¡MIENTEN!

El grupo POR NUESTROS HIJOS, vinculado a los sectores más conservadores de las iglesias evangélicas y católica, en las últimas semanas ha venido realizando ataques directos contra la propuesta de Ley Especial Integral contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-VCM), que promueve y garantiza nuestro derecho a una vida libre de violencias, tanto en el ámbito público como en el privado.

Para atacar, han construido una serie de narrativas falsas que son enfermizas, retorcidas y perversas para generar miedo en la sociedad y anticuerpos en el Congreso Nacional. Por ello, las integrantes de la Comisión de Seguimiento a la Ley Especial Integral contra las Violencias hacia las Mujeres, a la ciudadanía en general, aclaramos por qué estos grupos MIENTEN.

PRIMERO: MIENTEN porque desde 2015, 129 mujeres de redes y de organizaciones de todo el país hemos venido trabajando y construyendo esta propuesta que fue analizada por grupos de expertos y expertas de diferentes disciplinas; además fue consultada con otros actores sociales, de la empresa privada, del gobierno y de la comunidad internacional. La LEI-VCM, se trata de un parto de las mujeres hondureñas comprometidas en la lucha contra las violencias hacia las mujeres, que no tiene que ver con Ecuador ni con ningún otro país, ya que no plagiamos, pues tenemos la capacidad de construir una ley a nuestra medida a partir de nuestros propios contextos, haciendo uso además, de la experiencia que comprende más de 30 años de trabajar la problemática, la jurisprudencia internacional, la doctrina jurídica y del análisis de derecho comparado con legislaciones de países con situaciones similares de América Latina.

SEGUNDO: MIENTEN porque la LEI-VCM no ha ingresado al Congreso Nacional. En noviembre de 2019 entregamos oficialmente la propuesta a la entonces directora del INAM, quien manifestó su interés de introducir la propuesta al Congreso Nacional. Sin embargo, frente a las noticias de corrupción y de vinculación con el crimen organizado de parte de funcionarios del gobierno del Partido Nacional y de otros poderes del Estado, le manifestamos que preferíamos realizar ese proceso después de las elecciones de noviembre de 2021. Ella respetó nuestra decisión y fue hasta el 8 de marzo de 2022 que entregamos la LEI-VCM a la presidenta Xiomara Castro quien mostró interés y disposición de que su equipo revisara el documento antes de enviarlo al Congreso Nacional. Durante 2022 y parte de 2023 revisamos el documento junto con la Secretaría de la Mujer, la Secretaría de la Presidencia, el Ministerio Público, el Poder Judicial, otras Secretarías de Estado y con la Comisión de Género del Congreso Nacional. Actualmente la propuesta se encuentra en manos de la Corte Suprema de Justicia quien dará su opinión, previo a que la presidenta Xiomara Castro la envíe al Congreso, tal como lo prometió.

TERCERO: MIENTEN, porque la propuesta de LEI-VCM lo que pretende evitar es que ocurran hechos de violencia contra las mujeres; atenderlos cuando ocurren; sancionarlos de acuerdo a nuestro marco legal y reparar a las víctimas y sobrevivientes. Los agresores, donde se encuentren, en la empresa privada, el sector educativo, las iglesias, o los gremios profesionales seguramente se sentirán amenazados cuando el Estado, en su conjunto, combata las violencias abordando sus causas, la desigualdad y discriminación de las mujeres, desde las raíces de la problemática. Esperamos que la ley sea un disuasivo a sus conductas agresoras, ya que ellos no nacen así, aprenden a serlo en un ambiente tolerante a las violencias contra las mujeres.

CUARTO: MIENTEN porque la propuesta de LEI-VCM reconoce el sexo y el género de las personas, tanto de los agresores como de las agredidas. Basado en ese reconocimiento es que plantea medidas, mecanismos y políticas integrales orientadas a la detección, prevención, atención, sanción y reparación de las violencias que enfrentan las mujeres por su condición de género. La LEI-CVM no le cambiará el sexo ni el género a nadie.

QUINTO: MIENTEN cuando dicen que la propuesta de LEI-VCM violenta la Constitución, ya que la misma fue elaborada de acuerdo a los estándares NACIONALES de derechos humanos y los tratados universales e interamericanos que el Estado de Honduras, de manera soberana, ha ratificado.

SEXTO: MIENTEN cuando dicen que la LEI-VCM obligará a los médicos a realizar abortos. La propuesta reconoce algunos derechos sexuales y reproductivos, pero no el aborto como derecho, aun cuando somos conscientes que la penalización total del aborto vigente en Honduras y en menos del 3% de los países del mundo, viola el derecho a la vida, a la salud, a la igualdad y no discriminación de las mujeres, entre otros derechos reconocidos constitucionalmente.

SÉPTIMO: MIENTEN cuando dicen que la LEI-VCM atenta contra los valores. Esta ley incluye la prevención de las violencias contra las mujeres, con medidas para que en distintos espacios se aprenda y practique el valor del respeto hacia las mujeres. Con ello, es necesario desaprender la agresión y la violencia como prácticas interiorizadas en esta cultura.

OCTAVO: MIENTEN cuando dicen que la LEI-VCM es contraria a nuestra legislación. Esta ley busca crear condiciones de igualdad y no discriminación, tal como reconoce el artículo 60 constitucional, y se refiere exclusivamente a las distintas formas de violencias contra las mujeres. La discriminación es un delito de acuerdo a nuestro Código Penal y por ello, la LEI-VCM debe incluir y proteger a todas las mujeres, heterosexuales o no, incluidas las mujeres y hombres trans quienes, si llegan a ser acosadas, violadas o asesinadas por un hombre, pueden hacer uso de esta ley denunciando a su agresor.

NOVENO: MIENTEN cuando dicen que la LEI-VCM atenta contra la familia. Al contrario, basada en la realidad de nuestro país y nuevamente con el fin de no cometer discriminaciones, la Ley reconoce a todas las familias, sin exclusión de ninguna y sin perjuicio a alguna.

DÉCIMO: MIENTEN al afirmar que la LEI-CVM atenta contra nuestras costumbres. Esta ley tiene como objetivo erradicar prácticas tradicionales nocivas que persisten en todo el mundo, incluyendo Honduras. El incesto; el matrimonio infantil; la maternidad forzada; las violaciones sexuales en el ámbito de la familia; dejar encadenadas a las hijas; las golpizas a los hijos e hijas; el chantaje emocional a las mujeres por parte de sus parejas instrumentalizando a los hijos; no dejar estudiar a las mujeres; obstaculizar la participación política de las mujeres; el trato deshumanizado en el parto o en las atenciones ginecológicas o cualquier otra práctica que se da en los hogares o en las instituciones públicas o privadas. Estas prácticas tradicionales nocivas son costumbres generacionales e institucionales que constituyen formas de violencia específicamente contra las mujeres y por ello son incluidas en esta propuesta de ley. Si los padres y madres no son agresores de sus hijas no corren riesgo de que el Estado les suspenda o quite la guarda y cuidado, así como la patria potestad. Y si el Estado cumple con sus obligaciones garantizando los derechos humanos de las mujeres, niñas y niños de nuestro país se estará avanzando en garantizar una vida con dignidad, en igualdad y sin discriminación, tal como lo establece la Constitución de la República ¿Acaso ésta no es una aspiración de toda la población hondureña?

ACLARAMOS que la LEI-VCM ha sido elaborada con el esfuerzo de muchísimas mujeres hondureñas durante muchos años. Todo lo hemos hecho con fondos de la cooperación internacional, recursos auditados y auditables. Nada viene del dinero de nuestros impuestos, de negocios sucios, de regalos de incautos o del narcotráfico.

Confiamos en que la presidenta Xiomara Castro envíe el proyecto de Ley al Congreso Nacional y que éste no se deje engañar por estos grupos que usan sofismas y que se encuentran vinculados a personajes que históricamente han flagelado a nuestro país.

Oponerse a la LEI-VCM es ser agresor o cómplice de los agresores.

Tegucigalpa, 21 de marzo de 2024 Comisión de Seguimiento a la propuesta de LEI-VCM