Por: Vilma Mejía.
El Boletín del sondeo de opinión publica llevado a cabo por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús (ERIC-SJ), han presentado los resultados sobre la percepción pública del segundo año de gestión de la presidenta Xiomara Castro en Honduras.
Según los datos recopilados durante el período del 26 de febrero al 10 de marzo de 2024, la calificación promedio del desempeño del gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha experimentado un descenso notable, situándose en 4.23 sobre 10. Esta tendencia a la baja refleja una percepción cada vez más negativa desde el inicio de su mandato.
El sondeo, que contó con una muestra representativa de 1,552 encuestas válidas, refleja que los principales problemas identificados por la población incluyen la crisis económica, el incumplimiento de promesas, la inseguridad y la corrupción. Estos hallazgos reflejan un descontento generalizado con la gestión del gobierno de Castro durante su segundo año en el cargo.
Además, la encuesta revela que la mayoría de los hondureños considera que la situación económica del país es mala o muy mala, con un 41.7% de la población pronosticando un empeoramiento en el futuro cercano. Estas cifras refuerzan la urgencia de abordar los desafíos económicos que enfrenta Honduras.
En relación con la seguridad, el estudio muestra que la percepción pública sobre la efectividad de las medidas implementadas por el gobierno es negativa, con tres cuartas partes de la población percibiendo que estas no están resolviendo el problema. Este hallazgo subraya la necesidad de abordar de manera efectiva la crisis de violencia e inseguridad en el país.
En el contexto de la corrupción, desde la perspectiva de la ciudadanía, es evidente que existe una percepción negativa hacia varios sectores gubernamentales. Según datos, los partidos políticos son percibidos como corruptos por el 86.2% de la población, seguidos por el Congreso Nacional, señalado por el 80.9%. La Policía Nacional y el gobierno central también sufren altos niveles de desconfianza, con un 78.2% y un 73.3% respectivamente. En contraste, las Secretarías de Educación y de Salud son vistas como las menos corruptas.
A pesar del cambio de magistrados en la Corte Suprema de Justicia ocurrido en febrero del año pasado, la percepción general de la población es que nada ha cambiado. Un 66% opina que la justicia ha permanecido inalterada, mientras que un 16.6% cree que ha empeorado y solo un 15.9% considera que ha mejorado. Además, un contundente 70.8% de la población piensa que la nueva Corte Suprema seguirá la misma línea, lo que se corresponde con el 81.3% que cree que los jueces y magistrados protegen los intereses de los ricos y poderosos, así como de los corruptos y los narcotraficantes.
La CICIH fue una promesa clave del actual gobierno y una demanda histórica de la ciudadanía. Los resultados sobre la percepción de la instalación de la CICIH muestran un alto escepticismo por parte de la población, con más del 55% que no cree que se instalará. Sin embargo, cerca del 44% aún mantiene la esperanza de su implementación. Además, los datos indican que la población espera que la CICIH se enfoque en desmantelar las estructuras de corrupción estatales y fortalecer las instituciones encargadas de combatirla. Esto sugiere una demanda ciudadana por medidas concretas contra la corrupción y la impunidad.
Estos fueron los resultados del boletín número 13, que revelan una visión detallada y preocupante de la percepción pública del gobierno de Xiomara Castro en Honduras. Destacan la urgencia de abordar los desafíos económicos, de seguridad y de corrupción que enfrenta el país.
