La Tribuna

La inseguridad en Honduras no solo radica en la delincuencia común y organizada, sino que también están en auge los “ciberdelincuentes”.

Se trata de personas que usan la red internet y que podrían dejar víctimas silenciosas de robo en cuentas bancarias, clonación de tarjetas, suplantación de identidades, fraudes, extorsiones por sustracción de documentos personales y confidenciales e, incluso, de daños físicos, morales y psicológicos, como consecuencia de haber dado un “clic” en un texto, imagen o por haber descargado un programa o una aplicación (“APP”) maliciosa.

Según expertos en la temática, entre los usuarios de internet en Honduras, sin saberlo, pueden ser vulnerados en un terreno fértil que representa el país para los “ciberdelincuentes” debido a la poca e inexistente seguridad digital. Esa clase de criminales no solo conocen del rezago tecnológico existente en el país, sino la ignorancia de sus víctimas respecto a la necesidad de programas y acciones de expertos en materia de seguridad informática o ciberseguridad.

Esa aparente inocencia digital de quienes usan la red, inclusive se proyecta en la falta de creatividad en las contraseñas de cuentas electrónicas, como también en la inexistente búsqueda de asistencia judicial cuando han sido “presas fáciles” de alguien que opera desde una computadora usando una red WiFi. Sumado a ello, tampoco existe una normativa clara y ordenada de los delitos cibernéticos.

NINGUNA DENUNCIA

Al consultar a la Fiscalía Especial de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática del Ministerio Público (MP), sobre el número de denuncias recibidas por delitos relacionados con “ciberdelincuentes”, la respuesta del fiscal Neldin Fúnez fue que ninguna.

“Por lo general no llegan las denuncias formales, en cuestiones de seguridad informática, al menos en seis meses que tengo de estar al frente de esta fiscalía, y desde que existe la misma solo un caso… quizás existen casos, pero si van a revisar al Código Penal existe el delito de fraude, daños pero si un tercero no causó daño, inutilizó la página o robó información prácticamente no hay delito, llevamos el caso a los juzgados y allá nos dirán que no hay nada”, señaló.

Explicó que para tener un caso como tal, “tenemos que valernos de la doctrina porque jurisprudencia no vamos a tener, desde el 2016 se creó esta fiscalía, que sí tenemos el concepto de piratería informática, hackeo, pero ¿qué es piratería informática?, si se pregunta a los operadores quizás nadie le va a contestar porque no tenemos de dónde partir, sí sabemos internacionalmente de normativas y delitos, pero estos casos (de ´ciberdelincuencia´) se va a encontrar en Colombia, México, Costa Rica hasta en Guatemala algún avance (en materia de legislación y seguridad digital), pero aquí en Honduras eso nos falta”, explicó el fiscal.

Por ello, mencionar las palabras “malware”, “skimming” , “phishing”, “adware” y “ransomware”, entre otras, para la mayoría de los usuarios de internet en el país serían desconocidas sus definiciones, a pesar que son conceptos muy claros y usados en el léxico informático en el mundo y básicos sobre cómo se conoce hoy en día a las acciones maliciosas y amenazas por internet, de las que todo usuario de una computadora, tableta digital o teléfono inteligente que se conecta, debe conocer y protegerse para evitar caer en las “trampas” de los “ciberdelincuentes”.

AMENAZAS COMUNES

Un experto argentino en seguridad informática de la compañía especializada en dar seguridad informática ESET Latinoamérica, Luis Lubeck, consultado sobre cuáles son las amenazas cibernéticas a las que se exponen los usuarios de internet, mencionó solo algunas, porque son múltiples y no solo se proyectan de manera remota en la web, sino que se presentan física e instantáneamente.

Sobre esto, ejemplificó que cuando alguien va a un cajero electrónico, en ese momento la persona puede ser víctima de clonación de su tarjeta de débito o crédito y sin que se percate de ello, en segundos otros retiraron su dinero o hicieron compras por internet, incluso pudieron grabarle con cámaras y hasta conocer su ubicación aún estando el “ciberdelincuente” en otro país.

A este tipo de amenazas se le conoce como “skimming” (fraude), que es el robo de información de tarjetas de crédito utilizado en el momento de la transacción, con la finalidad de reproducir o clonar la tarjeta de crédito o débito para su posterior uso fraudulento, generar cargos secundarios. Consiste en el copiado de la banda magnética de una tarjeta.

Sumado a esta clase de “ciberdelincuencia”, el experto explicó que en el mundo digital también figura el “phishing”, que es una técnica de ingeniería social utilizada por los delincuentes para obtener información confidencial como nombres de usuario, contraseñas y detalles de tarjetas de crédito haciéndose pasar por una comunicación confiable y legítima.

Asimismo, hay amenazas de inseguridad social donde tratan de estafar a los usuarios a través de los sorteos o mensajes de algún tipo conocidos como “malware” o códigos maliciosos, que afectan los recursos de las computadoras. “Malware” es la abreviatura de “Malicious software”, término que engloba a todo tipo de programa o código informático malicioso cuya función es dañar un sistema o causar un mal funcionamiento.

Si se habla de una amenaza “adware”, debe entenderse como programas que están diseñados para mostrar anuncios en su computadora, redirigir sus solicitudes de búsqueda a sitios web de publicidad y recopilar datos de tipo “marketing” (mercadeo) sobre el usuario. El “adware” puede llegar a las computadoras a través de sitios web infectados a través de una instalación no autorizada. Un “adware” rastrea las actividades de los usuarios de una computadora sin su consentimiento o conocimiento y luego informa que los datos al creador del software se conocen como “spyware” (programa espía).

O bien algo más complejo, una amenaza “ransomware” que consiste en un programa malicioso que infecta tu computadora y muestra mensajes que exigen el pago de dinero para restablecer el funcionamiento del sistema. El “ransomware” tiene la capacidad de bloquear la pantalla de una computadora o cifrar archivos importantes predeterminados con una contraseña. “Por eso no puede hablarse de un solo tipo de amenazas porque son múltiples y, a la vez, son múltiples los tipos de formas en que podemos cuidarnos de las mismas”, dijo a LA TRIBUNA el experto de ESET Latinoamérica.

Por: Saraí Alvarado (saraialvaradolatribuna@gmail.com)

 

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