Criterio HN

Tegucigalpa.- La presidencia del Poder Legislativo de Honduras estaría en disputa de dos coaliciones políticas una conformada por los conservadores Partido Nacional y Liberal y la otra por la alianza entre el opositor Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Salvador de Honduras (PSH).

Un mes antes de las votaciones generales del 28 de noviembre, el entonces candidato de la Unidad Nacional Opositora por Honduras (UNOH), coalición que conformó el Partido Salvador de Honduras (PSH) con el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD), renunció a su cargo presidencial y se unió a la planilla de la entonces candidata del Partido Libre, Xiomara Castro, hoy electa presidenta de Honduras.

En ese momento, Nasralla y Castro forjaron una nueva alianza para derrotar al Partido Nacional, no obstante, el Partido Libre se comprometía a nombrar como presidente del Congreso Nacional a un diputado del PSH, acuerdo que en la actualidad algunos diputados rojinegros justifican desconocer pese a ver sido anunciado en ese día y recientemente por las autoridades de Libre.

Bajo un acuerdo democrático denominado “Agenda Legislativa Bicentenario”, la presidenta electa Castro, por medio de redes sociales, confirmó su respaldo para que el diputado del PSH por del departamento de Cortés, Luis Redondo, asuma la presidencia del Poder Legislativo.

Las recientes elecciones permitieron que el Partido Libre alcanzara 50 diputados, el Partido Nacional 44, el Partido Liberal 22, el PSH 10 y 1 el Partido Anticorrupción (PAC) y la Democracia Cristiana (DC).

LA ALIANZA ENTRE NACIONALISTAS Y LIBERALES

Durante los 12 años de gobierno del Partido Nacional se concretó una alianza dentro del Legislativo con la mayoría de diputados del Partido Liberal logrando de esa manera aprobar leyes y contratos nocivos y perjudiciales a los intereses de la nación.

Un sector de los rojiblancos le nombra “el lado oscuro del Partido Liberal”, inclusive desviaron fondos estatales para financiar campañas políticas y negociaron cuotas de poder para elegir los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al fiscal general.

Al perder la mayoría de escaños en el Congreso Nacional, afines al Partido Nacional, en un principio, condicionaron que debería ser un diputado del Partido Libre quien asuma la presidencia situación que también anunció el Partido Liberal, sin embargo, el coordinador del Partido Libre reiteró que se respetará el acuerdo para que los diputados de su partido voten a favor de Redondo.

Para nombrar la nueva Junta Directiva del Congreso Nacional se necesita el voto de 65 diputados, sumando un escenario perfecto el Partido Libre con sus 50 congresistas y el PSH con sus 10 alcanzarían 60 votos y, según declaraciones del excandidato presidencial del Partido Liberal, alrededor de 9 diputados rojiblancos los apoyarían.

No obstante, existen denuncias que los congresistas del Partido Nacional junto con los del Partido Liberal estarían negociando para que un diputado liberal sea quien presida el nuevo Congreso Nacional, situación que ha quedado a tras luz con la postura del presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), Yani Rosenthal.

“Lo digo enfáticamente, no es momento ni la coyuntura ni las condiciones para que un liberal presida el Congreso Nacional, menos con votos cachurecos. Pacto entre Yani Rosenthal y Tito Asfura con ese objetivo sería catastrófico para la gobernabilidad. Es antiliberal y antipatriótico”, reprochó Luis Zelaya, excandidato presidencial.

“TENEMOS LOS VOTOS”

El coordinador del PSH y miembro de la Comisión de Transición del gobierno de Castro, Pedro Barquero, manifestó que el diputado Luis Redondo cuenta con el respaldo de al menos 70 congresistas pese a que un par de diputados de Libre anunciaron que no votarán por él incumpliendo el acuerdo partidario.

“Ya tenemos alrededor de 70 votos para tener a Luis Redondo como presidente del Congreso Nacional. Hay diputados de otros partidos políticos que nos han manifestado su apoyo también”, aseguró.

De igual manera, el diputado por el departamento de Olancho y hermano del coordinador del Partido Libre, Carlos Zelaya, afirmó que se cuentan con la mayoría de votos para ungir a Redondo como presidente del Congreso Nacional contrario a las declaraciones de los diputados por Colón, Ramón Soto y el diputado por Cortés, Edgardo Castro quienes apuestan porque Jorge Cálix sea el elegido.

A criterio del economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Ismael Zepeda, la importancia de quien presida el Poder Legislativo va más allá de un cargo político por lo que insta a cumplir los acuerdos en respaldo de Redondo.

“Lo que se encuentra en disputa no solo es la presidencia del Congreso Nacional de Honduras, es la nueva Corte Suprema, el fiscal general del Ministerio Público, procurador de la Procuraduría General de la República (PGR), entre otros cargos, por eso algunos hasta por ´demencia senil´ tienen que cumplir ´acuerdos´”, cuestionó.

LOS ESTATUTOS DEL PARTIDO ROJINEGRO

Los estatutos constitutivos del opositor Partido Libre, partido político creado en 2011 tras el golpe de Estado que defenestró al entonces presidente de Honduras José Manuel Zelaya, esposo de la presidenta Xiomara Castro, establece en su artículo 13 inciso K los deberes de sus miembros.

“Cumplir los acuerdos y resoluciones que conforme a estos estatutos adopten los organismos y autoridades de Libertad y Refundación (LIBRE)”, indica la normativa.

Es decir, que aquel diputado que no vote bajo las posturas encomendadas por las autoridades, a través de acuerdos o resoluciones, podrían ser sometidos a un tribunal de honor y finalmente ser expulsados de la institución política.

DANZA DE MILLONES

Mediante un comunicado el PSH detalló que el secretario del Congreso Nacional, José Tomás Zambrano, instó a los diputados electos para recibir una capacitación que les permita conocer las formas de presentar mociones, proyectos de ley y los procedimientos que estos requieren.

Según la denuncia del PSH, la supuesta capacitación no es más que la compra de votos de los diputados mediante cabildeos y el ofrecimiento de fuertes sumas de dinero a cambio del respaldo a ciertos diputados.

“Es de todos conocido que existen antecedentes donde camiones llenos de dinero también se hacen presente a estas capacitaciones disfrazadas que no son más que cabildeos para lograr acuerdos y alcanzar los votos necesarios para el nombramiento de la nueva Junta Directiva del Congreso Nacional”, detalla el documento.

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