San Pedro Sula, Honduras. – Con el objetivo de mejorar la calidad de la atención psicológica brindada a personas afectadas por la violencia, este 19 y 20 de junio se desarrolló una jornada de fortalecimiento técnico de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS) dirigida al personal de psicología del sistema estatal de salud, con el objetivo de brindar una atención de calidad a los usuarios sobrevivientes de violencia que visitan los establecimientos de salud.
La actividad es impulsada por la Secretaría de Salud (SESAL), en coordinación con la Cruz Roja Hondureña y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en el marco de un esfuerzo interinstitucional por fortalecer la respuesta en salud mental y apoyo psicosocial en contextos de violencia, donde el rol del personal de psicología es clave para brindar atención sensible, humana y basada en evidencia.
Durante dos días, profesionales de diferentes niveles participaron en sesiones teórico-prácticas sobre modelos de abordaje psicológicos de la pérdida ambigua, protocolo de sesión única, apoyo psicológico grupal, técnicas de regulación emocional y mecanismos de derivación de casos que requieren protección.
En el componente derivación también se abordó la identificación de personas que podrían haber necesitado medidas de protección, así como los protocolos de búsqueda de personas desaparecidas. La Oficina de Protección al Hondureño Migrante (OPROHM), el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) y el CICR brindaron información sobre sus respectivas rutas de atención para estos casos. Además, el CICR difundió la ruta de atención de la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), en el marco de la Ley para la Prevención, Atención y Protección de las personas desplazadas internamente y su reglamento, contribuyendo al fortalecimiento de los mecanismos interinstitucionales de protección.
Esta jornada forma parte de una serie de acciones impulsadas para responder de forma integral a las necesidades de las personas sobrevivientes de violencia. Con ellas se busca no solo reducir el sufrimiento psicológico inmediato, sino también contribuir al restablecimiento de la funcionalidad, el bienestar y la dignidad de quienes han atravesado situaciones potencialmente traumáticas.