Estamos cansados de escuchar discursos de activistas políticos como ministros en la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), los cuales están cargados de mensajes estigmatizantes y de odio contra periodistas, personas defensoras de derechos humanos y disidentes políticos, desde la llegada de la administración de la presidenta Xiomara Castro, en 2022. Honduras se merece mejor suerte y las víctimas urgen de una persona al frente de la SEDH que no venga a rendirle el sombrero a los políticos de turno sino a accionar por la promoción y protección de los Derechos Humanos.
Desde la ASOPODEHU y JOPRODEH nos preocupa que el nuevo ministro de la SEDH, Héctor Longino Becerra, nombrado por la presidenta Xiomara Castro el día de ayer 27 de mayo de 2025, venga a jugar el mismo rol que las ministras anteriores Natalie Roque y Angélica Álvarez, la primera premiada con el cargo de Asesora de Derechos Humanos, en Casa Presidencial y la segunda con el cargo de candidata a Designada Presidencial, en la fórmula presidencial oficialista del partido LIBRE, Rixi Moncada.
Ambas dejaron una estela de caos en la SEDH sin abordar problemas estructurales como la situación del Mecanismo Nacional de Protección al que no le prestaron la atención urgente que se merece, sino que se dedicaron a controlarlo políticamente y generar un clima de temor entre los funcionarios de las diferentes unidades. Además de provocar una mala imagen de violaciones a los derechos humanos que aún permanecen en la impunidad en el caso de Natalie Roque, dejando un impacto sicológico permanente en los empleados y empleadas.
En el caso de la ex ministra Angélica Álvarez, su paso fugaz por la SEDH permitió esconder los verdaderos problemas, poner un bozal a los empleados a quienes advirtió que quien se atreviera a sacar las cosas ilegales que estaban pasando iba a ser despedido, violentando el derecho al trabajo y aprovechando su vulnerabilidad económica.
Ambas ministras trancaron las puertas de la SEDH para las personas defensoras de derechos humanos y organizaciones que no están casadas con la línea oficial del Partido LIBRE y de la mandataria Xiomara Castro, además de establecer un estado policíaco y de vigilancia cada vez que llegan al Mecanismo Nacional de Protección con toma de fotografía y grabación de videos y “ay de aquel funcionario que se acerca a quienes llegan a hacer diligencias al Mecanismo”.
Esta conducta abusiva que violenta estándares internacionales de derechos humanos y obstaculiza el trabajo de las personas defensoras, ha creado serios problemas para ejercer la defensa de los derechos humanos.
En cuanto al actual ministro nombrado en la SEDH, Héctor Longino Becerra, quien se ha dedicado por redes sociales a insultar defensores de derechos humanos y pasó por el vice ministerio de protección de esa Secretaría sin ser responsable en su cargo, ni siquiera se preocupó por la situación que estaban pasando los beneficiarios de la Ley de Protección y estableció un alejamiento mordaz contra personas defensoras de derechos humanos.
Por los antes expuesto las organizaciones JOPRODEH y ASOPODEHU demandamos del ministro Héctor Longino Becerra, lo siguiente:
1.-Atención urgente a la situación grave en que se encuentra el Mecanismo Nacional de Protección.
2.-Parar la estigmatización contra las personas defensoras de derechos humanos y organizaciones que no están alineadas con el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
3.-Abrir las puertas de la SEDH a todas las personas defensoras de derechos humanos, sin sesgos políticos, para que puedan realizar su trabajo por los derechos fundamentales sin ser perseguidas.
4.-Queremos un ministro de la SEDH y no un activista, después de que le leímos en redes sociales que “seré un soldado de Morazán”, un mal presagio se nos pasa por la mente, que llega para pasar el agua, no a tomar su rol para impulsar la promoción y protección de los derechos humanos sin sesgos políticos, y a continuar con el accionar de las anteriores ministras.
5.-Le exigimos que aborde la violencia contra las personas defensoras de derechos humanos y periodistas de forma urgente, tal como ya lo señala el mandato en la SEDH, la política Nacional de los Derechos Humanos y los estándares internacionales de derechos fundamentales.
6.-Es importante que los dineros del pueblo no se sigan gastando para tener en el alto cargo en la SEDH a un activista político que usa toda la estructura de la SEDH y los recursos para accionar contra los derechos humanos.
QUEREMOS UN MINISTRO DE LA SEDH Y NO UN ACTIVISTA POLÍTICO