Por Dunia Orellana para En Alta Voz y Reportar Sin Miedo
El acoso y las amenazas contra las mujeres periodistas hondureñas las orillan al desplazamiento forzado fuera del país. Muchas huyen a Estados Unidos y España para salvar sus vidas y encontrar la libertad.
Desde siempre, poner etiquetas a las mujeres ha sido una práctica, pero cuando una periodista realiza su labor, estas marcas y señalamientos son una forma de callarlas, invisibilizarlas y eliminar su trabajo.
Los ataques contra mujeres periodistas tienen doble gravedad. Primero, forman parte la violencia generalizada en contra de las mujeres y, segundo, tienen como objetivo limitar el acceso y la diseminación de información.
De hecho, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la Violencia Contra la Mujer, sus Causas y Consecuencias indica, en su reporte de 2020, que “las periodistas sufren de forma desproporcionada la violencia de género y el acoso sexual, tanto en el lugar de trabajo como en línea”.
En el 2021, En Altavoz, Criterio, Reporteros de Investigación y Reportar Sin Miedo publicaron una investigación periodística donde expusieron testimonios de mujeres víctimas de acoso dentro de las salas de redacción hondureñas.
Más de 10 entrevistas a profundidad y 50 periodistas que participaron a nivel nacional en la investigación señalaron que un 52% de ellas habría sufrido algún tipo de acoso.
El 45% de las mujeres periodistas que respondieron a la encuesta dicen que han sufrido acoso sexual dentro de las salas de redacción.
Esta investigación ha servido para hablar de un tema tabú en Honduras que es la violencia contra las mujeres periodistas dentro de las salas de redacción, pero esta violencia no se queda dentro de los trabajos, sino que muchas experimentan asesinatos, violencia sexual, violencia física, acoso y ataques digitales.
La mayoría, o sea el 64.2%, de las periodistas hondureñas que participaron en una investigación de la Universidad de la Paz en el 2021 fueron víctimas de algún ataque o amenaza por el ejercicio de la profesión.
Entretanto, la mayoría de los casos, es decir 36, fueron reportados por periodistas que viven en Tegucigalpa, seguidos por San Pedro Sula con 12 casos.
De las 61 participantes que indicaron haber sido víctimas de algún ataque o amenaza, 29 dijeron que también se dirigieron en contra de su lugar de trabajo.
De forma similar, seis participantes señalaron que las amenazas incluyeron a sus familiares (hijos, padres y/o pareja). Las respuestas obtenidas reflejan la tendencia mundial sobre las amenazas y ataques recibidos por mujeres periodistas, quienes son más proclives a que estos afecten su vida personal y profesional.
Ante esta desigualdad podemos decir con esperanza que el periodismo independiente en Honduras está diversificándose y siendo cada vez más incluyente.
Por eso, ahora la mayoría de medios independientes son dirigidos por mujeres que hacen la diferencia en un ambiente hostil, sobre todo en los últimos 12 años, en los cuales han tenido que enfrentarse a la censura, la falta de acceso a la información y los constantes ataques a la libertad de expresión.
Por mencionar algunos nombres: Sandra Maribel Sánchez, Dina Meza, Claudia Mendoza, Lourdes Ramírez, Emy Padilla, Wendy Funes, Helen Montoya, Jennifer Ávila, Iolany Pérez, Elena Borjas, Telma Mejía, Thirzia Galeas, Vienna Herrera, Marcia Perdomo, Melissa Hernández y Xiomara Orellana, entre otras que ponen en alto la profesión.
Como parte del trabajo contra el acoso y para diversificar las salas de redacción, compartimos algunos mensajes de destacadas periodistas.
Para Lourdes Ramírez, directora de En Altavoz, “el acoso sexual es un delito y debe ser visto como un tema de interés público, ninguna mujer debe ser obligada a ceder ante el acoso sexual. Nunca el acoso sexual debe condicionar al acceso y conservación del empleo”.
Por su parte, Emy Padilla, de Criterio.hn, señala la importancia de los medios alternativos en contra del acoso y la desigualdad. “En Criterio no toleramos esas prácticas, más bien fomentamos la inclusión de género y el respeto sobre cualquier orientación sexual, identidad y expresión de género”, dice.
También Wendy Funes, de Reporteros de Investigación, expresa que el acoso sexual es una práctica que normalizamos y hemos aceptado sin saber que es acoso. “Los medios deberían tener políticas contra el acoso sexual y laboral dentro de sus salas”, enfantiza.
Reportar Sin Miedo
Ante esta realidad y la falta de inclusión en la mayoría de los medios tradicionales de Honduras, nace en el 2020 Reportar Sin Miedo, un nuevo medio independiente enfocado en contar y profundizar la realidad de la juventud, mujeres, diversidad sexual y poblaciones originarias y afrohondureñas en sus diferentes interseccionalidades.
El periodismo es independiente o no es periodismo. Un buen o buena periodista tiene que tener un espíritu joven, libre e irreverente frente a todos los poderes. Con su deseo de saber y aprender y mantener siempre la curiosidad, Reportar Sin Miedo transgrede un sistema heterocispatriarcal que domina la agenda mediática en el país.
Somos el primer medio en Honduras en hablar y escribir con lenguaje inclusivo no binario. Además, nuestra sala de redacción es joven, diversa y totalmente inclusiva.
En más de un año de trabajo hemos construido relaciones de confianza con nuestras audiencias, organizaciones y medios nacionales e internacionales, realizando un periodismo diverso y participativo que nos permite construir narrativas y contenidos creativos para las poblaciones jóvenes.
Las realidades que viven las personas jóvenes, mujeres, personas LGBTIQ+, migrantes, discapacitados, poblaciones originarias y afrodescendientes, entre otros grupos en situación de vulnerabilidad, son invisibilizadas y no tienen espacio en medios masivos.
Aquí es donde los medios alternativos hondureños hacen un trabajo significativo, contando historias desde diferentes ángulos y haciendo una contranarrativa de los discursos oficiales.
El buen periodismo y el periodismo independiente siempre están allí y florecen donde tienen que florecer. La incomodidad frente al poder es lo que nos hace a diario seguir trabajando para documentar el odio, los abusos del poder y la desigualdad en Honduras.
Fuentes: