Doctor HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO, Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE

Como Freelander hondureño participé el 16 de este mismo mes y año en el Encuentro Virtual  “Cobertura del COVID-19” realizado como parte de una alianza entre el Dart Center for Journalism & Trauma, el International Center for Journalists -ICFJ- y su Global Health Crisis Reporting Forum, y CONNECTAS.La pandemia por el coronavirus y la enfermedad que provoca, COVID-19, ha generado pánico en la población mundial por la cantidad de infectados y muertes registradas, con más de 1.945.055 pacientes y 121.897 fallecidos, según cifras de la Universidad Johns Hopkins, hasta el 14 de abril y obviamente las medidas tomadas por distintos gobiernos en el mundo, como la “cuarentena obligatoria a los sanos”, han puesto a la población en un escenario desconocido y de incertidumbre.

En dicho encuentro virtual  de 90 minutos de duración tuvimos la participación de connotados Panelistas tales como: de Almudena Toral, periodista de Univisión experta en cobertura de migración y becaria del Dart Center; Manuel Llorens, psicólogo venezolano con especialización en clínica por el Hospital Universitario de Caracas y Víctor Roa, Máster en gerencia, profesor de la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello y experto en manejo de crisis y estuvo moderada  por Ronna Rísquez, periodista venezolana y becaria del programa Ochberg sobre periodismo y trauma del Dart Center.

Una de la más importante de las conclusiones más importantes fue escribir lo menos posible sobre este azote de la humanidad y en lo particular me propongo a cumplirla.

No obstante lo  supra aseverado transcribo un segmento de las lecciones de los “tigres asiáticos” para gestionar una pandemia correctamente por James Crabtree y traducido por Ana Milutinovic 17 Abril, 2020 publicado en MT Technologic Review: “El coronavirus ha sido como un examen, y los países supuestamente más avanzados del mundo lo han suspendido claramente. La preparación previa, la comunicación abierta y el control de los contagios han sido las claves del éxito de China, Singapur, Hong Kong y Japón.

Las “tecnocracias” asiáticas, como las denomina el pensador geopolítico Parag Khanna, sufrieron los brotes de SARS a partir de 2002 y otros sustos menores más recientes, como la gripe H1N1 en 2009. Aquellas dolorosas experiencias ayudaron a los planificadores gubernamentales a pensar en situaciones imprevistas, desarrollando planes de gestión de brotes y almacenando bienes esenciales. Taiwán acumuló millones de mascarillas quirúrgicas, trajes y respiradores N95 para el personal médico, y mantuvo decenas de millones más para la sociedad.

“Su prueba es positiva. La ambulancia llegará en 20 minutos. Prepare sus cosas”.

También fue en parte gracias al SARS que los países asiáticos entendieron la necesidad de la acción rápida, como el director del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur (NCID), Leo Yee Sin, señaló a principios de enero. En aquel momento, la COVID-19 todavía se veía como una “neumonía misteriosa”. Alrededor de la región, los pasajeros de vuelos desde las partes afectadas de China fueron sometidos a controles de temperatura obligatorios. Cuando la crisis se agravó, esos vuelos fueron cancelados y hasta que las fronteras se cerraron por completo. Pero no todos los países siguieron el mismo modelo de respuesta: Hong Kong y Japón cerraron sus escuelas en seguida, mientras que Singapur las mantuvo abiertas. Pero todos actuaron rápidamente, mediante unas respuestas coordinadas y dirigidas por expertos.

Los Tigres Asiáticos también tenían nuevos centros de tratamiento, incluido el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur (NCID), con 330 camas, inaugurado el año pasado, que se encuentra a 10 minutos en coche desde mi oficina. Un amigo, el caso 113 de Singapur, pasó allí varias semanas en marzo, después de haber contraído el virus en un viaje a Europa y de empezar a sentir síntomas en su vuelo de regreso a casa. Primero lo llevaron al centro para realizarle la prueba: “La situación era bastante posapocalíptica, con todos en trajes de plástico con grandes gafas y mascarillas, en salas llenas de separadores de plástico”, explica. Luego le enviaron a casa para aislarse y esperar los resultados. Unas horas más tarde recibió una llamada. Mi amigo recuerda: “Me dijeron: Su prueba es positiva. La ambulancia llegará allí en 20 minutos. Prepare sus cosas”.

“La tecnología también era importante. China desplegó una extensa e invasiva vigilancia para controlar la propagación del virus, forzando a los gigantes tecnológicos a rastrear y monitorizar a cientos de millones de ciudadanos. Empezaron a aparecer nuevas aplicaciones, especialmente el Alipay Health Code, que asignaba a los usuarios una calificación verde, amarilla o roja, en función de sus registros de salud personales con la empresa. La aplicación, que compartía información con la policía y otras autoridades chinas, decidía quién debía estar en cuarentena y quién no

La salud pública impulsó la política, y no al revés. Las economías liberales occidentales descuidaron el tipo de capacidad estatal en materia de salud pública y la preparación para pandemias que los estados asiáticos llevan años reforzando en silencio.

Aceptémoslo, el estilo de vida que conocíamos no va a volver nunca. La mejor estrategia para frenar la pandemia de coronavirus requiere que nos confinemos durante dos de cada tres meses, según un modelo del Imperial College de Londres. Y el mes que podamos salir, las normas sociales deberán cambiar drásticamente, algo que afectará principalmente a los más vulnerables por Gideon Lichfield y traducido por Ana Milutinovic 24 Marzo, 2020.

Todos queremos volver a la normalidad cuanto antes. Pero parece que la mayoría de nosotros todavía no somos conscientes de que nada volverá a la normalidad después de unas semanas,

“El presidente ya había amenazado con quitar los fondos al organismo que depende de la ONU, debido a su gestión ante la pandemia de coronavirus en el mundo

Durante la conferencia de prensa diaria del día martes, Donald Trump anunció que suspenderá el financiamiento que Estados Unidos hacen a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en medio de la pandemia por coronavirus en el mundo, que ya dejó al menos 123.920 muertos y casi 2 millones de contagios.

“Hoy ordeno la suspensión del financiamiento de la Organización Mundial de la Salud mientras se lleva a cabo un estudio para examinar el rol de la OMS en la mala gestión y el encubrimiento de la propagación del coronavirus”, declaró Trump en rueda de prensa. “La OMS encubrió la difusión de información errónea de China sobre el virus”, añadió el presidente desde la Casa Blanca. Según él, el organismo aceptó “sin cuestionar” la palabra de China, “e incluso la halagaron por su transparencia”. “Dijeron que no había necesidad de imponer restricciones de viaje. Eso probablemente causó que la cantidad de casos se multiplicara por 20, y la cifra podría ser mayor”, agregó.

Foto de archivo del Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un rueda de prensa en Ginebra [28 de febrero de 2020] (Reuters/ Denis Balibouse)

Según Trump, la OMS impidió la transparencia informativa sobre el brote de coronavirus y Estados Unidos, su mayor financista -aportó USD 400 millones el año pasado- ahora “discutirá qué hacer con todo ese dinero que va a la OMS”. “Si la OMS hubiera hecho su trabajo y enviado expertos a China para evaluar objetivamente la situación en el terreno, el brote se hubiera contenido con muchas menos muertes”, añadió. “Con el estallido de la pandemia de COVID-19, tenemos profundas preocupaciones sobre si la generosidad de Estados Unidos ha sido utilizada de la mejor manera posible”, añadió.

La semana pasada, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, había respondido a las acusaciones del presidente de los Estados Unidos: pidió no politizar la crisis a riesgo de que esto se traduzca en un número mayor de muertes e hizo un llamado a los líderes mundiales a “no politizar” la pandemia. Sin embargo, esta semana el organismo se vio involucrado en un escándalo, cuando Taiwán anunció que había advertido al organismo sobre la pandemia.

La OMS desmintió a la presidente del país asiático, Tsai Ing-wen, quien informó que su país había alertado -en diciembre pasado- sobre al menos siete casos de neumonía atípica en Wuhan; información que fue desestimada por la OMS. Ghebreyesus acusó el miércoles pasado a Taipei de estar orquestando una campaña de difamación en su contra a la que calificó como racista, conceptos que ofendieron y generaron furia en la administración taiwanesa, históricamente acosada por Beijing. “El enfoque de todos los partidos políticos debería ser salvar a su gente. Por favor, no politicen este virus”, dijo Ghebreyesus.

Pero Trump no ahorró críticas al organismo: “La OMS no logró obtener, chequear y compartir adecuadamente información de manera oportuna y transparente. El mundo depende de la OMS para trabajar con otros países y asegurarse de que la información correcta se comparta. También confía en que mantenga su independencia y diga la verdad acerca de lo que sucede. No cumplió con sus deberes básicos y debe rendir cuentas”.   

Además, añadió el mandatario, la OMS “no investigó reportes creíbles de fuentes en Wuhan que contradecían la información oficial de China. Había información creíble para sospechar que el coronavirus se transmitía entre humanos en diciembre de 2019″.Con todo, el presidente estadounidense afirmó que su país continuará interactuando con el organismo a la espera de “reformas significativas”. https://www.infobae.com/america/

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