Argumentar que las Fuerzas Armadas antes reprimían, pero ahora no, no solo es falso, sino antifeminista”, afirma la cantora popular Karla Lara

Por Karla Lara* Reportar sin Miedo

Tegucigalpa, Honduras. Las que nos nombramos “feministas” en este país no somos muchas, en los pueblones grandes donde vivimos nos conocemos, sabemos de las alianzas que sostienen a determinados grupos, sabemos de sobra quién armó tal iniciativa, quién desarmó otra, comentamos sobre quiénes simpatizan con determinados grupos y quiénes dicen cosas incómodas, no somos muchas, somos identificables.

El ejercicio de la resistencia en las calles nos hizo conocer a otras feministas, algunas ni se nombraban así, definitivamente, porque ese grupo de capitalinas y sampedranas feministas les parecíamos muy académicas, muy oenegeístas, muy ocupadas en llenar “los resultados deseables” del marco lógico que sostiene los proyectos, exactamente como le pasa a casi todo el movimiento social y popular.

Desde que nos compramos la “democracia” y la alternabilidad en el poder formal que exige, es la primera vez que supuestamente habría un partido político como una de las frases de la canción de Milanés “no es perfecto, mas se acerca a lo que yo simplemente soñé”, ni los cachos ni los liberales fueron ni el asomo de una opción, digo esto para las resistencias fortalecidas del golpe para acá, no para los liberales golpeados que terminaron siendo la cúpula del Partido Libertad y Refundación, a través de su cuestionable, por mañoso, M28 de Junio.

Junto a la democracia nos compramos la ventaja de la primera mujer presidenta, y acá el error de vaciar la propuesta feminista de una mirada de clase, raza y colonia, para suponer que era suficiente “ser mujer”, y la agenda feminista que firmó Xiomara Castro con la Plataforma 25 de Noviembre, en la que cosas básicas como la despenalización de la pastilla anticonceptiva de emergencia, el aborto en sus tres causales, la ley integral de violencia contra las mujeres, y muchas otras cosas, apenas han sido papel, cuando mejor les ha ido, endeudamiento para otras con el politizado Credimujer, procesos legales en los que el Estado bien podría ser demandado por negligencia en la defensa del derecho a decidir de las mujeres.

Muchas feministas, sin estructura, es cierto, apenas voces incómodas por un lado y otro, no creemos que sea sano dejar a un lado la crítica a cosas básicas que este gobierno presidido por Xiomara Castro está impulsando de manera errada. Vivimos bajo un estado militarista y el feminismo es en esencia antimilitarista, no decirlo, argumentar cosas terribles como que las Fuerzas Armadas antes reprimían, pero ahora no, no solo es desfachatado y falso, sino antifeminista. Las “fuerzas amadas” y quienes repiten ese discurso, solo porque es el discurso hegemónico que sostiene, no al pueblo, sino la gobernanza de Libre en el poder, es algo que nos pone en proyectos políticos diferentes.

No condenar a este Estado por su negligencia en la defensa de la PAE es también un acto de traición al movimiento feminista, el silencio nos hace cómplices de una deuda histórica con las mujeres.

No condenar a este Estado por su negligencia en la defensa de la PAE es también un acto de traición al movimiento feminista, el silencio nos hace cómplices de una deuda histórica con las mujeres. No condenar a este Estado por el asesinato de compañerxs por luchar y defender los bienes comunes, no condenar a este Estado porque las ZEDE siguen operando, haciendo experimentos terribles con humanxs para prolongar la vida de la gente adinerada, no condenar a este Estado por su complicidad en la continuación de proyectos de muerte como Pinares Ecotek y muchos otros, por la desaparición forzada a manos de policías y militares de compañeros garífunas de la Ofraneh, por la criminalización que enfrenta gran número de defensoras y defensores de territorios, no condenar a este Estado por su hipocresía de decir “Palestina libre”, pero sostener relaciones económicas y militares con el Estado genocida de Israel. Repetir que todo está bien no les hará quedarse, no querer ver todo eso y justificar cada cosa como una herencia de la narcodictadura es discurso que ya no aguanta, que ya no pega, mucho menos en sus cálculos electorales.

No somos las mismas, yo quiero separar mi voz de las de Ustedes, feministas de la oficialidad, burócratas que esgrimen sufrir adentro, sin nunca alzar su voz para condenar a esos machos, comenzando por Mel Zelaya, lejos de eso, derretirse frente al Caudillo, expresándole su sumisión y su contento.

Esta película no es de vaqueros, aunque haya uno como parte de la trama, no es de buenas y malas, es de gente que está por un proyecto político que es la continuación de lo mismo, que prontito se pareció a todo lo que antes criticó, se aburguesaron, les gustó la placidez del salario, “esa sensación de ternura que produce el dinero”, como decía el poeta Sosa, se aferran y cualquier crítica la califican de ataque, para seguir como bueyes con yunta, sin ver a los lados, para esos lados por los que dejaron de pasar luego de subirse a sus Patroles y tener guaruras porque sus vidas son más importantes que la de los que les cuidan.

Ponen la queja si una tiene la sinceridad de marcar una distancia, se pulen en publicaciones en redes donde apelan a la ancestralidad de sus luchas, la cantidad de gas que se tragaron sigue siendo la licencia para conducirse en el poder como herederos eternos de un reinado que apenas es un trabajo bien pagado, y como todos los trabajos, tiene un tiempo de expiración.

No soy mejor que nadie, no hablo desde ninguna superioridad moral, ni revolucionaria, solo estoy anotada en otro bando, uno que no negocia, que no legitima a ese montón de machos librerales con los que hasta se casan para tener la familia feliz y perfecta del mandato patriarcal, uno que no soporta su propaganda dogmática en tiempos electorales, yo soy de un proyecto que busca autonomía, que no concilia con los esencialismos biologicistas solo por conveniencia, de uno que no sabe bien cómo, pero tiene claro que NO es como ustedes lo están haciendo, con sangre de gente luchadora, con complicidad y apañamiento a los mismos ricos corruptos que dicen que son empresarios, con tanto milico y chepo abusando a diario sabiendo de su involucramiento en el narcotráfico, con todo en marcha porque lo único que hacen es mal administrar el modelo de muerte del extractivismo y no les da ni vergüenza.

Me ha costado escribir esto, estoy triste, enojada, yo también las vi un día con admiración y respeto porque eran radicales, locas, atrevidas, transgresoras, así como se supone que es el feminismo, a mi también me han decepcionado. Ustedes son más y Ustedes sí están en el poder y van a encontrar el discurso que les acomode para seguir ilesas en estos tiempos. Podría haber arriesgado un contrato para cantar, pero mi palabra que sigue siendo crítica dejó de serles útil desde el primer día en el que están en el poder y entonces los contratos para cantar, también. Rixi Moncada está bien cool, semejantes canastones de tres puntos que se anota, se despeina poco, se viste con buen gusto para cada ocasión, será la próxima Presidenta, ustedes las feministas burocráticas tendrán para seguir modelando sus buenas mudadas que se compran ahora en tiendas caras, mientras tanto habremos unas viejas testarudas, charraludas, incómodas, impertinentes, gozosas de escribirles estas líneas para marcar una distancia, yo no tengo nada en común con Ustedes, por eso, ¡no me digan compañera!

Loading

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 2

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here