Ante amenazas que ha recibido la doctora forense, Julissa Villanueva, ha dicho que no aspira a ser mártir y que su vida se alteró desde que recibió esos mensajes, eso lo reflexiona con respeto a las familias de los extintos, el analista en seguridad Alfredo Landaverde y del destacado fiscal Orlan Chávez, más recordado como “Fiscal de Oro”, ambos asesinados en la capital hondureña.

“Nosotros hemos venido realizando un trabajo profesional… y las evidencias, los cuerpos, son los que hablan. Algunas personas les ha molestado que hagamos nuestro trabajo y quieren callarnos, pero miedo no tenemos”: Villanueva.

 

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. A raíz de las amenazas a muerte que recibió el pasado domingo 1 de julio la Directora de Medicina Forense, Julissa Villanueva, varias organizaciones de promotoras de Derechos Humanos nacionales e internacionales le han dado su apoyo en un evento que se desarrolló la mañana de este lunes en la capital hondureña.

Entre otras destacan, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), ONU Mujeres, OXFAN-Honduras, el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, JASS-Honduras, El Centro de Estudios de la Mujer-Honduras (CEM-H) y grupo Sociedad Civil (GSC).

Todas ellas se pronunciaron ante esa situación de riesgo y manifiestan a la doctora Villanueva y al equipo de Medicina Forense, su respaldo solidario y exhortan a las autoridades correspondientes a iniciar una investigación que esclarezca quiénes son los responsables materiales e intelectuales; asimismo, exigen medidas de protección necesarias para la profesional de medicina forense y su equipo médico.

Villanueva señaló que “se trata de grupos interesados en detener investigaciones de alto impacto, para que la verdad no salga a flote”, tal revelación supone que los mensajes de amenaza e intimidaciones podrían estar vinculadas con algunos hechos que se quieren ocultar.

Pese a que según cifras oficiales, se observa una disminución de femicidios en el país con relación a años anteriores, no ha sido suficiente para detener los altos índices de violencia que afectan la integridad física, psicológica, laboral y política de las mujeres hondureñas.

Según el Observatorio de la Violencia de la UNAH (OV-UNAH), en Honduras una mujer es asesinada cada 18 horas; otras cifras preliminares indican que de enero al 30 de junio del año en curso, se registran 127 muertes violentas.

Durante 2017, ocurrieron 389 femicidios y, en los últimos 15 años, los homicidios contra mujeres superan los 5,600. Más del 90 por ciento de estos crímenes siguen impunes, por lo que autoridades de las diferentes organizaciones de Derechos Humanos y defensa de las mujeres muestran su preocupación.

Además, de acuerdo con estudios efectuados por el Centro de Estudios de la Mujer, en el país el 27 por ciento de las mujeres aceptan que han sufrido violencia física en algún momento de su vida y de acuerdo con cifras de UNICEF, en 2016, casi 9 de cada 10 delitos sexuales contra la niñez, afectaron a las niñas.

En tal sentido, las diferentes organizaciones piden  una respuesta coordinada, rápida, integral y contundente de parte del gobierno desde las instancias estables y la sensibilización y acciones oportunas de toda la sociedad.

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