Declaro: que mi amor a Centro América muere conmigo
Así firmaba Morazán:
El Héroe de dos Ríos no legó lo siguiente “Honrar Honra”
DECRETO NÚMERO 2.-LA GRAN LOGIA DE HONDURAS, reunida en sesiones de Extraordinarias. CONSIDERANDO: Que es un deber ineludible de la Fraternidad Masónica, enaltecer la memoria de aquellos de sus miembros sobresalientes que supieron honrarla y dignificarla, tanto en su vida pública como privada; CONSIDERANDO: Que el Doctor Miguel Echarri, grado 33 y Ex Gran Maestre del gran oriente Neogranadino, del Gran Oriente de Colombia, fue expulsado de su país, el año de 1826, por motivos de política interna, estableciéndose en Honduras, temporalmente, y aprovechando su permanencia en este país, inició en los Augustos Ministerios de la Masonería al General Francisco Morazán y a don Dionisio de Herrera, en aquella fecha Jefe de Estado de Honduras; CONSIDERANDO: Que son concluyentes los documentos que obran en los Archivos Masónicos y Nacionales, con los que se comprueba que el HÉROE MAXIMO, fue iniciado en la Masonería Hondureña, motivo por la cual, don DAMASO UGARTE alcalde entonces de Tegucigalpa, expidió un bando que se publicó y fijó en el Cabildo, declarando al General Francisco Morazán, persona non grata, y ordenando su expulsión por ser masón y revolucionario; y, CONSIDERANDO: Que el 14 de septiembre del presente año, se conmemorará el PRIMER CENTENARIO del fallecimiento de aquel patricio, y que es un deber de la Masonería Hondureña, particular en los actos de tan magno acontecimiento, dejando constancia, para tiempos venideros, de ese hecho histórico que enlutó a la democracia centroamericana y , especialmente, a la MASONERIA UNIVERSAL.- POR TANTO, DECRETA: Artículo 1°- Declarar al General Francisco Morazán, BENEMERITO DE LA MASONERIA HONDUREÑA; y, Artículo 2°- Mandar colocar una placa conmemorativa de mármol blanco, en la fachada del edificio del TEMPLO Masónico del Oriente de Tegucigalpa, y costeada por todas las Logias del Gran Oriente de Honduras, con la siguiente leyenda: AL GENERAL FRANCISCO MORAZÁN, BENEMERTIO DE LA MASONERIA HONDUREÑA.- HOMENAJE.- 1842- 1942. Quedan encargados del cumplimiento de esta disposición los Venerables Maestros de la Respetables Logias “IGUALDAD N° 1” y “TERENCIO SIERRA” N°6”, al Oriente de Tegucigalpa. Dando en el Gran Oriente de9 Tegucigalpa, Sede de la Gran Logia de Honduras, a los veinte días del mes de mayo de mil novecientos cuarenta y dos, E.V.- Romualdo B. Zepeda, Gran Maestre, Presidente, Constantino Sarmiento Ramos, Gran Secretario”. Sería preciso escribir gruesos volúmenes para recopilar todo lo que se ha escrito por la reivindicación histórica y glorificación del General Morazán, desde lo que dijo Victoriano Lastarria en su libro “América”, hasta los juicios vertidos en el “Boletín de la Unión Panamericana de Washington, D. C”; y la creación de la “Orden Morazánica”, por el Congreso de Honduras; pero lo que se deja anotado en este capítulo, pone a los ojos de los pocos que todavía lanzan guijarros sobre la memoria del prócer, cuan unánime y de relieve como conceptuosa es la opinión de las generaciones y los tiempos nuevos consagrada al Paladín de la Unidad de Centro América, sostenedor del auténtico gobierno del pueblo, y que confirma la clarividencia contenida en sus postreras palabras dirigidas al General Villaseñor: “LA POSTERIDAD NOS HARA JUSTICIA”.
Homenaje a Francisco Morazán: Óleo Artista Marco Riettti
Las ideas de la ilustración o el iluminismo, en sus inicios fueron el pensamiento de una burguesía revolucionaria producto de la revolución industrial que se inició en los siglos XVII y XVIII en la Europa Feudal en tránsito hacia el mercantilismo y que se enfrentó al oscurantismo feudal predominante. Pero con el nacimiento de la revolución industrial comenzó a formarse la clase social del proletariado, y de los campesinos que poco a poco se incorporaban a las filas de la clase obrera que ascendía vigorosamente a consecuencia también del ímpetu con el que también el sistema capitalista se desarrollaba como un instrumento social de producción en los países del viejo continente. No es cierto que el General Morazán fue un liberal en el sentido político de esta expresión. Tampoco fue el fundador del partido liberal centroamericano y hondureño como en muchas ocasiones lo han manifestado políticos e historiadores afines al liberalismo. El liberalismo doctrinario surgido de la revolución industrial, sirvió a la naciente burguesía para enfrentarse con éxito, vale decirlo, al oscurantismo propio del sistema de producción Esclavista- Feudal en el camino de su desaparición como consecuencia del sistema capitalista surgido de la revolución industrial.
El General Morazán por su pensamiento y por sus actos como político y estadista fue un revolucionario autentico, sin los extremismos de ROBESPIERRE, ni las recaídas oportunistas de DANTÓN, dirigentes de la Revolución Francesa en los años de 1779. El Liberalismo como doctrina y movimiento político, no es producto de la ilustración, como generalmente se afirma: es más bien un fruto de la restauración, es decir, del momento en que la Burguesía después de haber derribado el “Antiguo Régimen”, comienza a ceder posiciones al mismo para no llevar a cabo el cambio de la sociedad a niveles superiores a un humanismo “Formulista” aun plagado de injusticia viejas y nuevas. Por tanto, el liberalismo no es resultado de la Revolución Francesa, sino de la contra Revolución Francesa. Las ideas del pensador francés de la ilustración y el iluminismo: Chateaubriand son definidoras al respecto: “Precisa conservar la obra política resultante de la Revolución y que está consagrada en la carta de los Derechos Humanos; más es necesario extirpar la Revolución, en lugar de encerrarla en su contenido.- Es indispensable mezclar los intereses y recuerdos de la Antigua Francia con los de la nueva, en vez de separarlos o encausarlos con los intereses revolucionarios, estos en cuanto sea posible.- Así, yo quiero toda La Carta, todas la libertades, todas las instituciones aparecidas durante el tiempo, por el cambio de las costumbres, por el progreso de la sabiduría, pero juntos con todo lo que no ha perecido de la antigua Monarquía: con la Religión, con los principios eternos de la moral y de la justicia”.
Si analizamos con pensamiento amplio y severo, un proceso revolucionario no tiene ni puede tener el propósito de enterrar todo el pasado, sino solamente lo que de él es en realidad pasado, pero muchas veces lo que se anuncia como moral y justicia eterna, no es otra cosa que la forma camuflada de intereses mezquinos. Las ideas políticas del General Morazán, lo ubican como un estadista, militar y pensador revolucionario anti feudal, afines a las ideas de la ilustración producto de la revolución francesa. En su condición de Presidente de la Federación Centroamericana y con el pleno apoyo del Congreso Federal, adoptó severas medidas en contra de los ultraconservadores políticos y económicos herederos de los intereses absolutistas del régimen colonial abolido a raíz de la Independencia el 15 de septiembre de 1821.
A raíz de la muerte violenta del Vice- Presidente de la Federación, el General Cirilo Flores, asesinado por los prejuicios de un pueblo ignorante en una iglesia de Quezaltenango instigado por los curas de la localidad, el General Morazán actuando en su condición del Jefe del Ejército Libertador que tomó la ciudad de Guatemala y al no cumplir el Marqués de Aycinena el convenio de capitulación, el General Morazán quedó en libertad de actuar con mayor energía no solo en contra de la aristocracia colonial , sino también respecto a la iglesia recalcitrante . Y a principios del mes de junio de 1829, siendo el General Morazán ya Presidente de la Federación fue descubierta una vasta conspiración dirigida por el arzobispo Ramón Casaus y Torres y todo un ejército de frailes bajo su servicio. La Asamblea del Estado de Guatemala fue informada inmediatamente de esta conspiración, y en virtud de esos hechos aprobó un decreto el 9 de julio de 1829 dándole poderes extraordinarios al General Morazán para enfrentar la conspiración en marcha. Para información nuestra, el decreto de la Asamblea dice textualmente:
“Considerando que es de absoluta necesidad, dictar las más prontas y enérgicas providencias para preservar el orden y proceder contra sus perturbadores, ha tenido a bien decretar y decreta: 1) Se faculta extraordinariamente al Gobierno por el término necesario al restablecimiento del orden, para ocurrir a todos los casos en que tenga que obrar para asegurarlo. Esta facultad podrá delegarla por el tiempo que estime conveniente a la persona de su confianza”. El General Morazán, en su condición de Jefe de Estado Federal, la noche del 10 de julio de 1829 procedió a la captura del obispo Casaus y Torres, así como de 289 monjes. Los sirvientes de Casaus fueron puestos bajo custodia militar en una habitación del palacio arzobispal, y al mismo arzobispo Casaus se le dieron órdenes de preparar sus maletas porque iba para el exilio. Luego fue montado en una mula y bajo el mando del General NICOLÁS RAOUL comenzó el viaje hasta Omoa, en donde ya esperaban a todos, dos veleros con destino a la Habana y Estados Unidos. Los curas objeto de estas medidas extremas pertenecían a las órdenes Dominica, Franciscana y Recoleta, que participaron muy activamente en la lucha contra revolucionaria.
En cambio, no sufrieron esa pena los Belemnitasy Mercedarios , porque los primeros se dedicaban exclusivamente a la enseñanza elemental y al cuidado de los enfermos, y los segundos porque además de ser pocos, se habían mantenido al margen de las luchas políticas. Desde la Habana el arzobispo Casaus le rindió cuentas al Rey de España sobre su conducta política en Centroamérica, como si el arzobispo de Guatemala hubiese sido un cargo de la Corona Española y no del Vaticano. A este arzobispo Casaus el Rey Fernando Séptimo le concedió una pensión de 3000 pesos, y poco después le fue otorgado el cargo de arzobispo de la Habana en el cual estuvo hasta el año 1845, año de su muerte. Vale mencionar que ha propuesta del Presidente en funciones de la Federación JOSÉ FRANCISCO BARRUNDIA, y en virtud de la expulsión de Casaus y sus acólitos, el día 11 de julio y cuando los expulsados no habían llegado a Omoa, manifestó, al Congreso Centroamericano “Que por la necesidad del secreto, no se le comunicó el proyecto de expulsión al poder Legislativo”, pero que estando aun en territorio guatemalteco los expulsados , bien se les podría hacer regresar, si esa era la voluntad de los señores, Diputados. ¿Cuál fue la respuesta del Congreso Federal?: “No solo se manifestó en un todo de acuerdo con la disposición, sino que felicitó al Poder Ejecutivo por su celo en la defensa del orden público”. Sin embargo, el contrarrevolucionario Casaus desde la Habana continuó conspirando contra la Federación dirigida por el General Morazán, hechos que determinaron que la Asamblea del Estado de Guatemala el 29 de junio de 1830 emitiera un decreto por medio del cual se declaró: “Traidor a la Patria al arzobispo de Guatemala Ramón Casaus”, y, en consecuencia, “Extrañado perpetuamente del territorio del Estado, y su silla vacante”.
A consecuencia de lo antes expresado, la Asamblea de Guatemala decretó: “La supresión de los monasterios, excepto el de Belén, y prohibió en los conventos de monjas las profesiones de fe y los votos solemnes”. Todas las propiedades pertenecientes a los centros religiosos suprimidos pasaron a propiedad del Estado. Esta medida fue conocida de la Asamblea General, la que aprobó en todas sus partes el día 7 de septiembre, y estableció que “La República no reconoce ni admite en su seno orden alguna de religiosos”.- El conservador Lorenzo Montufar en sus memorias de Jalapa, acusa a Morazán de usufructuar muchos de estos bienes de la iglesia, como ser vasos de oro y demás piezas de plata, lo que no es cierto.- En ningún momento historiadores contemporáneos de Morazán indican que en su casa existían objetos de oro y plata, en donde como es natural, recibía a sus amigos y también a sus enemigos. El día 31 de diciembre de 1823, el presbítero José Simeón Cañas, quien muy enfermo llegó a la Asamblea Federal a presentar el proyecto de decreto que concedía a los esclavos en Centroamérica su libertad, el que fue inmediatamente aprobado y ratificado por el Presidente Federal General Morazán.- Un grupo de esclavos negros de Belice huyó de este país y llegó a Guatemala en 1826, lo que provocó la protesta del Gobierno de Inglaterra y a la vez pidió la devolución de los esclavos, a lo que se opuso la Presidencia del Gobierno Federal dirigida por el General Morazán.
Naturalmente, atribuirle al General Morazán un pensamiento liberal al estilo de los liberales y conservadores tradicionales de Honduras y Centroamérica herederos del absolutismo feudal y de los intereses “Eternos” de la clase dominante y elitista de la sociedad colonial, vale decir, sin complejos ni resentimientos objetivos y subjetivos, es un insulto a la figura más gigantesca de la revolución emancipadora anti feudal en la búsqueda de los cambios sociales y económicos- políticos transformadores del pueblo hondureño y centroamericano.- Así también, como señalarlo autor de la fundación del Instituto Político llamado “Liberal” en Honduras , es llevar el insulto a los niveles máximos de ofensa a la memoria del Héroe Inmortal, que hoy cabalga de nuevo después de su asesinato en San José de Costa Rica un 15 de septiembre de 1842, en el camino permanente del porvenir, luminoso, progresista y revolucionario para los pueblos de Centroamérica. El General Morazán, tal como así lo señaló el insigne periodista y educador hondureño Álvaro Contreras nacido en la ciudad de Cedros, un día 15 de septiembre de 1882 en San Salvador, República de El Salvador, la patria a la que legó sus restos mortales el Héroe de mil batallas: “Es a la juventud a quien el prócer encomendó la coronación de sus esfuerzos malogrados! Apercíbete a desarrollar con valentía los gérmenes de nuestras creaciones y de vida nueva que lleva en su alma, porque la sombra de Morazán está moviéndose inquieta hasta que un espíritu de los tuyos vuelva, como la paloma de Noé, llevándole el mensaje de la resurrección de su patria mientras llegue la procesión de los nuevos mártires que deben ir a confundirse con él en la inmortalidad”.
El General Morazán dijo en sus memorias “que las buenas ideas germinan en la mente de los pueblos para brotar más tarde un embrión vigoroso”.- También dijo que “siempre he creído que el que no aspira a engañar debe presentarse al pueblo con sus propios colores”. Y para finalizar por ahora este pequeño y humilde homenaje al Prócer inmortal, nos permitimos referirnos al mensaje que el Presidente Marco Aurelio Soto, líder de la Reforma Liberal un día de 15 de septiembre del año 1882, consagró al Testamento del General Morazán: “Hoy se me presenta la sombra majestuosa del gran mártir, y veo que con semblante severo pide a la juventud estrecha cuenta del encargo que le hiciera un sus últimos sublime momentos. El Testamento del General Morazán casi no se conoce, cuando es la hoja en que debieran aprender a leer los niños de Centroamérica. Este documento venerable es la oración del patriotismo que las madres debieran rezar a sus hijos, al dormirlos en sus blancas cunas, para que todo Centroamericanos desde la infancia sepa que no tiene patria”. El líder independentistas de los pueblos de la América Española, José Martí, dice de Morazán: “Es un genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero estadista, el único quizá que haya producido la América Central”. Y el Prócer Ramón Rosa, expresa: “En el cuadro que ofrece la edad heroica de Centro América, que comienza en el año 1822 destacase serena, noble y majestuosa, la figura simpática de un hijo de Tegucigalpa, de Francisco Morazán, que con su brazo supo combatir la reacción encaminada contra la independencia y la libertad y, con su indomable carácter y sus ideas firmes y elevadas, mantener viva la fe en los altos e inmortales destinos de la República”. La herencia histórica del General Morazán es ejemplar, y constituye una guía democrática y revolucionaria que la juventud debe estudiar diariamente, y no olvidar que el hasta el último momento de su vida, la llevó en su pensamiento y en su corazón; considerándola como la única fuerza capaz de conquistar en Centroamérica, la Libertad y la Democracia.
Por consiguiente, los liberales y conservadores elitistas, por no comprender la necesidad de la existencia y fortalecimiento de un orden social progresivo y la colectivización de las oportunidades humanizadoras de las estructuras económicas, sociales y políticas de ayer y hoy, “aparecen colgados de la historia centroamericana y del Continente de la América Española, como un peso muerto”. ¡No olvidemos queridos compatriotas hondureños y centroamericanos tal como lo dijo el General Morazán en su lucha libertadora y revolucionaria por la Independencia y progreso material y social de nuestros pueblos: “Jamás se emprende una obra semejante con hombres forzados”. Y, finalmente lo que con brevedad hemos manifestado en estas sencillas páginas, haciendo méritos al pensamiento de José Martí, líder de la independencia de la nación cubana del dominio colonial Español, de Marco Aurelio Soto, Ramón Rosa, Abel Cuenca, salvadoreño de nacimiento, Don Longino Becerra, de Álvaro Contreras, y muchos más historiadores y escritores que se refirieron a la epopeya heroica y ejemplar del General Francisco Morazán. Si analizamos con criterio dialectico y sin egoísmo tradicionales los objetivos Morazanista para salvar la Unión Federal y la independencia de Centroamérica, no cabe ninguna duda que Morazán es el estadista más genial que ha tenido la América Central, genialidad que está contenida en el centro de la gran batalla de liberación de los pueblos de la América Española.
[1] Archivos de La Casa de Morazán en Tegucigalpa, Honduras