Fotos: Unidad Municipal Ambiental de la Municipalidad de Omoa

Productos de bioseguridad utilizados durante la pandemia y el incremento de envases de alimentos “para llevar y a domicilio” continúan contaminando los ríos y mares

Por Elia Castellón

Las toneladas de basura que producimos al año se han multiplicado debido a la pandemia COVID-19, reflejada en una parte importante de la crisis de contaminación global y junto con la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, forman una triple emergencia ambiental.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año mueren unos siete millones de personas debido a la contaminación atmosférica (el doble que el número de fallecidos desde el inicio de la pandemia). Aunque podría parecer que ambas crisis no tienen relación, la ciencia lo confirma.

La crisis generada por el COVID-19, ha añadido una capa más de vulnerabilidad en poblaciones que se encontraban ya inmersas en crisis de salud y está complicando la capacidad de la respuesta humanitaria en gran parte del mundo. Ambientalistas, señalan que la respuesta a la pandemia de COVID-19, podría ser un ensayo general en preparación para una crisis potencialmente más mortífera: la crisis climática.

Plásticos flotando en el río Chotepe de La Lima Foto: Denis Arita

En particular, las comunidades vulnerables soportan de manera desproporcionada las consecuencias de la degradación ambiental causada por la contaminación por plásticos, desde la producción hasta los desechos. Las discusiones sobre este tema rara vez han analizado estos impactos negativos específicamente a través de una lente de justicia ambiental.

“La justicia ambiental significa educar a quienes están en la primera línea de la contaminación plástica sobre sus riesgos, incluyéndolos en las decisiones sobre su producción, uso y eliminación, y garantizar su acceso a un sistema judicial creíble”, explica la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.

Huracanes y las medidas de bioseguridad

El cambio climático causado por los seres humanos, está provocando que los huracanes sean más peligrosos. Están produciendo más precipitaciones, se mueven más lentamente una vez que tocan tierra y generan marejadas ciclónicas más grandes a lo largo de la costa. Científicos afirman que los huracanes se volverán más comunes a medida que el planeta se calienta.

Un claro ejemplo son las inundaciones causadas por los huracanes ETA e IOTA en Honduras durante el mes de noviembre del 2020. Las comunidades vulnerables fueron las más afectadas, se registraron personas fallecidas, desaparecidas y un número significativo de familias perdieron sus hogares, negocios, enseres, e incluso, sus animales.

Río Chotepe de La Lima Foto: Denis Arita

Las personas afectadas por los huracanes pensaron en una sola cosa: salvar sus vidas, esta es la razón por la cual se puede apreciar en diversas imágenes captadas en el momento de la evacuación por las inundaciones, que las medidas de bioseguridad pasaron a segundo plano.

Galenos confirmaron que muchos de los nuevos casos de COVID-19 durante el mes de noviembre y diciembre del 2020, se registraron en los albergues que ocuparon miles de personas damnificadas que dejaron ETA e IOTA. Infortunadamente, los decesos por COVID-19 continuaron en aumento y la atención médica era deficiente debido al manejo de la pandemia por parte del Gobierno de Honduras. 

Residuos de equipo de bioseguridad en hospitales

Según datos de la ONU, en Wuhan, China, lugar donde se originó el COVID-19, los desechos médicos aumentaron seis veces: 240 toneladas por día durante la pandemia, sobrecargando la capacidad de incineración de la ciudad de 49 toneladas diarias.

Un solo hospital en Jordania produjo diez veces más desechos médicos por día, con solo 95 pacientes de COVID-19, de lo que normalmente produce. En Teherán, la capital iraní, los desechos médicos de los hospitales aumentaron entre el 17,6% y el 61,9% durante los primeros meses de la pandemia, lo que representa de 52 a 74 toneladas por día a 80 a 110 toneladas por día.

Estos aumentos de desechos médicos están provocando un colapso de las cadenas de gestión de desechos a nivel mundial. “Los impactos de esta pandemia han sido devastadores (sobre la lucha contra el plástico) y nos va a tomar muchísimo tiempo para realmente entender sus consecuencias a largo plazo”, afirma Juliano Calil, autor principal de un informe enfocado en el impacto de estos residuos.

https://news.un.org/es/story/2021/03/1490302

Joana Prata, investigadora de salud ambiental en la Universidad de Oporto de Portugal y autora principal de un estudio sobre las repercusiones de la pandemia en los plásticos, señaló que los ciudadanos necesitan información clara sobre el uso y la eliminación del equipo de bioseguridad. “Esto incluye la eliminación adecuada como desechos mezclados en bolsas cerradas a prueba de fugas”. Señaló.

Basura proveniente de Guatemala inunda las playas de Omoa. Fotos: Unidad Municipal Ambiental de la Municipalidad de Omoa

Equipo de protección personal y su impacto ambiental

El uso de mascarillas, guantes y otros productos como el gel hidro-alcohólico, según alerta las Naciones Unidas, es un aumento en la utilización y la fabricación de plásticos de un solo uso. Esto es, en otras palabras, más basura añadida a los 12 millones de toneladas que acaban cada año en nuestros mares y océanos.

En Honduras, desde hace varios años, el municipio de Omoa viene experimentando el incremento en la contaminación de las playas por toneladas de basura que llegan desde Guatemala, la periodista Luisa Agüero realizó una investigación para En Alta Voz y CONNECTAS, en varios años el problema sigue igual.

La contaminación de las playas en Omoa, en el departamento de Cortés es un problema grave, que no se está tratando con la magnitud que se requiere, fuentes cercanas a la alcaldía, reportó a En Alta Voz, que el municipio no tiene las capacidades suficientes para poder resolverlo, gestiona y reporta de forma mensual y de forma periódica a las autoridades de la Secretaría del Ambiente de Honduras en Tegucigalpa. También han sostenido reuniones con la fiscal del ambiente y el alcalde de Omoa para impulsar acciones a través de la Secretaría de medio ambiente, pero no hay respuesta.

Con esta publicación En Alta Voz busca ser una ventana importante, que refleje la necesidad urgente de abordar esta problemática por el cambio climático y el impacto de la contaminación, que los gobiernos tanto de Honduras y principalmente el de Guatemala,  avancen en la solución a este problema, porque es el causante y no han dado respuesta, no han atendido esa problemática que está generando graves consecuencias al medio ambiente, que también son daños a la economía del municipio, por la caída del turismo.

“La contaminación producida por los plásticos ya era una de las mayores amenazas para nuestro planeta antes del brote de coronavirus”, afirmó Pamela Coke-Hamilton, directora de comercio internacional de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

“El repentino auge del uso cotidiano de ciertos productos que sirven para mantener a salvo a las personas y detienen la enfermedad está empeorando mucho las cosas”. De ahí, que la ONU pida a las distintas naciones considerar la gestión de residuos como un servicio público esencial.

Expertos de la ONU indican que, hasta la fecha no se han publicado muchos estudios revisados por pares sobre los impactos de la pandemia en el consumo de plásticos, pero la limitada investigación realizada apunta a un aumento en el consumo y eliminación de plástico y materiales médicos, y graves interrupciones de procesos de reciclaje ya defectuosos.

Fotos: Unidad Municipal Ambiental de la Municipalidad de Omoa

Retos para Honduras en materia ambiental

Datos brindados por la Dirección Supervisora de Servicios Especializados, DIRSSE, de la Municipalidad de San Pedro Sula, estipulan que, en la ciudad industrial del país, no se han adoptado políticas para el combate de la proliferación de la basura en el marco de la pandemia del COVID-19, sin embargo, en el municipio de Tegucigalpa, sí se implementaron:

  • Convenio de Basilea
  • Decreto ejecutivo PCM-005-2020
  • Ley de uso obligatorio de mascarillas y aplicación de protocolos de bioseguridad
  • Reglamento para el manejo integral de residuos sólidos
  • Reglamento para el manejo integral de desechos peligrosos en establecimientos de salud
  • Ordenanza municipal sobre gestión de desechos hospitalarios
  • Lineamientos para el manejo de desechos peligrosos generados durante el COVID-19
  • Guía para el manejo de residuos de hogares con casos sospechosos/positivos de COVID-19.

Marvin Martínez, biólogo y coordinador del departamento de Residuos Sólidos de SERNA enumera algunas de las consecuencias municipales, debido al manejo indebido de la basura: la proliferación de vectores, cucarachas, moscas; generación de enfermedades a la población como diarreas por contaminación de aguas, y otras relacionadas.

Por otra parte, Sandra Cárdenas, coordinadora en Omoa del Centro de Estudios Marinos de Honduras; una ONG que vela por el cuidado de los océanos, asegura que las frecuentes recaladas de basura que provienen de Guatemala y recaen en la región costera, suponen “un riesgo ambiental sin precedente” para uno de los ecosistemas más importantes de Centroamérica.

Fotos: Unidad Municipal Ambiental de la Municipalidad de Omoa

¿Qué representa en Latinoamérica?

El informe “Perspectiva de la Gestión de Residuos en América Latina y el Caribe” de ONU Medio Ambiente, afirma que los países de la región latinoamericana se caracterizan por su débil funcionamiento institucional, debido en parte a la superposición de normas que otorgan competencias concurrentes a distintas áreas de un mismo gobierno, dificultando así la aplicación de la norma ambiental.

Asimismo, sugiere desde el punto de vista legislativo, un paso importante sería explicitar el concepto de economía circular como columna vertebral de los regímenes legales. Dentro del mismo criterio, es preciso incluir el principio de responsabilidad extendida del productor, imprescindible en un proceso de transición hacia ese nuevo paradigma.

“Cuando hacemos evaluación de políticas públicas, nos damos cuenta que aquellos países más eficaces en ello son precisamente aquellos países que tienen mayores criterios de calidad democrática”. Afirmó la periodista Guadalupe Bécares, en contexto a los retos que representa la contaminación y cambio climático en países latinoamericanos bajo sistemas de gobierno no democráticos.

Expertos explican que las respuestas efectivas a las crisis ambientales, deben ser respuestas globales basadas en la solidaridad, la compasión y el respeto por la dignidad humana y los recursos naturales. Las acciones requeridas deben basarse en las obligaciones de los Estados y otros garantes de derechos en el derecho ambiental internacional y los instrumentos de derechos humanos, así como en los tratados regionales.

Esta publicación fue realizada con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida para América Latina y el Caribe organizado por Internews, Chicas Poderosas, Consejo de Redacción y Fundamedios. Los contenidos de los trabajos periodísticos que aquí se publican son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de las organizaciones.

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