Por Lourdes Ramírez

Centroamericana de Comunicación Colectiva (CCC), fue una iniciativa de un grupo de profesionales, algunos periodistas, otros escritores, que publican sus columnas en los medios escritos y aparecen en la pantalla chica, o escuchamos sus voces a través de la radio. Una de ellas es una científica destacada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, (UNAH).

Comenzamos con investigaciones puntuales, con temas actuales, a mitad de la década de los 90s. “Industria sin Chimeneas”, “De Militares a Prósperos Empresarios”, “Próvida y las liberadas de Beijing”, “La Corrupción en el IHSS”, “La Historia de los Ricos de Honduras”, entre otros, fueron algunos de los temas que publicamos en la revista “Tiempos Nuevos”, que se editó entre el 1995 y 1996. Pero, entre los proyectos más importantes, encargados a la novel editora, estaba “Una Estrella No Nace“, el libro que reflejaría lo destacado del gobierno del ex presidente Rafael Leonardo Callejas Romero, en ese entonces, había dejado apenas su mandato y quería destacar lo que él consideraba “lo mejor” de su gobierno.

Él quería publicar un libro, pero no era escritor, entonces buscó a uno de los más respetados columnistas del momento, que junto a su equipo de trabajo iniciarían largas jornadas de entrevistas al ex presidente en su residencia, sobre diversos temas, un tema por jornada. El equipo de la CCC no era improvisado y sostenía extensas reuniones previas, con expertos en los diferentes temas relacionados con el gobierno; economía, política exterior, ambiente, etc. Claro, había temas que estaban prohibidos, estaba claro desde el principio, que ese libro no hablaría de la primera dama, porque no era sobre su gestión que se escribiría, pero nosotros ya sabíamos el por qué y cuál era el tema que no se debía tocar, varios escándalos habían surgido que involucraban a la ex primera dama.

Conocimos la casa del ex presidente, las reuniones siempre fueron en horas de la tarde, con escasas excepciones se hacían en la mañana, eran frecuentes, porque era un interés personal de Callejas. Hablamos de sus logros más importantes y de lo que él llamaba sus dos grandes frustraciones durante los cuatro años: La Stone Container y Ciudad Mateo, la primera porque se politizó y satanizó según él, fracasó el proyecto del manejo de los bosques y la compañía se instaló en Costa Rica, posteriormente, ganaron un premio internacional del ambiente los Ticos con esa empresa.

La otra frustración Ciudad Mateo, porque era un proyecto de más de mil viviendas para empleados públicos, aprobado, por el asesor en materia ambiental, un ginecólogo, que, después pasó a ser el primer ministro del ambiente y ya como ministro, bloqueó el proyecto, porque asesorado por expertos ambientales se dio cuenta que no era viable, aunque ya estaban terminadas de construir esas viviendas. Esos eran los dos “únicos” fracasos de su gobierno, según el ex presidente Callejas.

Retomando el tema del libro, conocimos toda su historia, como su padre lo prepara desde niño para ser presidente de Honduras, como a sus 13 años ya se había leído 60 obras literarias. Fue tratado de forma diferente entre sus hermanos y hermana, según sus propias palabras.

Habló de la Asociación para el Progreso de Honduras (APROH), un consorcio empresarial, cuyos socios eran un grupo de empresarios y coroneles, como se integró, cuáles eran los propósitos, quienes participaron, quienes la financiaron, analizaron la situación referente a las revoluciones de Nicaragua y El Salvador, así como el crecimiento de la oposición y descontento popular en Honduras.

El libro “Una Estrella No Nace”, reflejaba esa preparación de parte de su padre, como lo separó del resto de sus hermanos para pulirlo, para cultivarlo. Preparados en cada tema, para preguntar y repreguntar, había que hacerlo y nos capacitamos con los mejores para lograrlo. El libro fue tomando forma, pero luego comenzó lo que él llamó “persecución política” de parte del gobierno de Carlos Roberto Reina, “El Gobierno de la Revolución Moral”, comenzaron a reflejar muchos actos de corrupción de su gobierno, “El Chinazo”, “El Arrozazo”, “Comunitas”, entre otros.

Callejas quería limpiar su nombre y hasta que lo hiciera podía publicar el último capítulo del libro. Logró 16 cartas de libertad, https://www.proceso.hn/component/k2/item/76605.html, pero no era suficiente, él quería reivindicarse con los hondureños, pensó en ser Alcalde de Tegucigalpa, diputado por Francisco Morazán, o llevar la selección al mundial de fútbol, pero, aunque Honduras fue a los mundiales bajo su dirección, su imagen estaba resquebrajada, como aquel espejo que se quiebra y no puede lograr volver a su estado original o la hoja que destruyes y luego quieres estirar.

Marvin Ponce, asesor del actual gobierno nacionalista, le dijo “El abanderado de la corrupción”, tuvo que pedir disculpas públicas después para no ir a la cárcel. El libro se quedó en las gavetas de los escritorios, junto a horas y horas de grabaciones en casetes. Recuerdo su casa elegante con cuatro salas, decoradas por diseñadores, una para recibir a los periodistas, otra para los políticos, otra para la familia y la otra no recuerdo para quiénes.

Observaba de cerca al presidente, siempre con aquella energía que le caracterizaba, caballero, educado, lo había visto jugar al voleibol en la vieja Casa Presidencial con la guardia de honor, a través de una ventana de madera, mientras enviaba los télex a los medios impresos con las noticias del día generadas desde la Secretaría de Prensa y Radio Nacional de Honduras. Lo había visto en la campaña política arrasando la simpatía de los jóvenes y las mujeres, porque esa era la estrategia de su campaña, conquistar a los nuevos votantes.

A finales de marzo de 2016 “La Nueva Energía” se declaró culpable en una corte de New York por su participación en actos de soborno en el caso conocido como el Fifagate, una acusación por parte de la justicia de Estados Unidos. Recordé el libro que nunca se publicó porque no logró recuperar la confianza del pueblo hondureño como esperaba lograrlo según sus palabras.

El 4 de abril de 2020, a los 76 años de edad, murió el expresidente Callejas, sin publicar su libro “Una Estrella No Nace”, la estrella se apagó, en un hospital de Atlanta, Estados Unidos. Hoy muchos hondureños lo lloran, especialmente los de su partido político, otros recuerdan la corrupción que quedó en la impunidad en Honduras. Que su muerte sirva de reflexión para los políticos de turno, a quienes la mano de la justicia siempre podrá alcanzarlos. En Alta Voz, no podemos dejar de compartir éstas experiencias cercanas, que nos muestran un poco más de lo que se ve a simple vista.

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