• Entre 2022 y octubre de 2025 no se ha ejecutado L 1,885.3 millones del presupuesto asignado para la compra de medicamentos. La ASJ recomienda mejorar la ejecución presupuestaria y alinearlo a brindar mejor servicio a los pacientes.
• En los años 2024 y 2025 (hasta octubre) el presupuesto se redujo en L 1,368.4 millones, a esto la ASJ recomienda eliminar la práctica de reducción del presupuesto e invertir la totalidad para garantizar mayor abastecimiento de medicamentos de manera permanente.
Tegucigalpa, 05 de noviembre 2025. La falta de planificación, la reducción presupuestaria y la ineficiencia en los procesos de compra de medicamentos están poniendo en riesgo la salud y la vida de miles de hondureños que dependen del sistema público, advirtió este miércoles la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y recomienda diseñar un sistema integral de compras de medicamentos que defina claramente la planificación, ejecución y control de precios, garantizando adquisiciones eficientes y seguras.
De acuerdo con el análisis, durante cuatro años el gobierno mantuvo un decreto de emergencia sanitaria, habilitando L 7,653 millones para compras directas. Sin embargo, no logró establecer un sistema de licitación pública, lo que ha limitado la sostenibilidad de las adquisiciones.
El informe señala que, a pesar del monto asignado, entre 2022 y 2025 (octubre) no se ha ejecutado L 1,885.3 millones, afectando el abastecimiento de medicamentos en hospitales y centros de salud. Además, entre 2024 y 2025 se registró una reducción presupuestaria de L 1,368.4 millones, agravando la crisis sanitaria.
La ASJ señaló que la Secretaría de Salud (Sesal) carece de una planificación adecuada para iniciar a tiempo los procesos de compra, lo que ha derivado en desabastecimiento y en la interrupción de tratamientos para numerosos pacientes.
En cuanto a la participación de oferentes, los procesos registraron entre 32 y 40 proveedores, lo cual representa un aspecto positivo. No obstante, cambios en los requerimientos y condiciones de licitación afectaron la efectividad de los procesos. En la licitación LPN 07-2024-SESAL, por ejemplo, solo se logró adjudicar el 16.3 % de los productos ofertados, a pesar de contar con 40 oferentes y 380 ítems en concurso.
El análisis también identificó aumentos exagerados en precios y cantidades de algunos medicamentos. Un caso es la Quetiapina (fumarato) 300 mg, que pasó de 612,000 unidades a 1,800,000 del 2023 al 2024, mientras su precio aumentó en 39 %, aun siendo adquirida al mismo proveedor.
Según una veeduría realizada por ASJ en octubre de 2025, el 49% de pacientes entrevistados dijo recibir su tratamiento completo, un 39% expresó recibirlo incompleto y un 12% respondió no recibir ninguno, lo que refleja una situación crítica en la dispensación y continuidad de los tratamientos.
La ASJ también instó a la Sesal a crear una base de datos de precios de mercado y registrar las necesidades no satisfechas, para mejorar la programación de compras y asegurar el acceso a los tratamientos.
Finalmente, la organización enfatizó que la Secretaría de Salud debe hacer uso eficiente del presupuesto asignado y garantizar que cada lempira invertido se traduzca en medicamentos disponibles y vidas salvadas.

