Angie Villanueva
La teleclínica ECHO-CANCERHN, organizada por la Universidad Católica de Honduras (UNICAH), dedicó una sesión para analizar la sobrevida en pacientes con cáncer. Durante el encuentro, la doctora Suyapa Bejarano, directora de Investigación Científica e Innovación de la universidad, abordó los múltiples factores que determinan la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad.
Uno de los conceptos clave explicados en la sesión fue la diferencia entre sobrevida global y sobrevida libre de pacientes con cáncer, la primera hace referencia al tiempo total que vive una persona desde el diagnóstico o desde que termina su tratamiento primario hasta su fallecimiento, sin importar la causa de la muerte, mientras que la sobrevida libre se refiere al período donde la enfermedad no ha regresado ni progresado.
“Todos sabemos que el estudio de enfermedad va a determinar la sobrevida del paciente. Entre más temprano es el estudio, mayor se espera que sea la sobrevida”, explicó la doctora Bejarano. “Supongamos que es una sobrevida global de cinco años, pero puede ser que en esos cinco años el paciente no haya estado libre de enfermedad”, añadió.
Según datos compartidos durante la jornada, en Honduras se estima que hay más de 25 mil personas viviendo con cáncer, aunque no existe un registro oficial. “Más de una persona va a llegar en algún momento a consultar con nosotros a un centro de atención primaria”, advirtió Bejarano.
En la reunión también se explicó que uno de los retos más grandes para el área de salud era dar seguimiento a los pacientes. “Hay tres aspectos médicos importantes: primero, vigilar la recurrencia; segundo, considerar la alta incidencia del virus de papiloma humano; y tercero, atender las secuelas del tratamiento”, indicó la doctora Bejarano.
Entre las secuelas físicas, detalló cómo distintos tipos de cáncer afectan al cuerpo del paciente, y como esas afectaciones se relacionan con el desempeño personal, laboral y social de las personas. “No es lo mismo tener un cáncer de mama que tener un cáncer de próstata, que tener un cáncer de pulmón, que tener un cáncer de testículo”, explicó.
Asimismo, abordó los efectos a largo plazo en cánceres pediátricos, especialmente en casos tratados con radioterapia. Por ejemplo, al aplicar radiación en zonas del cuello o el tórax, pueden aparecer a futuro nuevos cánceres en órganos como la tiroides o las mamas. “Esto va a dar tiempo de que ese paciente desarrolle cáncer de tiroides o que desarrolle cáncer de mama a edad más temprana de lo que usualmente se espera”, señaló.
Más allá de lo clínico, Bejarano abordó las dificultades sociales que enfrentan quienes sobreviven al cáncer. Niños excluidos en las aulas, adultos rechazados en empleos por haber sido pacientes oncológicos, o familias que no saben cómo apoyar al ser querido son realidades comunes.
La doctora también hizo énfasis en el impacto emocional y psicológico que produce el cáncer. La pérdida del cabello, de un seno o de la capacidad sexual puede alterar la autoimagen y autoestima. “Nosotros debemos apoyar a estos pacientes para que puedan tener salud psicoemocional, es decir, que acepten su condición, que reciban soporte para este cambio en el nuevo yo”, instó.
Durante el espacio de preguntas, se discutió cómo el nivel económico puede condicionar la sobrevida. La respuesta fue clara: “El nivel económico influye no solamente en la incidencia de los tipos de cáncer, sino también en la sobrevida de los pacientes”, afirmó la doctora, explicando que quienes tienen recursos propios pueden iniciar tratamientos sin demoras, alimentarse adecuadamente y acceder a servicios de apoyo psicológico o terapéutico.
También abordó el orden correcto en que deben aplicarse los tratamientos. Mencionó que, en ciertos tipos de cáncer, como el de mama, es más efectivo aplicar primero un tratamiento médico antes de la cirugía, alterar ese orden, dijo, puede tener consecuencias negativas: “Si yo cambio ese orden y le hago una cirugía a una paciente que no estaba indicada, por supuesto que eso va a influir negativamente”.
Sobre los distintos enfoques terapéuticos, recalcó que cada uno tiene una indicación precisa y basada en evidencia. Sin embargo, en la práctica muchos pacientes no acceden al tratamiento ideal. “A veces tengo un paciente que necesita inmunoterapia, no tiene acceso al medicamento y tengo que usar un plan B o un plan C. Y eso definitivamente incide en la sobrevida”, lamentó.
Finalmente, abordó otras condiciones médicas que pueden agravar el pronóstico, como la diabetes. “Tener diabetes es un factor de riesgo para desarrollar diferentes tipos de cáncer, sobre todo los cánceres hormono sensitivos”, explicó, al referirse a cómo las enfermedades metabólicas influyen en el desarrollo y evolución del cáncer.
La jornada concluyó con una invitación por parte de la doctora Suyapa Bejarano para conocer la revista científica Regina Pacis, un espacio dedicado a la publicación de investigaciones en el área de las ciencias de la salud, promovido por la Universidad Católica de Honduras, y de acceso gratuito.