Queridos hermanos:
Reciban un Saludo de Paz y Bien con las bendiciones del Señor, concluyendo ya el Itinerario Cuaresmal a las vísperas de la Semana Santa 2025.
Una vez más nos preparamos para la Celebración de esta Semana Santa, la semana más Grande del Año – Semana Mayor – que es un tiempo en el que los cristianos conmemoramos y revivimos los misterios centrales de nuestra fe: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que constituyen el misterio pascual, el centro de la vida del Señor.
En el Domingo de Ramos, recordamos la entrada de Jesús en Jerusalén y salimos a nuestras calles de la ciudad, del barrio o de la aldea, con las palmas en las manos, los cantos en los labios y la paz en el corazón, para proclamar públicamente a Jesucristo como Rey de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestro país que quiere vivir en paz. Este día pedimos al Señor que, los que ejercen el poder en Honduras, lo pongan al servicio de la paz, de la concordia, del bien de las personas y de la convivencia pacífica.
Con el Jueves Santo, da inicio el Triduo Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, donde conmemoramos la Última Cena, en la cual Jesús nos dejó el mandamiento nuevo: ámense unos a otros como yo los he amado; pedimos al Señor, en este día, ser signos vivos de su amor y servicio a los hermanos y evitar toda división y confrontación en nuestras familias y nación.
En el Viernes Santo, miremos la cruz del Señor de donde brota la paz con Dios y entre nosotros. Dios, que es amor, nos creó por amor y para vivir en armoniosa comunión con Él y con los demás. Pero el egoísmo, el odio y la injusticia rompen la comunión, levantan barreras de división, producen enemistades irreconciliables, generan violencia y muerte. Con la cruz, pedimos al Señor que cesen las injusticias y se abran caminos de oportunidades para
todos. Con la cruz, pedimos al Señor que se rompan todas las cadenas de corrupción, de pobreza y de falta de oportunidades de desarrollo para todos.
La Semana Santa culmina con la celebración gozosa, transformadora y luminosa de la Pascua de resurrección, el “paso” de Jesús de este mundo al Padre, de la muerte a la Vida, de la humillación a la glorificación. Jesucristo ha resucitado, y sólo Él es capaz de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida. Que la luz de la resurrección ilumine nuestras mentes y convierta nuestros corazones, haciéndonos conscientes del valor de toda vida humana, que debe ser acogida, protegida y amada.
Les invito a vivir este tiempo de gracia y de descanso en familia y a participar de todos los actos litúrgicos que tienen preparadas las diferentes parroquias de nuestra Arquidiócesis de San Pedro Sula.
Recuerden andar con toda precaución para evitar males a sus seres queridos. No hagamos de este tiempo Santo, un tiempo de libertinajes y de desórdenes que vayan a provocar daño a los demás.
Les deseo, desde ya, una feliz Semana Santa y Feliz Pascua de Resurrección.
San Pedro Sula, 11 de abril de 2025.
+ Mons. Michael Lenihan, OFM, Arzobispo de San Pedro Sula