Doctor HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO, Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”.

Efectúo la alerta en referencia como ciudadano común y Ex Administrador Regional de la Zona V del desaparecido Servicio Nacional de Erradicación de La Malaria (SNEM) con sede en San Lorenzo, Valle y con jurisdicción en los Departamentos de Valle, Choluteca y Municipios del Sur de Lempira; tomando en cuenta según declaraciones que han brindado los personeros de la Secretaría de Salud informando que hoy la “cepas” son más resistente. 

¡Señores por lógica aristotélica ES URGENTISIMO pues realizar La Investigación Epidemiológica de rigor para romper La Cadena de Transmisión, tender El Cerco Epidemiológico e importar o producir los medicamentos apropiados!.

Comparto en toso sus extremos la opinión de J. AUGUSTO IRÍAS CÁLIX que para combatir el mosquito portador de varias enfermedades se distribuyeron gratuitamente productos químicos como el Dicloro Difenil Tricloroetano (DDT), el Clordano, el Aldrín y el Dieldrín, que tenían un efecto residual de diez meses al fumigar las casas, en el SNEM de Honduras utilizaron con éxito estos químicos en los hogares con lo rociados de estos productos se eliminaron además plagas de cucarachas, jates, alacranes, escorpiones, ratones, culebras y pulgas (pulga corriente y pulga de nigua). El doctor Ramón Custodio López y el abogado César Dolores Baquedano pueden dar testimonio de la efectividad de las campañas del SNEM. A pesar del efecto residual del DDT, si éste tan solo se hubiera utilizado en la fumigación de paredes de casas y solares baldíos no hubiera habido mayor daño al medio ambiente y hoy no tendríamos esta epidemia del dengue, tanto en su versión clásica como del dengue hemorrágico la leishmaniasis y otras plagas. Recientemente la doctora Elsa Palou, epidemióloga del Hospital del Tórax, manifestó que el efecto de las actuales fumigaciones en las casas solo dura 48 horas, mientras que el abate solo tiene un efecto de 60 días (Aunque se ha descubierto que hay zancudos que han desarrollado resistencia contra el abate, según la entomóloga Karla Cantarero). En contraste, el DDT tiene un efecto residual de seis meses. Con unas 20 o 30 toneladas de DDT y Clordano se eliminaría definitivamente las plagas de mosquito de Honduras. Lo que se necesita es voluntad política y hacer a un lado los mitos y prejuicios sobre el DDT y productos similares.

En ese tiempo no existía la enfermedad del dengue, y con las fumigaciones semestrales se eliminaron los problemas de plagas. Pero al parecer estos productos tenían el inconveniente de ser muy baratos, y su prohibición a raíz de la publicación del tendencioso libro PRIMAVERA SILENCIOSA de Rachel Carson, que en su parte conducente ella dejó escrito:

“Durante el último cuarto de siglo, este poder no sólo ha sido incrementado hasta una inquietante magnitud, sino que ha cambiado en características. El más alarmante de todos los atentados del hombre contra su circunstancia, es la contaminación del aire, la tierra, los ríos y el mar con peligrosas y hasta letales materias. Esta polución es en su mayor parte irreparable. En esta contaminación, ahora universal, del medio ambiente, la química es la siniestra y poco conocida participante de la radiación en el cambio de la verdadera naturaleza del mundo la verdadera naturaleza de su vida. El estroncio 90, liberado en el aire por las explosiones nucleares, llega a la tierra con la lluvia o cae por sí solo, se aloja en el suelo, se mete en la hierba o en la cebada o en el trigo que crecen allí y de vez en cuando se introduce en los huesos del ser humano, donde permanece hasta su muerte.”

[1] En la década del 60 (cuando ingresé al SNEM) las autoridades a nivel de la Oficina Central (hoy ocupado por el SANAA) fueron: Dr. JORGE E. ZEPEDA+, Director del SNEM y el P.M. y C.P. RUBÉN BARRIENTOS VALLE+, Administrador General; Doctores JUAN DELGADO PINEDA(+), LUIS VIDAL RAMOS(+), WILFREDO PERDOMO PAREDES(+); en el Sur LOBO CERNA y CARLOS ALIRIO CRUZ(+) último director del SNEM, que lamentablemente murió en el 2002 en un accidente automovilístico cerca de Tegucigalpa, a la sazón viceministro de Salud en el gobierno del Presidente Licenciado RICARDO MADURO JOEST.

John F. Kennedy propuso en 1961 un programa de ayuda económica y social para la región. denominado Alianza para el Progreso, éste se propuso mejorar las condiciones sanitarias, ampliar el acceso a la educación y la vivienda, controlar la inflación e incrementar la productividad agrícola mediante la reforma agraria. Nelson A. Rockefeller fue una pieza clave en este proyecto, quien visitó Tegucigalpa en varias oportunidades, hospedándose en el hotel Panamericano, donde fue visitado por periodistas de los diarios El Cronista, Diario El Día y Diario La Época.

Es muy importante destacar que el 8 de julio de 1942 se creó el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública (SCISP) mediante el acuerdo No. 60 firmado por el Doctor ISAAC FRANK TULLÍS Jr., representante del gobierno de los Estados Unidos y por el Doctor PEDRO H. ORDÓÑEZ DÍAZ, Director General de Salubridad de Honduras, con el aval del Canciller de la República Don SALVADOR AGUIRRE. Aunque el convenio entre la Dirección General de Sanidad y el SCISP expiró el 30 de abril de 1948, este continuó sus actividades en Honduras durante muchos años. Con conocimiento de causa les informamos que el 22 de diciembre de 1955, mediante Decreto # 185, se crea la Ley y el Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (SNEM), administrado y apoyado por el Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública (SCISP), rectorado por el Ingeniero EMIL FALCK, con la asistencia técnica de la Oficina Sanitaria Panamericana, dotación de material y equipo por parte de UNICEF y con la valiosísima participación comunitaria a través de LOS COLABORADORES VOLUNTARIOS, pero paradójicamente a partir de los años 80 fue creada la División de Control de Vectores y se descentralizan las actividades a las Regiones Sanitarias con participación de las unidades locales de salud y cuya nefasta cosecha continuaremos recogiendo si no se toman “medidas heroicas”

En la Isla de Pascua: Prevención “Sabemos cómo vivir con el mosquito AEGES EGYPTI, que es el verdadero malo de esta película”, le dice a BBC Mundo Pedro Edmunds. Habla desde Hanga Roa, la zona urbana de la isla, que a diferencia de Chile continental, tiene un clima subtropical, con veranos cálidos y húmedos. “Entendemos a este vector, porque es el transmisor de otras enfermedades graves, como el dengue, el dengue hemorrágico, o el chikungunya, que deja secuelas”. Por eso en la isla las medidas para evitar la proliferación del mosquito llevan años en vigor. De hecho, la principal preocupación en la isla no es el zika, sino el dengue.


[1] Las mismas sugerencias las hice en un artículo que me publicó M&P MAGAZINE en febrero del 2016

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