Juan López lideraba la lucha de Guapinol para proteger el río del mismo nombre, cuyo escenario se desarrolla en el Bajo Aguán, Colón
Para las organizaciones del Bajo Aguán hay tres momentos que incrementaron la tensión hasta desembocar en este crimen: 1) el narcovideo donde aparece Adán Fúnez y la exigencia de su renuncia, 2) la oposición al proyecto de Ecoteck de Lenir Pérez y 3) el desplazamiento político de Adán Fúnez de parte de Juan López, con lo cual esto se convierte en un crimen político-empresarial
Este es un reportaje de varias entregas que se difunde en alianza con Reportar Sin Miedo, En Altavoz, Prensa Comunitaria
Tocoa, Colón, Honduras. El sicario acercó su rostro al vidrio del carro conducido por el defensor ambientalista Juan López. Dentro del vehículo iban tres personas.
Sin desconfiar nada, cuando el regidor de la municipalidad de Tocoa, Juan López, lo vio, bajó una parte del vidrio del pasajero. En ese momento, el aparentemente inexperto asesino a sueldo sacó un arma y disparó contra el ambientalista. La persona que iba de copiloto —ahora puede ser testigo protegido— interpuso su mano para evitar los disparos y desvió el balazo.
Luego el asesino se movió del lugar y la investigación criminal debe determinar científicamente si el mismo hombre fue al asiento en el que iba Juan para dispararle en el pecho y en el rostro. Los testimonios hablan de que pudieron participar dos personas y de que Juan pudo haber embestido a uno de los asesinos mientras disparaba de frente, pero no lo hizo, repiten.
Está claro que el asesino solo iba por el líder ambientalista y no le interesaba matar a nadie más. Además, es confuso que en una zona como el Bajo Aguán, productora de sicarios, un asesino se haya exhibido como un aprendiz.
Cuatro personas presenciaron el crimen. En las primeras 72 horas, los cuatro testigos rindieron declaración a un equipo policial. El equipo llegó a Tocoa el 15 de septiembre, liderado por el director de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Eduardo Turcios Andrade.
Bajo la responsabilidad operativa de este funcionario hay un dilema, dirigir una investigación contra la impunidad en el impactante crimen contra un ambientalista de la magnitud de López o ceder a la presión política de proteger a los asesinos intelectuales. La DPI tiene todas las capacidades científicas para esclarecer el caso, pero proceder o archivar el caso depende de la voluntad política de alto nivel del Estado.
A Juan López lo asesinaron en la colonia Fabio Ochoa, un sitio bajo el control de estructuras criminales de Colón que hacen imposible que sicarios de otras zonas puedan entrar al lugar si no hay permiso de los grupos que tienen ahí el control territorial.
Esta es una primera pista para los cuerpos de investigación. La segunda pista es que COPA, la Plataforma Agraria y el Comité Municipal de Bienes Comunes de Tocoa aseguran que a Juan lo mató el alcalde de Tocoa, Adán Fúnez.
Para el movimiento social del Bajo Aguán, Fúnez tenía todos los motivos por el interés de Pinares, Ecotek y por la cantidad de dólares que se mueven en los proyectos extractivistas de Lenir Pérez, pero la situación se fue calentando poco a poco.
El 13 de junio pasado la población salió a protestar por un ilegal cabildo abierto para la instalación de la termoeléctrica en Guapinol. Como regidor municipal, Juan estuvo al frente de la movilización. Alguna gente dice que le atribuían a Juan la responsabilidad de una pedrada que iba dirigida al alcalde y que cayó en la cabeza de un comisario de policía.
Los ánimos se caldearon aún más a inicios de septiembre de 2024, cuando un periodista estadounidense difundió un video en el que aparece Carlos Zelaya, el cuñado de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, junto a Adán Fúnez negociando una aportación a la campaña política con narcotraficantes.
El video provocó que López y los defensores ambientalistas Leonel George, Elsy Banegas y Johnny Rivas, entre otros, comparecieran en una conferencia de prensa para exigir la renuncia de Fúnez por sus vínculos con el narcotráfico.
A partir de ahí, hubo crispación en la alcaldía, había tensión en el aire. Fúnez desapareció de la corporación municipal desde entonces.
La escalada fue aumentando, al extremo de que, el 14 de septiembre, los regidores de Libre, Marco Maradiaga y Vilma Dubón impidieron que el regidor y ambientalista Juan López participara en las festividades patrias como autoridad municipal.
Desde que trascendió el narcovideo, Fúnez desapareció de las sesiones de corporación municipal.
En la última sesión de corporación hubo una discusión porque la secretaria no quería consignar en acta la petición de renuncia que hicieron Leonel George, regidor y ambientalista, y Juan López.
Un regidor seguidor de Fúnez dijo: “Por qué se asustan si no es delito reunirse con narcotraficantes”.
La secretaria municipal Norma García invocó la ley para decir que dejaría en acta solo un resumen y no toda la participación de López.
García aparece en documentos favoreciendo a Los Pinares y Ecotek, por el eso el Comité de Protección de Bienes Comunes, que lidera la lucha de Tocoa, la denunció.
De tal forma que la hirviente y creciente tirantez política fue aumentando por el narcovideo. Un momento culminante fue que Juan además aparecía encabezando la intención de voto por el Frente de Refundación Popular (FRP), un movimiento interno de Libre. Mientras Adán Fúnez es del 28 de Junio, el mismo al que pertenece Carlos Zelaya, el cuñado de la presidenta.
Todo este cúmulo de hechos llevan al movimiento social a hacer de Adán Fúnez el principal responsable y ahora, con el crimen, la renuncia de Adán pasó de una exigencia nacional a internacional.
Leonel George, regidor y ahora el líder de la lucha de Guapinol, dijo minutos antes del entierro de López que el municipio debe salir, “no debemos callarnos… la mafia corrupta y criminal hay que sacarla».
Antes de George, Adilia Castro, defensora ambientalista, exclamó en su discurso de despedida que quieren extraer hasta la última gota. Recordó el crimen contra Carlos Escaleras por su lucha ambiental, impune hace 27 años.
Hay 10 proyectos más del monopolio extractivista, van no solo por los recursos del Aguán, sino de Honduras, denunció Castro.
El alcalde Fúnez ha negado que tenga responsabilidad en el crimen y que es inocente. En cambio, el movimiento social de Colón denuncia que Fúnez es capaz de diseñar cada paso que da para garantizar impunidad, al mismo tiempo que miente y niega las cosas con cinismo y sin remordimientos.
Como cuando les culpó de la quema de la municipalidad. Sin embargo, la información que se quemó fue información de Secretaría y de Tesorería que lo comprometía a él mismo.
Otro ejemplo es su frialdad para admitir públicamente que se reunió con Los Cachiros en 2013 porque eran conocidos solo como personas honorables. En realidad, todo mundo sabía que Los Cachiros eran narcotraficantes. Fúnez declaró que más bien Isidro Rivera, el papá de los Cachiros, recibió un lugar de honor llevando al santo San Isidro Labrador en una de las festividades de Tocoa.
Para las organizaciones del Bajo Aguán hay tres momentos que marcaron el incremento de la tensión hasta desembocar en este crimen: 1) el narcovideo donde aparece Adán Fúnez y la exigencia de su renuncia, 2) la oposición al proyecto de Ecoteck de Lenir Pérez y 3) el desplazamiento político de Adán Fúnez de parte de Juan López, con lo cual esto se convierte en un crimen político-empresarial.
Adiós a Juan
Las personas defensoras de todo el país le dieron el último adiós al cuerpo de Juan López, el 16 de septiembre.
En el cementerio, el murmullo de la gente, los cánticos, las paladas de tierra sobre los restos del ambientalista se mezclaban con sollozos.
La caminata que llevó el cuerpo de Juan desde el Centro Guadalupe Carney al cementerio nuevo vio el crepúsculo mientras avanzaban hacia el cementerio. En el trayecto de esos tres kilómetros en que todo el pueblo de Tocoa vio el coche fúnebre con los restos del ambientalista, la población caminó por calles con baches, agujeros con aguas negras en pleno centro de la ciudad y le dedicaron la Canción del elegido de Silvio Rodríguez y Si se calla el cantor de Mercedes Sosa.
Cerca del ocaso, con música de Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa, el pueblo de Colón camina para dar su último adiós a Juan López, defensor ambientalista arrancado por la impunidad en el oriente de Honduras pic.twitter.com/nQwwhHuCf8
— ReporterosdeInvestigación (@reporterosdeinv) September 16, 2024
El Estado no tiene cautela ni inyecta ánimo a aquellos que vienen haciendo una lucha histórica porque a veces se piensa más en el partido, se piensa más en el Gobierno y no en aquellos que en un proceso de lucha territorial le han dado un sentido diferente a este país. Cuando a la gente que está en el Gobierno se le olvida que las luchas territoriales marcaron un punto clave para destruir la imagen perversa que tenía la narcodictadura, creo que nos estamos quedando cortos. ¿Como olvidar las movilizaciones de 2017, los 180 puntos donde se tomó el país, las zonas que se declararon libres de minería de hidroeléctricas, libres de las ZEDE, es la expresión genuina de gente que asumió el campo político sin necesariamente tener un espacio político?