31 de agosto de 2919
DOCTOR HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO PREMIO NACIONAL DE CIENCIA “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”
Este 9 de noviembre de 2019 se cumplirán 30 años de la caída del Muro de Berlín mantenido partida en dos a la ciudad y de ser el símbolo de la división de Alemania, razón por la cual el presidente norteamericano, Ronald Reagan instó enérgicamente el 12 de junio de 1987 en Berlín Oeste al líder soviético Mijail Gorbachov ante unas 30.000 personas especialmente invitadas, escogidas y verdaderos berlineses a los que afirmó dirigirse, y protegido por excepcionales medidas de seguridad, afirmó que echar abajo el muro de165 kilómetros de longitud que dividió la antigua capital de Alemania y que levantado en 1961, sería una “señal inconfundible” de que el sistema soviético está cambiando. El presidente concluyó su viaje a Europa, donde ha participado en la cumbre de Venecia de los siete países más industrializados de Occidente, con una visita de cinco horas a la ciudad dividida que aprovechó para denunciar la “brutal división del continente” y la inferioridad del sistema comunista, si bien no se refirió directamente a la reunificación de Alemania, el presidente norteamericano afirmó: “Secretario general Gorbachov: si usted busca la paz, la prosperidad para la Unión Soviética y para la Europa del Este, si persigue la liberalización, venga a esta puerta, ábrala, derribe este muro”.
Pero paradójicamente otro presidente de la Unión Americana desde hace ratos está construyendo otro muro, aunque no de hormigón sino económico y “la reconocida socióloga Saskia Sassen, Príncipe de Asturias 2013, auguraba ya esta situación en sus escritos sobre las ciudades globales a fines del siglo XX. En ellos explicaba cómo las tecnologías de la información y el incremento del capital posibilitaban la aparición de procesos económicos transfronterizos inmateriales, es decir, la producción de bienes y servicios basados en la creación y gestión de información, flujos de capital, software y entretenimiento. Hasta las leyes caían dentro de esta definición. El vaticinio de Sassen se cumple hoy a la perfección. Vivimos un fenómeno completamente global con relación a la distribución y creación de información, donde, a la par de la expansión de los canales para su difusión —gracias a internet—, se han ampliado también los centros financieros y de negocios que los controlan. En las últimas décadas, al eje de ciudades dominantes compuesto por Nueva York, Londres y Tokio, se han sumado ‘ciudades tecnológicas’ como Silicon Valley y Shenzhen. Precisamente, Huawei opera en Shenzhen, una antigua villa de pescadores transformada en una ciudad hipermoderna que concentra las principales empresas de innovación chinas”.
IVÁN NAVA HTTP://WWW.MERCA20.COMCOMUNICÓLOGO CON EXPERIENCIA EN MEDIOS DIGITALES E INVESTIGACIÓN. EDITOR DE MERCA2.0 (30-08-2019)
- La tensión entre el gobierno de Estados Unidos y Huawei ha crecido desde mayo pasado
- Aunque las sanciones comerciales se han flexibilizado, la marca china sigue en la ‘lista negra’
- Huawei publicó un video en el que asegura que las acciones de Washington están convirtiendo al 5G en el nuevo Muro de Berlín
El bloqueo comercial del gobierno de Estados Unidos en contra de Huawei está lejos de resolverse, por un lado están las sanciones desde Washington y, por el otro, la tecnológica china tiene sus productos, servicios y mucho marketing para contrarrestar.
Esta semana se dio a conocer que la Fiscalía estadounidense realiza una investigación en contra de la compañía con sede en Shenzhen por un presunto robo de tecnología y propiedad intelectual a otras empresas. De acuerdo con The Wall Street Journal, dicho proceso podría derivar en un incremento de los casos penales ya abiertos en su contra.
La respuesta de Huawei: No pasó mucho tiempo de que se difundiera esta información sin que la tecnológica china diera una postura. A través de un video publicado en sus redes sociales y YouTube, un vocero expone que esta persecución lo único que alimenta es la incertidumbre y estabilidad económica a nivel global.
Titulado como ‘We Don’t Need Another Berlin Wall’ (o No necesitamos otro Muro de Berlín), el mensaje hace una recapitulación sobre las restricciones impuestas por parte del gobierno de Estados Unidos en contra de Huawei y cómo es que impiden que la marca pueda conectar con los consumidores estadounidenses, así como a proveedores del gobierno. El punto central es el cómo afecta esto a la distribución y posicionamiento de sus redes de telecomunicaciones y smartphones, lo que podría derivar en serias consecuencias.
Esta situación, producto de la guerra comercial entre China y EEUU, agrega el vocero, ha creado -intencionalmente o no- incertidumbre en la economía global, lo que podría terminar afectando a millones de consumidores en todo el mundo (tanto por sus redes de telecomunicaciones como usuarios de smartphones).
Tomando como contexto que en noviembre se cumplirán 30 años de la caída del Muro de Berlín, Huawei argumenta que este símbolo de división, aislamiento y miedo, no se necesita repetir en la historia . Sin embargo, sostiene que las acciones de Estados Unidos están convirtiendo a la tecnología 5G en el próximo Muro de Berlín: “un símbolo de división”, en contra de su principal misión que es la de conectar personas y brindar equidad en el mundo de las telecomunicaciones.
“Nadie quiere otro muro. No en el comercio. No en tecnología. No en la vida”, concluye. U.S. actions are turning #5G into the next Berlin Wall. Find out why: https://t.co/FTS83lBS4H pic.twitter.com/adrVDsFNns-Huawei Facts (@HuaweiFacts) 30 de agosto de 2019
El pleito por las redes 5G:Para diversos analistas, la razón detrás del boqueo en contra de la tecnológica china, más que la presunción de colaboración con el gobierno y el riesgo de espionaje, va más por una obstinación de Estados Unidos por ser el primero y más adelantado en desplegar la tecnología 5G, un mercado millonario.Sólo para darnos una idea de lo que está en juego, el gasto global en tecnología móvil 5G pasará de 0.06 millones de dólares en 2019, a 2 mil 300 millones para 2021, según estimaciones de IHS y Statista. Y hablamos sólo de conectividad móvil, pensemos que esta tecnología tiene aplicaciones casi infinitas. Se trata de todo el mundo de las telecomunicaciones, uno en el que Huawei tiene el 30,1 por ciento de market share, superando a Nokia y Ericcson, que detentan el 22,2 y el 26,4 por ciento, respectivamente. Más atrás está ZTE (12,5 por ciento) y Samsung, con apenas un 7,1 por ciento, según datos de Ovum. El mercado estaba históricamente dominado por las nórdicas y por Motorola, que cada vez pierde más mercado.Por eso, esta batalla también ha tenido respuesta por parte de la compañía china, ejemplo de ello es que principios de este mes dijo que planea construir una planta de 800 millones de dólares en el estado brasileño de Sao Paulo, donde se producirá la mayor subasta de frecuencias 5G de los próximos años. El anuncio va en dos vías, por un lado pretende sumar presencia en América Latina y, con ello, fijar una posición estratégica en este mercado, al tiempo que busca desafiar las objeciones de Estados Unidos.
Los smartphones, el daño colateral: Si bien, esta estrategia ha tenido un impacto en Huawei que aunque no mentía cuando aseguró que podría mantener esta guerra durante todo el año, pues no ha parado de anunciar crecimientos en ventas e ingresos netos, la realidad es que para muchas voces, no haber tenido que lidiar con esta situación su crecimiento habría sido ‘arrasador’.No obstante, esto no quiere decir que no le preocupe pues la división de consumo es, según Huawei, su motor de crecimiento, actualmente representa el 45 por ciento de sus ingresos (datos del 2018) y es fundamental para la salud financiera futura de la compañía. El problema es que la confianza de los consumidores se vio dañada y eso no se repara en el corto plazo. Aunque se espera que este año vendan unos 270 millones de smartphones, aún se tiene preocupación por que exista una merma en o posterior a diciembre.¿Por qué? Aunque las sanciones en contra de la compañía china se han flexibilizado en varias ocasiones, la realidad es que desde el gobierno de Estados Unidos aún hay un bloqueo en contra de sus productos. A principios de este mes se extendió 90 días más el periodo de ‘tregua’ para que dependencias de gobierno y empresas aún puedan usar, instalar o comprar equipos de comunicaciones de Huawei, sin embargo, la posición es clara: no se prohibirán. “A medida que seguimos instando a los consumidores a que abandonen los productos de Huawei, reconocemos que se necesita más tiempo para evitar cualquier interrupción”, dijo recientemente el Secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross en un comunicado, citado por medios en Estados Unidos. Por eso ha trabajado en alternativas, un ejemplo de ello es HarmonyOS, su sistema operativo móvil lanzado recientemente con el fin de demostrar que puede “fabricar” su propio ecosistema, aunque convenció a muy pocas personas de que tiene algo parecido a una alternativa de Android. De hecho son diversas las maracas que han expresado su preocupación por los resultados de esta guerra comercial, una de ellas es Nokia.
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