Redacción: Viena Hernández / Criterio HN
Tegucigalpa. – Trabajar “nuevas masculinidades” debería ser para el Estado, al menos, una forma de prevenir los femicidios, las agresiones y la violencia contra las mujeres, pues al permitir que el machismo conduzca a la sociedad, las muertes violentas contra las mujeres seguirán imparables.
La violencia contras las mujeres y femicidios es parte del sistema patriarcal y machista, han coincidido en diversas conversaciones con este medio digital feministas, líderes de la comunidad LGBTI y defensoras de los derechos de la mujer, al observar que la máxima expresión del odio contra la mujer es el femicidio y este se ha “normalizado”.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras Ecuménicas por el Derecho a Decidir, compartió que según datos recolectados en tiempo real por el Observatorio y Monitoreo de Femicidios contras las mujeres y niñas, revelaron que hasta el 30 de junio se sumaron 143 muertes violentas de mujeres.
En entrevista con Criterio.hn, la Consultora en derechos humanos y comunicaciones, Honorina Rodríguez, manifestó que lamentablemente el femicidio es invisibilizado de distintas formas, incluso por el sistema de justicia y de investigación de Honduras.
De enero a junio de 2022, según las gráficas compartidas, mostraron que enero y abril han sido los meses con mayor número de femicidios, cada uno con 28, mientras que, en junio, bajó a 18 muertes violentas contra mujeres.
Los reportes señalaron que: enero presentó 28, febrero 23, marzo 21, abril 28, mayo 25 y junio 18 femicidios, sumando en total 143 víctimas.
Los hombres internalizan producto de la socialización, como si el cuerpo de todas las mujeres fuera de su propiedad y todo lo que esto conlleve, apuntó Honorina Rodríguez.
DIFERENTES TIPOS DE HOMBRES
Por su parte, el doctor en Derechos Humanos, Joaquín Mejía, explicó a Criterio.hn que existen diferentes tipos de hombres y son la minoría quienes han intentado avanzar, están de acuerdo con la equidad de género y realizan algunas acciones como compartir el cuidado de las hijas e hijos, la limpieza del hogar y otras labores, pero no van más allá.
En contraste, hay otro grupo de hombres que son activistas, están en contra y atacan los avances en la equidad de género y a los movimientos feministas. Otro segmento, simplemente está acomodada y no vierten opiniones, entre ese último grupo podrían estar nuestros padres, hermanos, tíos y abuelos.
No obstante, también hay hombres que han asumido como un proyecto político, no solamente hacen cambios a nivel personal, también han decidido tener un discurso y activismo a favor del feminismo y la igualdad de género, siendo estos la minoría.
FEMICIDIOS Y AGRESIONES SON COSA COTIDIANA
La agresión hacia las mujeres pasó a ser “normalizada” y hasta justificada por algunos hombres e incluso mujeres, por ejemplo, la acción de decir obscenidades o tocar el cuerpo de una niña, adolescente o de una mujer en un lugar público es una conducta violenta que se ejerce a diario en Honduras.
Las mujeres no solo están expuestas al peligro de la criminalidad, también deben cuidarse a diario de los acosadores, abusadores sexuales y de los femicidas.
Otros datos relevantes revelados por el observatorio de Ecuménicas, es que Cortés es el departamento con más incidencia en muertes violentas contra mujeres, con el 44%, le siguen Copán con 34% y Olancho con 22%.
Las armas de fuego son las preferidas de los femicidas en el 67% de los casos, 11% utiliza objetos corto punzantes o arma blanca y otro 11% mata con objetos no identificados.
En conversación con este medio digital, Rodríguez también compartió que, al parecer, según el pensamiento equivocado de una sociedad patriarcal y machista, cualquiera puede hacer daño o decir a las mujeres lo que sea en las calles e incluso la responsabilizan, comentando que se debió a que ella salía de noche, porque usa ropa ceñida o corta, mil excusas para manifestar que es solo su culpa que la hayan matado.
Al respecto, Mejía apuntó que se necesita un nuevo pacto social entre hombres y mujeres con el objetivo de reformular el pacto originario que prevalece en la sociedad, el cual trata de la división de los ámbitos públicos y privados sobre la base del sistema sexo-género.
“A las mujeres se les ha hecho creer que son del ámbito privado, de hacer los quehaceres de la cocina, cuidado de los hijos y que los hombres son del ámbito público, no solo en términos políticos, sino que también en el trabajo, pero ese contrato ya está en crisis”, expresó Mejía.
Las mujeres jóvenes son las que corren mayor riesgo de formar parte de los altos niveles de femicidios imperante en Honduras. El 56% es de edad desconocida, el 22% está entre los 10 y 19 años y el 11% entre los 20 a 29 años.
La especialista en temas de derechos de las mujeres, expresó que ha sido una lucha de las organizaciones feministas y de diversidad sexual, llamar a las autoridades a trabajar en las “nuevas masculinidades”, es decir, atender tanto a las mujeres como a los hombres para combatir la reproducción de esa cultura machista que traspasa a cada generación.
Lo anterior, debe ser una de las acciones que deberían aplicar las autoridades para prevenir más femicidas -expresó Rodríguez-, quien señaló que es un derecho humano la no violencia para todos.
“El Estado debe atender a las poblaciones, tanto hombres como mujeres, pues las mujeres somos más de la mitad de la población en el país, no deberíamos recurrir a decir que somos mayoría para defender un derecho humano, pero eso es para que vean que no hablamos de un grupo o un sector. Me atrevo a decir que todas las mujeres somos violentadas y somos agredidas de diferentes formas”, argumentó.