Emelly Milla
San Pedro Sula. Hace 8 años fue cruelmente asesinada por la espalda una de las luchadoras sociales con mayor trayectoria en Honduras, Margarita Murillo, quien fue una mujer fuerte y comprometida. Una líder campesina reconocida por su trayectoria en movimientos políticos y sociales, nacional e internacionalmente. Su muerte sigue en la impunidad y no hay investigación en torno a este caso.
Las organizaciones: el Foro de Mujeres por la Vida, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ), la Coalición Contra la Impunidad, la Red Nacional de Defensoras de DDHH en Honduras, la Clínica de Derechos Humanos en Acción del Instituto de la Promesa de los Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), hacen un llamado a las instituciones operadoras de justicia, para que se retome la investigación en el caso de Margarita Murillo y se le haga justicia para que su asesinato no siga en la impunidad.
Como una sembradora incansable de luchas, coherencia, amor y valentía la recuerdan y exigen el acompañamiento auténtico a las poblaciones que han sido excluidas del derecho al acceso a la tierra. En memoria de Margarita, las organizaciones populares y de mujeres se comprometen a continuar con las luchas que ella dejó y a continuar con el mismo compromiso para lograr transformaciones radicales en el país.
¿Quién fue Margarita Murillo?
Margarita Monserrat Salinas Murillo nació el 13 de noviembre de 1958 en Chaleca, Copán. A los 13 años comenzó su participación en movilizaciones de campesinos. Ella fue una líder y defensora de los derechos humanos, del medio ambiente y la imagen de la defensa campesina en sus tierras. Ella fue fundadora de La Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC) y del Frente Nacional de Resistencia Popular.
Margarita formó parte del Foro Social del Valle de Sula y debido a sus luchas incansables a favor del pueblo fue víctima de señalamientos, estigmatizaciones, persecuciones y criminalización junto con su familia. Margarita fue capturada y torturada durante una semana mientras trabajaba junto a la CNTC. Seguidamente fue exiliada de Honduras y regresó clandestinamente. Para el golpe de Estado, mientras coordinaba el Frente Nacional de Resistencia Popular, su hijo fue secuestrado, torturado y liberado un mes después, pero nada la detuvo.
En 2010, ERIC-SJ y Radio Progreso le concedió el Premio Patriota del año, por su incansable trabajo en servicio a la comunidad. A pesar de ser una dirigente para muchos, ella siempre recordó sus orígenes y continúo trabajando la tierra. Mientras ella cultivaba una de sus parcelas en su casa, fue asesinada por la espalda. Margarita quedó en medio de la tierra que tanto apreciaba, con una herramienta de labranza en mano. Su muerte enlutó a los defensores de los derechos humanos, trabajadores de la tierra, a la resistencia en Honduras y otras entidades internacionales que lamentaron la muerte de una mujer ejemplar, describieron las organizaciones que convocaron a una conferencia de prensa para demandar la justicia que merece Margarita y su familia.