación de Santa Bárbara. Era Capitán General y Presidente de la Real Audiencia (Guatemala) el mariscal de campo don Alonso de Arcos y Moreno, de encrespada rivalidad con el ilustre ingeniero militar al que destituyó. La Corte desautorizó la traza y el proyecto, perdiéndose definitivamente el nombre de la Reina”. En conclusión, ese nombre era para la Fortaleza de Omoa. No hay evidencia de haberse hecho de manera oficial, únicamente mención en Diario Oficial.

En cuanto al segundo, no es colonial, inició a construirse en Gobierno de Juan N. Lindo (1848-1852). En su administración fueron continuas invasiones desde El Salvador y Guatemala. Frente a esta situación Lindo tomó precauciones enviando armas a Gracias con: “… el propósito de fortificar la capital de dicho departamento para que sirva de base de operaciones…”. Otra medida fue el proyecto de construir un inmueble militar en el cerro San Cristóbal, al oeste de la ciudad. Los fondos para construirlo fueron asignados por oficio del 7 de enero 1850, instruyéndose al Tesorero General: “Para su inteligencia y efectos consiguientes, tengo la honra de participar a usted que el Sr. Presidente ha dispuesto esto hoy… que los quinientos pesos que importa el presupuesto de gastos de la fortificación que se va a levantar en la ciudad de Gracias, se haga del fondo de ovenciones (sic) de guerra…”. La construcción del edificio militar estaba supeditado a la mano de obra que dotarían los distritos del departamento: “…el 28 del próximo pasado se dio orden al jefe de este distrito para qué previniera a las Municipalidades mandasen un operario para que trabaje 15 días en la fortaleza que de orden supremo se está construyendo en esta ciudad…”.

La obra para iniciarla tuvo atrasos (reclutamiento militar, mano de obra y otros). Ante esta situación, el Gobierno aceptó algunas concesiones propuestas por autoridades distritales del departamento: entrega de cal para la edificación a cambio de terrenos nacionales para ejidos; conmutación penas leves a reos de la jurisdicción de Gracias; acarreo de materiales de construcción al lugar de la edificación y proveer granos, aves de corral y ganado para la alimentación de los trabajadores. Esto último por ganaderos de la región a fin de no tomarles trabajadores de sus haciendas. Otros distritos pedían exoneraciones de operarios por estar éstos construyendo iglesias, cabildos o campos santos. El inmueble inició a levantase en 1864. Entre diseñar el plano y su edificación pasaron trece años, dentro de los cuales están los gobiernos de Juan N. Lindo, José Trinidad Cabañas, Santos Guardiola y José María Medina, además presidencias temporales por depósitos y un Consejo de Ministros. Para cualquier jefe de Estado, la ciudad de Gracias constituyó importante baluarte defensivo en la zona Sur-occidental, llegando incluso a formarse el Batallón No. 5. El inmueble -una vez construido- la población otorgó el nombre de “Fortaleza de San Cristóbal”. La ciudad, además, fue sitio para celebrar Tratados Regionales de Paz entre Honduras, Guatemala y El Salvador; en muchas ocasiones sede del Gobierno Central. En el último gobierno de Medina (1875-1876) finalizó la obra. No he encontrado datos de gastos para el inmueble en el periodo de Gobierno de los Reformadores Liberales de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa (1876-1883). Lindo falleció el 26 de abril 1857, enterrado en la colina del cerro San Cristóbal, posteriormente fallece su esposa, ambos comparten el mismo paraje en sus respectivas tumbas: “…sobre las cuales se construyó un monumento en forma de una torre de más de 30 pies de altura, la cual fue derribada en el terremoto de 1916, reconstruyéndose lo que actualmente presenta en dicha fortificación”. Con estos datos me atrevo a opinar, los cañones están fuera de contexto histórico, el inmueble no prestó utilidad por cual fue construido, incluso, no tiene registro de Patrimonio Nacional. Sus garitas copias de la Fortaleza de Omoa. (Foto de 1946. Tomada de Guía de Gracias. IHAH.2005).

Notas
-Diario Oficial La Gaceta. Comayagua, 13 de abril, 1869. ANH.
-Álvaro, Héctor y Tito Pérez Estrada. “Homenaje a la ciudad de Gracias, en el CD aniversario de su fundación 1536-19365”. San Pedro Sula. 1942. Tipografía Pérez Estrada.
-Vallejo, Antonio R. “Primer Anuario Estadístico año 1889”. Teg. 1997. Editorial Universitaria.
-Libro de Acuerdos del Poder Ejecutivo. Año 1866.Doc. Incompleto. Archivo Nacional de Honduras. (ANH). Suministros y acarreos fanegas de cal.
-Libro de Acuerdos del Poder Ejecutivo. Año 1866. 22 de enero, 1868. Conmutación penas leves a reos de Gracias. (ANH).
-Tomase razón Contaduría Mayor de Cuentas del Estado, Comayagua, enero 9, 1850. (IHAH)
-Zapatero, Juan Manuel. “El Fuerte San Fernando y las fortificaciones de Omoa”. IHAH-OEA, Teg. 1997.

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