En un comunicado oficial, la Secretaría General de la OEA instó a los actores políticos a cesar las injerencias y evitar una parálisis que socave la confianza pública

Por Redacción de RSM

Tegucigalpa / Washington. En un pronunciamiento, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) elevó ayer un llamado de alerta sobre el proceso electoral en Honduras. En el documento expresó su «preocupación por los recientes acontecimientos» que lo afectan. 

De esta manera, el organismo hemisférico hizo eco a la declaración de su Misión de Observación Electoral (MOE) en el país, subrayando que «es responsabilidad del Estado garantizar la autonomía, la continuidad y el libre ejercicio» de las instituciones electorales.

El comunicado, emitido desde Washington D.C., enfatiza que, más allá de los debates legítimos sobre procedimientos, las autoridades electorales «deben poder realizar su labor técnica de conformidad con la ley, libres de injerencias y presiones indebidas de cualquier actor político». 

Asimismo, la OEA calificó la independencia y estabilidad de estas instituciones como «pilares esenciales de la gobernanza democrática». Esta advertencia llega en un momento crítico, a pocas semanas de la celebración de los comicios generales.

El fondo de la crisis, parálisis interna y acusaciones

La declaración de la OEA no detalla los «recientes acontecimientos», pero se produce en un contexto de creciente tensión y crisis dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE). 

Así, durante las últimas semanas, medios locales como Reportar Sin Miedo han documentado una serie de eventos que explican la preocupación internacional.

Acusaciones y contraacusaciones: se han reportado graves acusaciones, incluyendo señalamientos de que algunos estarían «planeando un caos electoral». Incluso la consejera electoral Cossette López ha denunciado públicamente que su «vida está en peligro».

Parálisis en la toma de decisiones: reportes indican una profunda división interna que ha llevado a la «parálisis» a la que alude la OEA, dificultando decisiones cruciales para el desarrollo del proceso. El llamado «caso Jorge Cálix» evidenció estas fracturas, generando una crisis de legitimidad.

Falta de reconocimiento: figuras políticas, como Rixi Moncada, han declarado que no reconocerán la transmisión de datos del CNE, sembrando dudas sobre la aceptación de los resultados futuros.

DUDAS. La candidata del oficialismo, Rixi Moncada, declaró que no reconocerán la transmisión de datos del CNE.

Este escenario de confrontación interna y presión política externa es exactamente el tipo de situación que, según la OEA, puede «socavar el calendario electoral [y] afectar la confianza pública en el proceso electoral».

Un llamado al respeto

Frente a este panorama, la Secretaría General de la OEA hizo un llamado directo a «todos los actores a respetar el marco institucional y contribuir a la celebración de las elecciones generales en la fecha establecida y en las mejores condiciones posibles».

El mensaje es claro: pese a las diferencias, el proceso debe avanzar sin más interferencias que pongan en riesgo la estabilidad democrática. La OEA cerró su comunicado reafirmando su «compromiso de apoyar la democracia en Honduras» y confirmó que su Misión de Observación Electoral permanecerá en el país, vigilante del desarrollo de los comicios. La pelota, ahora, está en la cancha de las instituciones y los actores políticos hondureños.

Loading

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here