Escrito por Eugenio Sosa, analista senior del CESPAD

21 de marzo de 2020

En el 2020 la humanidad está experimentando una de las crisis más grandes durante la época moderna, debido a la pandemia del COVID-19 ó coronavirus. Esta pandemia entró oficialmente a Honduras el 11 de marzo con la confirmación del primer caso como positivo. El gobierno empezó a tomar medidas radicales, que han tomado la trayectoria siguiente:

  • 11 de marzo: gobierno declara oficialmente la presencia del COVID-19 en Honduras, a través de los dos primeros casos confirmado como positivos[1].
  • 13 de marzo: el Congreso Nacional aprueba la Ley de aceleración económica y protección social que “inyecta” 420 millones de dólares para el sector salud y el manejo de la emergencia del coronavirus.
  • 15 de marzo: se dio a conocer que en el país había seis casos confirmados de COVID-19 y el gobierno toma la decisión de suspender labores por un periodo de 7 días (del 16 – 20 de marzo de 2020) tanto en el sector público como en el privado. Ese mismo día se cerraron fronteras para tránsito de personas en fronteras, terminales aéreas y marítimas[2].
  • 16 de marzo: se pasa de seis a ocho casos, se declara Estado de sitio o toque de queda en las ciudades de Distrito Central, Choluteca, y la Ceiba[3].
  • 17 de marzo: se pasa de 8 a nueve casos. Se declaró Estado de sitio o toque de queda en todo el territorio nacional y de manera absoluta en Distrito Central, Choluteca, Ceiba y San Pedro Sula[4].
  • 17 de marzo: gobierno propone las primeras medidas económicas para enfrentar la crisis del COVID-19[5]. 1) Congelamiento de precios de todos los productos de la canasta básica. 2) Apoyo a través de BANHPROVI para congelar por tres meses las cuotas en financiamientos a PYMES, comercio, sector agrícola, turismo, entre otros, sin que esto afecte su récord crediticio. Esto significa un impacto de 500 millones de lempiras para BANHPROVI. 3) Colocación de 293 millones de lempiras para nuevos financiamientos del programa de vivienda El Sueño de Ser Dueño. Estos 293 millones de lempiras generarán 1,000 empleos directos y otros indirectos una vez que salgamos de esta emergencia. 4) Habilitación de líneas de financiamientos directas a bancos, cooperativas, micro financieras y cajas rurales, a fin de hacer más expeditos la utilización de los 2,500 millones de lempiras a través del programa Agro crédito. 5) Habilitación de 51 millones de lempiras a través de Crédito Solidario para beneficiar a 5,000 emprendedores una vez que la emergencia nos permita reiniciar la actividad comercial.
  • 18 de marzo: se pasa de 09 a 12 casos positivos de COVID-19[6], se reafirman las medidas de Estado de sitio en todo el territorio nacional y de manera absoluta en Distrito Central, Choluteca, Ceiba y San Pedro Sula. Para el 18 en la tarde y el 19 se habilita la atención en el sistema financiero, supermercados y farmacias, con la excepción para San Pedro Sula.
  • 19 de marzo: se pasa de 12 a 24 casos, continúa el Estado de sitio en todo el territorio nacional y absoluto en las ciudades y municipios y departamentos que tienen casos positivos[7].
  • 20 de marzo: no se presentan nuevos casos de COVID-19 y Honduras se mantiene con 24 casos positivos. Se declara toque de queda absoluto en todo el territorio nacional el cual estará vigente hasta el 29 de marzo de 2020[8].
  • 20 de marzo: en cadena nacional el gobierno anuncia las medidas económicas siguientes: 1) A partir del día miércoles 25 de marzo, se van a suministrar alimentos básicos por 30 días a 800 mil familias, se espera beneficiar a 3.2 millones de hondureños. 2) Se asignaron 200 millones de lempiras en asistencia técnica para productores en el Corredor Seco para garantizar que no caiga su productividad. 3) Asignación de un bono de solidaridad productiva a 190 mil pequeños productores para que dispongan de insumos agrícolas para la producción de frijol, maíz, arroz, hortaliza, frutas, entre otros. 4) Autorización al sector agrícola, agroindustrial, agroexportador y distribuidor de alimentos a operar normalmente sin restricciones, debiendo cada empresa garantizar las medidas de seguridad a los empleados. 5) A pesar de que están cerrados al público los mercados de abasto, se han autorizado a los locatarios para que puedan surtir y llevar a las pulperías y mercados y brindar servicio a domicilio[9].

A continuación, se presentan algunos puntos críticos del manejo político que el gobierno de Juan Orlando Hernández está haciendo de la crisis de la pandemia COVID-19.

  1. Los que siempre se llevan la peor parte: los desiguales, los pobres y los excluidos.

Siguiendo los expertos en este tipo de pandemias y el ejemplo de otros países, Honduras ha tomado el Estado de sitio o toque de queda como la medida que garantiza que la población se quede en casa, como la forma más eficiente para evitar el contagio o trasmisión acelerada. Esto está funcionando en países como Alemania e Inglaterra y se supone que fue el principal error que cometió Italia y España, al obviar en los primeros momentos de la crisis esta medida. Se trata de la medida de la cuarentena, ¿pero que implica la cuarentena para países como Honduras con más del 60% de hogares en situación de pobreza, desigualdad y excusión, que sobreviven con lo que pueden conseguir cada día? Estas son las personas que no tienen cuentas bancarias, tarjetas de crédito y que no realizan transacciones online.  ¿Cuál es el rostro de estas personas? Se trata de las personas que venden en los mercados, de los motoristas de taxis y buses, de los vendedores en la calle, de las señoras que hacen tortillas y las venden casa por casa en las diferentes colonias, y de muchos otros rostros similares.

En estas personas la cuarentena tiene consecuencias sociales demoledoras que profundizan su situación de pobreza, desigualdad y exclusión. Los miles de niños y niñas del sistema educativo público no tienen ninguna posibilidad, con este sistema educativo público precario, de continuar su proceso educativo desde sus casas. ¿Qué políticas de manejo de la pandemia diferenciadas para este sector tiene el Estado? Se han propuesto medidas económicas como la distribución de alimentos, que podrá paliar un poco la crisis, pero que no logran ser sostenibles en un contexto de desigualdad profunda como el nuestro.

Para la multitud de los desiguales, pobres y excluidos, si la cuarentena se prolonga por mucho tiempo entrará en desesperación y desobedecerá el Estado sitio, como ya se han presentado algunos indicios en los mercados  Ante esta situación, que hará el Gobierno de Juan Orlando Hernández, lo más seguro que actuará con la fuerza, con militarización y altos niveles de represión, como ya lo ha hecho en otro tipo de crisis, como la crisis política post-elecciones tras el fraude electoral con el que llegó a la presidencia de la república, el 26 de noviembre de 2017.

En la línea de reflexión anterior, toman sentido las palabras de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos  quien recordó que los Estados deben observar los principios de proporcionalidad y necesidad en la implementación de restricciones a derechos fundamentales en los estados de excepción e instó al Estado de Honduras a revisar las restricciones establecidas a la libertad de expresión y a la prohibición de la comunicación por más de 24 horas, garantizando que las medidas implementadas sean las estrictamente necesarias para atender la emergencia sanitaria del COVID 19[10].

  1. La corrupción y el desmontaje del Estado social.

Con los casos presentados hasta ahora, 24 al momento de redactar estas líneas, está lejos, todavía, de ser sometido a prueba el sistema de salud y toda la institucionalidad estatal. La precariedad del sistema de salud es tal, que según Osmín Tovar, director de Atención Integral en Salud del Hospital Escuela, “si Honduras pasa los 32 casos de enfermedad por coronavirus será difícil atender a los demás después de esta cifra en el sistema de salud del país”[11] . Este es el costo de las políticas neoliberales de los gobiernos de Honduras, que han desmontado el Estado social a través de la reducción del presupuesto público y por medio de la corrupción.

El viernes 13 de marzo, el Congreso Nacional aprobó la Ley Especial de Aceleración Económica y Protección Social frente a los efectos del coronavirus. La ley consiste en la inyección de 420 millones de dólares (más de 10,000 millones de lempiras) que serán distribuidos en la construcción de una red hospitalaria de 94 centros de atención de salud en todo el país, desde unidades básicas hasta construir 11 hospitales, así como la contratación de personal médico y la implementación de plataformas de mitigación económica ante el impacto que pueda generar la emergencia del coronavirus. La red hospitalaria será creada con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo BID y el Fondo de Pensiones del Instituto de Seguridad Social, IHSS, el cual pondrá este presupuesto en garantía en el fideicomiso para poner en marcha el plan. Las clínicas deberán estar listas en un plazo de 6 meses y los hospitales en 12 meses en un 60%[12].

En consecuencia, la Ley de  Aceleración Económica y Protección Social: a) permite las contrataciones directas sin límite alguno,  por lo que es un cheque en blanco para que el Poder Ejecutivo haga contrataciones  y compras directas  de manera discrecional, sin seguir lo que establece la ley de contratación del Estado y sin establecer mecanismos de transparencia y rendición de cuentas; b) admite la contratación de personal sin vigilancia y procesos de transparente selección,  lo que  es una clara estrategia de clientelismo político del partido en el gobierno; c) abre el camino a la tercerización y privatización de los  servicios  de salud; d) faculta a Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) a ejecutar fondos millonarios y al manejo de fundaciones del sistema hospitalario; e) retoma la aplicación de la Ley Marco de Protección Social; f) pone en riesgo el fondo de pensiones del IHSS, específicamente el fondo de vejez y muerte, sin haber hecho la debida socialización[13].

El manejo de estos miles de millones de lempiras con este tipo de leyes y en el contexto de crisis como la provocada por la pandemia del coronavirus, siempre constituyen riesgos para que una gran parte de los mismos vaya a parar a las cuentas particulares de quienes integran las redes de corrupción e impunidad en Honduras. Además, no se ha permitido proceso de directos de auditoría social por parte de las organizaciones de la sociedad civil.

El desmontaje del Estado social también está relacionado con los bajos presupuestos asignados. Así las cosas, tanto en salud como en educación, el presupuesto se ha reducido o se ha estancado. En el 2010 el presupuesto de educación representó el 32% del presupuesto nacional y para el 2019 se redujo al 11%. Mientras que en el caso de salud fue de 14.7% en el 2010 y para el 2019 se redujo a 5.6%[14]. Contrario a lo que pasa en educación y salud, se incrementa de manera sistemática los presupuestos de los sectores de Defensa y Seguridad. El presupuesto de Seguridad y Defensa Juntos en el 2010 era de casi 6 mil millones de lempiras y para el 2017 llegó a 16 mil millones de lempiras[15].

  1. Ausencia de suficiente equipo de bioseguridad.

A los anteriores puntos críticos se agrega la ausencia de suficiente equipo de bioseguridad para la protección de los trabajadores de la salud. Varios médicos internistas de diferentes universidades han tenido que abandonar los hospitales por la falta de equipo de protección. A pesar de que Honduras contó con el tiempo suficiente para prepararse, el gobierno fue incapaz de garantizar de manera temprana hasta lo más mínimo como el abastecimiento de mascarillas y gel antiséptico.

  1. La profundización del clientelismo político y el giro hacia un populismo dictatorial.

Como puede observarse en la cronología de entrada a este artículo, el gobierno anunció el 20 de marzo, un paquete de medidas económicas relacionadas con el suministro de alimentos a más de tres millones de personas (una réplica de la bolsa solidaria), asistencia técnica a los productores, bono de solidaridad para los pequeños productores, libertad de movilización del sector agrícola, agroindustrial, agroexportador y distribuidor de alimentos y movilización libre de los locatarios de los mercados para que puedan abastecer las pulperías[16].

Las medidas anteriores se suman a otras ya tomadas como congelamiento de los productos de la canasta básica, utilizar los recursos de BANHPROVI para congelar las cuotas de financiamiento en el sector agrícola, turismo, pequeñas empresas, entre otros. Colocación de 293 millones de lempiras para nuevos financiamientos en vivienda, habilitación de financiamientos directos a bancos, cooperativas y cajas rurales orientados a utilizar 2,500 millones de lempiras y habilitación de 51 millones de lempiras para créditos solidarios a emprendedores[17].

Estos paquetes de medidas económicas suenan coherentes con la crisis de la pandemia, para garantizar el acceso a la alimentación evitando el desabastecimiento. Sin embargo, el conjunto de las medidas económicas implica miles de millones de lempiras, que, manejados en contextos de debilidad institucional, opacidad y con una larga historia de ausencia de rendición de cuentas, el riesgo de que se convierta en un “festín” de corrupción es real. A lo anterior hay que agregar, que la ausencia de transparencia y rendición de cuentas también favorece el clientelismo político en un contexto pre-electoral. De manera general, la ausencia de transparencia y de rendición de cuentas también puede allanar el camino para un giro político dictatorial populista.

De alguna manera se ha puesto en discusión las consecuencias económicas de la pandemia COVID-19. Honduras ya tenía para el 2020 una tendencia hacia la reducción de la Inversión Extranjera Directa y el estancamiento en el crecimiento económico, que con la crisis del COVID-19 se profundizará. Sin embargo, algo que no se está discutiendo son las consecuencias políticas. En sociedades como la hondureña, con espacios democráticos restringidos y limitados, con Estado de Derecho precario o casi inexistente, con gobiernos vaciados de legitimidad y tendencias autoritarias y dictatoriales, las crisis conllevan en sus extrañas la amenaza de grandes retrocesos democráticos.

Descargar: Análisis7 – CESPAD

[1] https://www.laprensa.hn/honduras/1363033-410/dos-casos-coronavirus-honduras-gobierno-secretaria-salud (Consultado el 20 de marzo de 2020)

[2] https://www.laprensa.hn/especiales/coronavirus/1364284-410/coronavirus-honduras-covid-19-muertos-casos-sintomas-gobierno- (Consultado el 20 de marzo de 2020)

[3] https://covid19honduras.org/?q=toque-de-queda (Consultado el 20 de marzo de 2020)

[4] https://covid19honduras.org/?q=noveno-caso-confirmado-con-covid19 (Consultado el 20 de marzo 2020)

[5] http://www.conatel.gob.hn/index.php/2020/03/18/presidente-hernandez-anuncia-medidas-economicas-para-enfrentar-crisis-por-la-propagacion-del-covid-19/ (Consultado el 20 de marzo de 2020)

[6] https://covid19honduras.org/?q=12-casos-confirmados-de-coronavirus-en-Honduras (Consultado el 20 de marzo 2020)

[7] https://covid19honduras.org/?q=Aumentan-a-24-los-casos-positivos-por-coronavirus (Consultado el 20 de marzo 2020)

[8] https://www.oncenoticias.hn/a-nivel-nacional-toque-de-queda-absoluto-se-extiende-hasta-el-29-de-marzo/ (Consultado el 20 de marzo 2020)

[9] https://covid19honduras.org/?q=cadena-nacional-segundo-paquete-de-medidas-economicas (Consultado el 20 de marzo 2020)

[10] Mensaje de la representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras, 18 de marzo del 2020.

[11] https://www.laprensa.hn/honduras/1365420-410/honduras-casos-coronavirus-dif%C3%ADcil-atender-ops-oms (Consultado el 19 de marzo del 2020).

[12] Cronología. En medio de la pandemia global COVID-19, se fortalecen prácticas opacas en la utilización de los recursos públicos. Periodo del 01 al 15 de marzo del 2020. https://cespad.org.hn/2020/03/17/cronologia-en-medio-de-la-pandemia-global-covid-19-se-fortalecen-practicas-opacas-en-la-utilizacion-de-los-recursos-publicos/ (Consultado el 20 de marzo del 2020).

[13] Cronología. En medio de la pandemia global COVID-19, se fortalecen prácticas opacas en la utilización de los recursos públicos. Periodo del 01 al 15 de marzo del 2020. https://cespad.org.hn/2020/03/17/cronologia-en-medio-de-la-pandemia-global-covid-19-se-fortalecen-practicas-opacas-en-la-utilizacion-de-los-recursos-publicos/ (Consultado el 20 de marzo del 2020).

[14] Fuente: presupuestos generales de la republica publicados en diario oficial la gaceta 2010-2019.

[15] CESPAD. Defensa y seguridad en Honduras: Hacia una agenda de reformas democráticas. Informe final. Julio 2019.

[16] Gobierno de la República de Honduras. Segundo paquete de medidas económicas para enfrentar crisis COVID-19 y garantizar la seguridad alimentaria en Honduras. Viernes 20 de marzo 2020, 7.00pm. Mensaje a la nación por cadena de radio  y televisión, presidente Juan Orlando Hernández Alvarado.

[17] Gobierno de la República de Honduras. Segundo paquete de medidas económicas para enfrentar crisis COVID-19 y garantizar la seguridad alimentaria en Honduras. Viernes 20 de marzo 2020, 7.00pm. Mensaje a la nación por cadena de radio  y televisión, presidente Juan Orlando Hernández Alvarado.

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