El Heraldo

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los retos estudiantiles que llevan sobre sus espaldas se han convertido para ellos en una verdadera bomba de tiempo. Esta pesada carga se ve alimentada por los problemas sociales, económicos y hasta por la pérdida de clases por temas políticos.

La Revista de las Ciencias Sociales publicó un estudio denominado ‘Prevalencia de trastornos mentales en estudiantes universitarios’. En él se indica que la ansiedad, el abuso de sustancias psicoactivas, la depresión, la dependencia del alcohol y el estrés, entre otros, son los trastornos más comunes que afectan a la comunidad universitaria.

El estudio fue aplicado en la Ciudad Universitaria en una muestra de 1,977 alumnos, de un total de más de 50 mil que albergan a la principal sede de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. El 65.3% eran mujeres y el 34.7% hombres. La investigación se realizó en 2016 y es la más reciente con la que se cuenta. La muestra se aplicó entre estudiantes de las facultades de Ciencias Económicas, Ciencias Medicas, Humanidades y Artes, Ciencias Sociales, Ingeniería, Ciencias Jurídicas, Química y Farmacia, Odontología y Ciencias.

Los hallazgos En términos generales este estudio señala que un 29.9% de los casos consultados tienen un posible trastorno mental, es decir 592 estudiantes, lo que significa que aproximadamente uno de cada tres estudiantes de la muestra declara tener una sintomatología que sugiere una alteración de su salud mental. La prevalencia detectada es superior al que establecido la Organización Mundial de la Salud en (2001), pues se estima valores entre el 20 y el 25%.

El estudio indica que el 16% padece de ansiedad, un 8.4% reconoció abusar de sustancias psicoactivas, un 5.9% padece depresión, un 5.5% aceptó tener una dependencia del alcohol y un 5.1 % dijo padecer estrés postraumático. Entre los síntomas que los estudiantes reconocen padecer a causa de su ansiedad destacan el nerviosismo, tensión, frecuentes dolores de cabeza, se asustan con facilidad, duermen mal, sufren de mala digestión, les cuesta pensar con claridad, tienen mal apetito y sufren de temblores de manos.

Mientras que entre los síntomas de su depresión identifican cansancio, dificultad para tomar decisiones, tristeza, pérdida de interés en las cosas, dificultad en hacer su trabajo, lloran con frecuencia, se sienten una persona inútil y hasta haber tenido la idea de acabar con su vida. El documento también explica que a la mayoría de los estudiantes sometidos a muestreo se les encontraron entre uno y dos trastornos emocionales.

Estudiantes afectados El doctor Mario Aguilar, subdirector del Hospital Mario Mendoza, afirma que ‘la ansiedad es una condición respuesta de la mente de las personas ante la demanda de su entorno’. En los últimos años la demanda universitaria desde los puntos académicos, sociales y de exigencia, además de situaciones externas como la política o manifestaciones, suman al grado de estrés que viven los jóvenes.

Dentro de los miedos más comunes están: miedo a volver a una crisis de pánico o ansiedad, miedo o intolerancia a las multitudes, además de un miedo a imaginar en exceso que pasará en la universidad, situación recurrente dadas las diversas manifestaciones que se han dado.   La licenciada en Fisioterapia y Psicología, Ethel Maldonado, quien es de igual forma la coordinadora de la carrera de Terapia Funcional de la UNAH, comentó lo siguiente: ‘Cuando un joven presenta síntomas en la universidad por lo general afecta el funcionamiento en actividades diarias y entre más se limita se crea una discapacidad psicosocial’.

La presencia de casos de estrés postraumático se explica principalmente por el contexto de violencia que sufre el país. La prevalencia es de 5.1% para las mujeres y 5.0% para los hombres, no hay diferencia en el riesgo para ambos grupos. El psiquiatra Javier Uclés indicó que ‘estoy convencido que lo que ha ocurrido en estas semanas afectará de manera importante. Cuando el diálogo fracasa, hay violencia y esta fracasa también creando un ambiente frágil para los estudiantes’.

Cabe mencionar que uno de cada tres estudiantes reporta que se asustan con facilidad, duermen mal, y cerca de uno de cada cuatro le cuesta pensar con claridad. El pasar por estas situaciones provoca una serie de complicaciones para desenvolverse en la vida diaria, según Ucles. ‘El daño no solo es a nivel de estudiantes sino profesores, ese estrés contamina de igual manera a las familias, generando un círculo que vuelve frágil a nuestra sociedad’ señala el psiquiatra.

La licenciada Ethel motiva a los estudiantes a encontrar espacios en los que puedan manifestar sus miedos e inquietudes. ‘El vivir bajo estas condiciones de estrés o presión puede afectar de manera negativa en el rendimiento académico. Actualmente se está trabajando para crear un ambiente seguro para los estudiantes en la UNAH, estamos conscientes de todo lo ocurrido y queremos apoyarles’, comenta la licenciada Maldonado.

El Centro Psicológico Comunitario ofrece diversas sesiones para tratar a los estudiantes. La atención se da por sesiones de aproximadamente 50 minutos, cuando es por primera vez se hace una estructura de citas. El único requisito indispensable que se pide es la forma 03. El Centro Psicológico Comunitario, ubicado a la par del Mariposario frente al edificio J1, brinda asistencia psicológica gratuita para tratar el trastorno antes de que se convierta en algo mucho más grave.

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