El dirigente de la sociedad civil Omar Rivera, recordó las terribles secuelas que heredo la crisis provocada por el golpe de Estado del 2009, para advertirle a los políticos que “están jugando con fuego” si piensan actuar de la misma manera en esta ocasión. “En aquel momento –en el 2009- no hubo diálogo, no hubo consenso, no hubo acuerdo; eso desató un tremendo problema que provocó negativas consecuencias en el ámbito económico y social” rememoró.
“Los hondureños cumplimos el 26 de noviembre de 2017 al asistir a votar de forma pacífica y comprometidos con la democracia; aquí quienes nos están fallando, quienes están quedando a deber son los que pidieron votos y ahora no saben qué hacer con ellos” dijo.
Rivera, pidió a los partidos políticos esperar que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) evacue los recursos de impugnación y que las misiones internacionales de observación electoral den sus informes finales para poder valorar acciones extremas y definitivas; “la acción de protesta es justa, el reclamo es un derecho, sin embargo, no se vale generar una interrupción en el normal desenvolvimiento de las actividades económicas y sociales de los hondureños” expresó.
El dirigente de la sociedad civil hizo reflexionar a los candidatos presidenciales recordándoles que, “al margen de quien salga triunfador, ninguno de ellos obtuvo una mayoría absoluta como para autoproclamarse líder indiscutible de la nación”; finalmente agrego que Salvador Nasralla y Juan Hernández, “deben ser humildes, el pueblo dividió sus afectos, y dio un mensaje claro a ambos: deben sentarse a dialogar y llegar a acuerdos que permitan la gobernabilidad, paz y desarrollo del país”.