Ester Abreu Vieira de Oliveira (Muqui, Espíritu Santo, Brasil 31 de enero de 1933) es profesora, poeta, ensayista, pertenece a instituciones culturales, tiene obras poéticas, ensayísticas, libros didácticos e infantiles (portugués/español./portugués/pomerano) y está como presidenta de la Academia Espírito-santense de Letras.

Por Ester Abreu Vieira de Oliveira

En la Antología del Bicentenario de Centroamérica – 1821-2021, escritores, poetas y pintores de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, los seis países de América Central, se unen en una compilación literaria y artística en conmemoración a los 200 años de independencia de Centroamérica, buscando homenajear, principalmente, a los héroes que contribuyeron para la independencia de América Central.

Para los textos de cada país hay un coordinador. En la sección de Guatemala  coordina el escritor y periodista  Rodrigo Villalobos Fajardo, que escribe un texto informativo sobre los motivos de la independencia de su país: “Guatemala bicentenaria: La eterna herida  de la independencia”, y recuerda a los que la reafirman en el periodo primero democrático y en los días actuales.

La Antología del Bicentenario de Centroamérica fue publicada por la editorial mexicana 𝐀𝐘𝐀𝐌𝐄 𝐄𝐃𝐈𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀𝐋, el libro lo puede adquirir en Amazon. 

En esta sección el poeta Adolfo Bracamonte Cerón, tristemente lamenta una llamada del dolor: “suben los días para vernos morir en la puerta del odio donde el grito aún vivo es un aldabón mudo”, y la poeta María Magdalena Herrera Reyes, gime en un ¡Ay! recuerdos  históricos de las heridas que Villalobos Fajardo insinúa:

Un día alguien escribió cien años de soledad

Y yo, ¿cómo voy a escribir doscientos años de atrocidad?

Guatemala, nos han negado la primavera

¡Hay Guatemala mía,

el país de la eterna bananera.

Para la parte que cupo a El Salvador coordinó Claudia Alexandra Figueroa Oberlin, especialista en Educación Infantil, poeta, actriz de teatro y locutora de Onda Latina Radio y TV y Trilce Radio, que presentó el texto “El Salvador y el Bicentenario”, donde recuerda la fecha que marcó la historia de su país el 15 de septiembre de 1821, cuando se firmó el Acta de Independencia, y apunta los varios eventos que advinieron después. Y Santiago Vásquez, participante en esta sección canta bendiciones a su patria:

¡Oh, Patria de mis abuelos,

de mis padres, de mis hijos!,

Patria que surges valiente

en el vientre de una madre,

¡Bendita seas por siempre!

Y Alexander Campos  rechaza todo lo malo que pueda aún haber que oscurezca la paz, con su poema “Nunca más…”

Nunca más debemos permitir,

que las sombras de macabras

decisiones oscurezcan la paz

de nuestros vulnerados pueblos;

los pueblos deben de una vez

por todas soltarse las amarras

de las desigualdades y el engaño

y llegar al mañana con nuevas

ilusiones, con otras perspectivas

que impulsen la justicia

dentro de la injuriosa

independencia que los ha hundido

siempre en nefasta ignorancia […]

y abundante atropello.

La coordinación de la sección de Honduras cupo a Rubén Sanabria, escritor, fotógrafo, gestor cultural, diseñador gráfico y asesor de marketing digital. En su texto “República de Honduras”, lo termina con la frase que es un fragmento del Himno de la República General de Centroamérica, La Granadera (1823), de Rómulo E Durón: “Ya se ve patria mía en tu oriente, nuevo sol esparcir claridad, ya podemos con voz reverente, pronunciar Dios, Unión, Libertad”, pero lo inicia declarando lo que le significa esta fecha: felicidad, orgullo, luego un gran  amor patrio;

Contraportada de la Antología del Bicentenario de Centroamérica, el libro trae lector QR (centro) en el cual el lector podrá deleitarse del Book Tráiler de la Antología. Foto: Cortesía 

Se cumplen 200 años de nuestra independencia patria. Doscientos años de historia, de lágrimas, de sangre, pero también de alegría; ésta última ínfima y con la sombra de ilusiones marchitas. Hablar de nuestro país es ponerse la mano en el corazón, y con el orgullo de nuestra gente relatar a paso corto la historia de su cultura y de sus tradiciones quebrantadas a lo largo de los años, por inconscientes sin corazón que como cuervos despojan de sus ojos a la madre que los vio nacer. Es triste contarlo en estas líneas históricas, pero también es de suma importancia, porque obviar estos hechos sería como apuñalar el corazón de nuestra patria.

Mientras, la hondureña Ana Carola Burgos, en su poema “Centroamérica”, líricamente siente una unión entre el pueblo centroamericano:

Te sueño grande, hermosa y espléndida

desde los confines de la historia se alza tu voz de trueno

como luz de relámpago conmemoramos tu gloria

¡Centro América bendita! Somos hermanos de tierra santa

prisma de ansiados anhelos, de sangre recia y esforzada,

tus hijos hoy te proclaman ¿cómo no amarte?

Mishell Alexandra Gómez Cano es la autora del texto de introducción en la sección de Nicaragua. En su texto “Nicaragua con fragancia a valor e historia, en doscientos años de independencia”, busca destacar en su país victorias y derrotas y lo eleva en sus recuerdos por su paisaje: 

¡Ay, mi Nicaragua! Sos arte en tus calles, las trinitarias en Estelí pintan de vida tus paisajes, la esencia parisina entre ciudades coloniales, nos llevan a disfrutar de la sombra de los árboles en Granada, caminando La Calzada tal cual vida nocturna que nos llama o simplemente llegar una tarde, disfrutar del Cacao y el Vigorón, mientras se escucha poesía en las esquinas.

No obstante, el escritor nicaragüense Harlan Oliva Regidor en su texto “La poesía frente a su tiempo”, destaca el papel de la literatura como precursor para la independencia:

La poesía ha tenido un papel pragmático en las luchas de nuestra América, más allá de la trama y el argumento común resulta claro que la poesía con un lenguaje estilizado, con una estética definida, o bien con expresiones castizas, con el vocabulario vernáculo ha reproducido en prosa y verso los más altos anhelos e ideales humanos.

En Centroamérica, desde su Independencia la poesía es vista como un arte menor y con un alcance limitado, aun así, desafiante y a veces tímida ha propuesto las convulsiones sociales que permearon la literatura de la época. El soneto, la décima, el terceto, la octava real, la cuarteta, el quinteto, la silva, la lira, la estancia, el romance, la letrilla, el sáfico adónico fueron en otrora la antorcha libertaria que renunció a toda forma de emancipación.

Óscar Leonardo Cruz Alvarado, conocido como Calú Cruz, narrador, poeta, docente, gestor cultural, presidente y coordinador del Colectivo Cultural Birlocha y de la Birlocha Literaria, coordinó la parte que cupo a Costa Rica. En su texto “La Suiza centroamericana celebra 200 años de vida independiente”, pone un epígrafe con versos de Julio María Sanguinett, que elogia el carácter libertario del costarricense. “Donde haya un costarricense, / esté donde esté, hay libertad.

Adelante en esta sección  esa libertad es justificada con el texto de Osvaldo Corrales Jiménez: “Costa Rica, una nación sin ejército  y que aboga por la paz”. Explica:

Geopolíticamente, la mayoría de naciones ostentan fuerzas militares, dada la condición humana de enfrentarse a conflictos bélicos, generados por las causas más variadas. Costa Rica, un pequeño país de 51.100 kilómetros cuadrados de territorio y ubicado en América Central, presenta la particularidad de no tener ejército

Quien coordina la parte que cabe a los escritores y poetas de Panamá es Edwin Kenys Chacón y abre su sección en el texto: “Nuestra identidad es la unión”, con los siguientes decires patrióticos:

Nuestra historia es la historia de muchos que han recibido de esta tierra la sombra y el amparo de su pabellón. Sitio donde muere la raza, hogar donde no vive un solo dios. Así es Panamá: un pueblo cuya unidad se basa en la cohesión de muchos y cuyo destino ha estado en manos de otros desde que tenemos la memoria de nación.

Hombres y mujeres de diferentes capas sociales soñaron con el día que vivimos hoy. Soñaron con nuestra soberanía, imaginaron caminar y llegar hasta el borde de su Canal, añoraron el día donde podrían sentarse bajo la sombra del Cerro Ancón como nuestra primera poetisa Amelia Denis de Icaza. […]

La antología fue publicada en México por Ayame Editorial, con el  prólogo de Ana María Ayala Carbajal, de México, el autor del epílogo fue el escritor, poeta y periodista hondureño Mario Hernán Ramírez, la portada es de la autoría de Julio Sanabria Mata, de Honduras y la contraportada es de  Gilberto Arriaza, de El Salvador, el libro tiene 338 páginas, está disponible en Amazon. Ella trae como epígrafe el verso del poeta maestro de América Hispánica, de Rubén Darío: “Si pequeña es la Patria, uno grande la sueña”.

Está  dividida en siete secciones, las primeras seis corresponden a los países centroamericanos y la última está dedicada a los cinco pintores finalistas en el concurso que participaron para la portada: Julio Sanabria, Gilberto Arriaza, Roberto de León (Guatemala), Rina Fabiola Rodríguez Salamanca (Nicaragua) y Niki Sáenz Kums, (Costa Rica). Fue compilada por Carlos Javier Jarquín, reconocido internacionalmente como el “chico poeta”, escritor, articulista, gestor y promotor cultural nicaragüense radicado en Costa Rica.

En esa obra se reúnen textos, en prosa o verso, de 79 escritores. Entre ellos están en la narrativa, Rudy Alfonzo Gomez Rivas, Violeta de León Benítez, Alan Barrera y Henry Vargas Estrada, de Guatemala; Héctor Denis López, Yanira Soundy, de El Salvador;  Alba Mayte Bonilla Motiño, Justo Velásquez. Eduardo Herrera,  Marielos Cárdenas y José Zelaya de Honduras; Annie Marcia Hernández, Harlan Oliva Regidor, Karly Gaitán Morales, Pedro Alfonso Morales Ruiz  y Erling José Tórrez González, de Nicaragua;  Jacqueline Coto Torres, Minor Arias Uva, Miguel Fajardo Corea, Osvaldo Corrales Jiménez y Lucía Alfaro Araya, de Costa Rica; y Héctor Aquiles González, Dionisio Guerra y Aileen B. Brown Solís, de Panamá.

En cuanto a las secciones poéticas se encuentran: Waleska Monterroso,  Gustavo Adolfo Bracamonte Cerón, María Magdalena Herrera Reyes, Pablo Bejarano y Lorena Pineda, de Guatemala; Francisco Loy, Alexander Campos, Santiago Vásquez, Paula Rivera, Walther Alberto Calderón Siguenza e Iván Escobar, de El Salvador; Ana Carola Burgos, Héctor Flores, Wendy Acosta, Anacleto Soriano, Karen Valladares y Darlin Salinas, de Honduras; Meloisa Darío, Franklin Ayende Ortiz, Fabio Mendoza Obando, Nuby Wong, Francely Saharith Navarro Hernández y Carmen Delia Carrillo Contreras, de Nicaragua; Yordan Arroyo Carvajal, Clotilde Odette Ortega Elizondo, Daniela Herrera Arguedas, Adrián Montenegro Montenegro, Dayliana Carranza Méndez y Nancy Banard Camacho, de Costa Rica;  Roberto Luzcando, Karla María Arce  y Blanca Montenegro, de Panamá.

No obstante, la antología busca con el dibujo registrar una partícula de lo que hay de  significante  en la historia de cada país, con un homenaje a alguien.

–Luz María Orozco Rivera, con un retrato realizado en claroscuro con técnica realista recuerda a Miguel Ángel Asturias uno de los más grandes, escritores, periodistas y diplomáticos guatemaltecos, quien fuera galardonado con el “Premio Nobel de Literatura” en 1967.

–Esteban Atilio Munguía homenajea a Francisco Gavidia (1863-1955), “Poeta, escritor, educador, orador, historiador, traductor y periodista salvadoreño”.

–Johnny Mcdonald rinde homenaje a Juan Ramón Molina (1875-1908), “icónico poeta del modernismo, figura emblemática de las letras hondureñas  o cultura de América Central”, con una ilustración “en blanco y negro que nos muestra al poeta con su frente fija al horizonte y colocado sobre el mapa de Honduras, la patria que le vio nacer.

-El nicaragüense Mauricio Martin Rizo Centeno rinde homenaje a  Rubén Darío (Félix Rubén García Sarmiento), poeta, periodista y diplomático, considerado el máximo representante del “Modernismo Literario” en lengua española.

–Retrato extraído de una fotografía en blanco y negro, vestido de traje azul oscuro casi negro, en una pose pensativa, quizá creando su próxima poesía; sobre fondo azul claro, resaltando el mapa de su Nicaragua natal en un dorado que contraste con el fondo de azul.

–José Eduardo Torres Madrigal le hace homenaje a Jorge Debravo (Jorge Delio Bravo Brenes) (1938-1967), escritor, periodista y poeta, célebre poeta costarricense, junto con el mapa de Costa Rica. 

Siendo la foto del poeta homenajeado de Panamá Ricardo Miró, la única tomada de la web.

Carlos Jarquín, muestra la portada de la “Antología del Bicentenario de Centroamérica”,
Carlos, diseñó el proyecto el 19 de enero del 2021, la presentación oficial del libro se realizó el 19 de septiembre. El proyecto se hizo realidad gracias a la solidaridad de AYAME EDITORIAL y gracias al apoyo de todos los coordinadores nacionales, escritores, poetas y pintores centroamericanos que se sumaron a este proyecto histórico centroamericano. 
Foto, noviembre 2021. Cortesía 

            También busca registrar con lo pictórico lo regional: lo histórico, la naturaleza o el folclore,  como hacen:

–Karen Silva, de El Salvador, con la acuarela  “La Merced, símbolo de libertad”,  representando la Parroquia Nuestra Señora de La Merced:

Lugar clave que marcó el movimiento independista en El Salvador. Donde nuestro prócer José Matías Delgado realizó el primer grito de independencia al compás de las campanas de dicha iglesia, como muestra de la alegría que existía al poder separarse de los dominios españoles.

 -José Francisco Barahona Mira, de Honduras, con la pintura “Fragmentos de mi tierra” narra, por medio del arte pictórico lo folclórico de su tierra y justifica el por qué de su arte: 

 Nuestra patria cuenta con muchas riquezas naturales y culturales, múltiples etnias han ido dejando tradiciones que se transfieren en las distintas gene-raciones, la alfarería lenca ha trascendido fronteras; somos favorecidos de haber sido terreno maya, sus vestigios son muy visitados por personas de todo el mundo, si hablamos de tradiciones no podemos olvidar los bailes, vestidos y juegos pero todo esto en el transcurso de los años se han ido perdiendo a pesar de formar gran parte de nuestra historia y raíces.

–Scarleth Vanessa Álvarez Gaitán, de Nicaragua, con acrílico sobre tela en “Calle de Granada”, busca reproducir la ciudad al atardecer, según la autora “El contexto de la obra se plasma en un costado de la catedral de Granada en la época donde la traza urbanística de sus calles se desprendía del poder religioso expresado en la catedral mayor y las calles estaban revestidas de empedradas”.

–Mario Francisco Jarquín Escobar, de Nicaragua también, con “Vista de la Calle Real”,  presenta un paisaje, bajo el influjo de la pintura paisajista contemporánea internacional. Según él “En la obra se aprecia una toma de las 4 esquinas, nombre que popularmente ha tenido las esquinas opuestas que incluyen una esquina del Colegio La Salle y la casa Museo Archivo Rubén Darío, sobre la llamada calle Real en la ciudad de León, Nicaragua. […]”

-Ligia Calderón en la acuarela “Collage Flora y Fauna de Costa Rica”, representando la riqueza de su país animal y vegetal, declara: “como uno de los regalos extraordinarios de la creación. Esa naturaleza simboliza toda la exquisitez de nuestro ecosistemas.”

-Sarahí Quevedo (Honduras), con una pieza artística, en acrílico, sobre lienzo, “Herencia”,  hace una representación gastronómica de un legado ancestral de la cultura garífunas.

Así en esa variedad de arte, unión de escritores, se muestra colectivamente la sensibilidad de un pueblo y el esfuerzo de registrar una historia de luchas y victorias, en la Antología del Bicentenario de Centroamérica – 1821-2021.

  • Lo invito a deleitar el vídeo del Book Tráiler de esta obra literaria Centroamericana, dele seguimiento a este enlace: https://youtu.be/nkRBupoFvZk.

Sobre la autora:

  • Ester Abreu Vieira de Oliveira (Muqui, Espíritu Santo, Brasil 31 de enero de 1933) es profesora, poeta, ensayista, pertenece a instituciones culturales, tiene obras poéticas, ensayísticas, libros didácticos e infantiles (portugués/español./portugués/pomerano) y está como presidenta de la Academia Espírito-santense de Letras. Ha recibido numerosos premios académicos importantes por su trabajo, sobre todo en relación con la lengua hispánica, en la que es una autoridad. Ahora jubilada, continúa sus actividades como voluntaria en la UFES, trabajando en investigación en el área de Estudios Literarios en la Maestría y Doctorado en Letras, que alterna viajes y escritura de nuevas obras.

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