Hago de todo, señora, señor, puedo hacer de canguro,       

                                                           Trabajo aunque sea una hora… (migrante)

 Las fronteras, murallas, límites, separaciones, exclusiones, mogotes, ríos, barrancos, lluvias, tormentas, transtornan los cuerpos, transforman los pies en una carga helada, rota y ya no hay más huída porque todo cansa, la casa es para nunca jamás,  los cuerpos son trapos y se deshilachan; al estar expulsadas tenemos que seguir a las piedras, oir a los cerros al viento y pájaros, sin nombres estamos mas hambrientas de libertad y nos encontramos hermanadas llevando vísceras y sepultando caídos, somos carnes de bandidos, traficantes, somos alimentos  de sopilotes y, vagar, deambular al descubrimiento humano, e instinto .  Ni siquiera basta ser invisible porque los cancerberos nos cazan, las mujeres migrantes somos  botines de guerras, desgarradas las matrices o llenas yacemos en cuevas sin ser la virgen maría, ay que descaro y cinismo de las ONG,  ayudas humanitarias, de las políticas de fronteras que solo cantan al poder, al colonizador, al imperio, a la pureza de sangre, porque el mestizaje sigue siendo su dolor de cabeza y es  mejor borrarlos  del planeta. No sopotan el libre pensamiento  y menos reconocen la cultura de los pueblos aborígenes. ¿ Quién les dijo , ser dueños y ser  solo de un lugar?  Si la tierra nos cobija, si la pachamama nos embarra y protege en sus faldas pantanosas, en  cielos, aires, abrazos y como cuesta mirarnos a los ojos . Siempre la tierra al fondo de sí misma resuelve enigmas y las mujeres también, somos concretas de carne y hueso.

  Recuerdo,  mi primera huída de los brazos de mi familia por el incendio de la bota militar en los años setenta en el Cono sur de América, siempre percibo  a la estrella del Sur, de los navegantes y aún la miro cantando´´ Todos vuelven´´ -a la tierra en que nacieron…- eso, ya es en mí un sueño;  al principio, en un primer instante, era  el deseo al dejar la tierra natal,y no nos veíamos morir en el desarraigo porque siempre soñaba en volver y, luego más vacía, curtidas entendemos que nada es individual, porque nos atraviesa la política, que nos están matando en vida y luego el proceso del duelo del migrante es terrible estando sola y, cuan gratificante es una mirada, abrazo, colectivas, grupos solidarios, las marchas, aplausos, ollas colectivas, cucharones de chocolates que recuerdo me daban transfusión directa y,  luego, ya no nos queremos morir, porque, no importa y,en cualquier punto nos miramos, nos habla Pacha y nos reconocemos; siempre de tránsito y en el camino dejamos las alforjas,  pero, el tiempo espacio nos añeja las rebeldías, inventos, imaginación y hasta al paso amamos.., por eso los colonizadores nos diesman, gasean…

Ay pacha,  siempre me gestas y hoy, al calor del trópico resucité, me habitas y, lucho contra toda  xenofobia, asimetrías y cual caracol,  tortuga viajo lenta sin tener nada, quizás a mí misma en sus múltiples variantes…

Todas esas marañas, laberintos en el Auditorio del Centro Cívico en  Escazú las veo, se me alborotan y, trato estar incólume  al recordar ´´ Huídas de Saturno´´y al ver  la obra ´´Si yo no tengo un lugar´´de la Colectiva Teatro Barcelona en conjunto con la Municipalidad y Escuela Municipal de Artes de Escazú, nos tejen puntadas de  un jueves nostágico del once de septiembre. Las actrices vestidas de negro montan el escenario en un tris, con apoyo del sonidista Felipe, figuran trajes, maletas raídas, la cuerda larga, una soga o mecate gruesa me lleva a la frontera a un guindo, y separan el escenario con un biombo de cortinas negras.

 Las abordo y Ana Ara, espigada, madura, afectuosa me contesta algunas preguntas y sorpresas que me aguardan, porque vivió en la Sierra del Perú, cerca de Huancayo en los años ochenta de las guerrillas de Sendero Luminoso, del gobierno asesino de limpieza étnica de aborígenes del presidente Fujimori y, me habla del esfuerzo, compromiso para  el funcionamiento del ´´elefante blanco´´ de un  hospital especialista en Neonatología, de punta en la entrega por el gobierno alemán; pero, sin personal médico  y ella trabaja para contar con  enfermeras…, en fin, tocamos la crisis de alquiler de casas en Barcelona por el turismo caníbal, ladisneymanía, elevados costos, expulsiones, migraciones, de la política de Nicaragua, del recrudecimiento de la libertad de expresión, violencia doméstica, violencia politica…

Al escribir estas notas, escucho Oh que será? de Willie Colón joven y, las incertezas buyen y deambulo en los cielos celestes de Escazú. Mas apaleada que gata malandra, las migrantes, nos amarramos a los sueños y no dejo de escuchar esa canción poema de mis años juveniles del amor estudiantil, a mi poeta del reloj de la UCV , del banquito frente a la escultura del Reloj eterno, ese olor a brandy con chocolate… detenido en mi memoria ¿ Oh que será?  Las migraciones, siguen siendo las primeras hordas humanas de la civilización, semillas divergentes…ya no quiero pensar, solo  canta el poeta ebrio, y ahora, me digo ya no  son los fantasmas, Somos todas las fuerzas ancestrales que se levantan juntas, y tenemos derechos a amar, respirar, comer y soñar y hoy siento todavía a los años ochenta de oro, desmadre y, que la ´´generación perdida´´ nos tildaron los académicos, y el rector Edmundo Chirinos, resultó ser el rey psicópata al ser padrino de nuestra promoción con ´´sangre en el diván´´

 Viví el teatro de calle en Lima con la gente de Cuatro Tablas,  Delfina Paredes irreverente, para luego, renacer con el grupo Rajatabla  con el dramaturgo Carlos Giménez, con esa pasión locura; llevó a escena los poemas del brasileño Antonio Miranda ( tradujo a los años, poemas de mi primer libro Mimetismo pendular) ´´Tu país está feliz´´ (…) porque me cortaron las raíces,/las alas, me confinaron en un cuadro/y me dieron un nombre/es que grito./Porque el mundo hiere es que grito(…)

La retrospectiva personal y colectiva producida por los gestos, expresiones faciales, corporales, con los sonidos producidos por las tres actrices Ana, Magda y Beatriz,  con música interpretada por Violeta Parra y ótros nos producen metáforas visuales, imágenes fotográficas, retazos olvidados que se cuelan y, divago,  son maestras en manejar claves, estímulos disparadores que sueltan recuerdos, imagenes y, con pocos  diálogos entre éllas nos sumergen al trance y luego interactúan con el publico;  buscan crear identificacion y sensibilar ante uno de las grandes problemas sociales, como son las migraciones y, ese discurso visual narrativo gestual se entiende en la raíz emocional del desarraigo, en particular de América, no sólo por los efectos del cambio climático sino por la opresión política a los pueblos por efectos del modelo capitalista neoliberal salvaje que premia la explotacion del ser humano al convertirlo en cosa deshechable.

Al conversar con unas de las integrantes Ana Ara de Barcelona con cuarenta años en Nicaragua, donde nace la colectiva teatro Barcelona  con mujeres nicaraguenses y actualmente son seis, como Magda Salgado y la de origen suizo Beatriz, las tres viven en Barcelona y , hace tres años Magda cuenta todvía los meses y días de salir de su tierra natal.  Si yo no tengo un lugar nace en Nicaragua, es una obra social femenista, basada en experiencias de migrantes,  dialógica, y nos facilita reflexionar, compartir miradas sobre los procesos migratorios como al finalizar la obra, se levantaron las voces de mujeres de Venezuela, San Salvador, Nicaragua, Peru, Chile, Colombia, cos- ta Rica que se dejaron escuchar al contar el dolor ante el abandono de los hijos, los oficios, para rehacer sus vidas en una tierra chiquirritica, aún amante de los derechos del ciudadno y de la democracia y, que ahora ante las politicas duras de Trump, ojalá la separación de los poderes, como del Legislativo se mantenga y no le haga caritas felicas al emperador, porque el supuesto sueño americano se desbarató y las éxpulsiones´, secuestros siguen a millón y las fronteras de Tamaulipas, río grande, en Mexico vienen al sur y los especialistas las llaman, migración inversa del norte hacia el sur, donde Costa Rica es zona de tránsito para el retorno a sus países de origen o  muchos van a Colombia, Chile o  España y muy pocos se atreven quedarse en Costa Rica en situación de refugiado porque la tramitología burocrática exponencial es delirante como es un país muy caro…;  tambien recordemos las migraciones internas del campo a la ciudad  y ahora viciversa.

La función se inicia con preguntas al público sobre su lugar de origen, de su familia  y las que no son de Escazú, la mayoría es propia del cantón y se conocen; el auditorio necesitó más sillas  y se concluye en forma festiva,  con un baile que nos relaja para luego compartir las reflexiones, interrogantes, sobre la migrancia, sus derechos laborales, el sufrimiento al dejar la familia, las guerras, adaptación, reinicio, explotación del trabajo, ambulantes, huídas como nuevos quehaceres, aprendizajes para la sobrevivencia y, no podemos seguir calladas ante la explotación del trabajo servil, de la mano de obra barata, de la esclavitud de mujeres que trabajan ´cama  adentro´´,  de las bananeras, de los recolectores de café y no se tocó el punto álgido de las trabajadoras, esclavas sexuales que es un mercado exótico como de las aves por su aumento.

´´Si yo no tengo un  lugar´´ es una provocadora puesta en escena que nos devana los sesos y ¿cómo es posible que sigamos insensibles…?  Nos invita a rever la migración con otras miradas, al ótro, ótra , alteridad, con historias de vidas,y no se comprende esa humanidad, a esa mujer migrante embarazada, madre, artista, anciana, repobre que dejan sus países para más nunca volver porque todo se muere cada día y ser riós, tierra, naturaleza en cualquier punto del planeta debería ser un derecho humano, sin fronteras y bien las cacerían continúan en este filme de nunca acabar.  Es cierto que la efervescencia catártica nos libera un ratico pero, también nos pellizca y a amar nuestro tránsito a ser sorora, empática y   el teatro insta a revernos, hablar,  a empoderarnos, a tener capacidad organizativa con los grupos, a ser y rehacer nuestras vidas, porque somos colectivos y a denunciar que la tierra la quieren convertir en un campo minado de inhumanidad, Somos grupos humanos comprensivos, compasivos y el vil egoismo, individualismo, narcisismo es caldo de cultivo de las perversiones capitalistas. El trabajo cooperativo, creativo los hacemos ; transformamos las vidas en  grupos humanos, como decía Augusto Boal, del teatro oprimido de los años sesenta, ´´vamos a cuestionar su realidad y buscar un cambio, (…) el oprimdo debe liberarse a sí mismo y, el teatro fue creado a partir del momento en que los seres humanos comenzaron a mirarse a sí mismos en acción´´,¿ acaso cuesta tanto ´´vivir mi vida´´? (…) voy a escuchar el silencio para encontrar el camino(…) Es cierto, que el maná no cae del cielo , la tierra es nuestra casa y el sol sale para todos y todas , no esperemos a Godot ´´No pasa nada./Nadie viene, nadie va./ Es horrible. Samuel Becket

Escritora Ana Anka  

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