Doctor HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO, Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”

[1]En 2017 Bill Gates dio un discurso en la conferencia de Seguridad de Múnich. Y desde ahí alertaba al mundo para que nos preparemos para la próxima gran pandemia. Bill Gates dijo y cito : “También es cierto que la próxima epidemia podría originarse en la pantalla de la computadora de un intento terrorista de usar ingeniería genética para crear una versión sintética del virus de la viruela o una cepa súper contagiosa y mortal de la gripe”

Es decir que Bill Gates nos alertaba que en el futuro la humanidad podría hacer frente a un virus creado en algún tipo de laboratorio. Este virus sería tan poderoso que podría quitarle la vida a más de 30 millones de personas en menos de un año.

Es aterrador que esa simulación de Bill Gates encaja a la perfección con la forma en que se está expandiendo el Coronavirus en la vida real. Es interesante saber que Bill Gates también fue uno de los patrocinadores del Evento 201 que se realizó en Nueva York en octubre del año pasado. Por si todo esto no fuese suficiente el pasado 22 de enero Netflix estrenó la miniserie Pandemia. Esta serie casualmente se estrenó en el momento en que el coronavirus entró en escena en China”..

[2]Bill Gates y George Soros detrás del coronavirus: Ahora le toca el turno al coronavirus de Wuhan, surgido en un mercado de mariscos, donde se venden animales vivos, que se propaga a través de la respiración y cursa con síntomas similares a los de la gripe o la neumonía.

Lo realmente preocupante es que la patente de este virus pertenece nada menos que a Bill Gates, otro falso filántropo de nuestro tiempo, del que hablamos abundantemente en el artículo  El mecenas del mal, Bill Gates, anuncia la muerte: Bill Gates predijo una gran pandemia no porque sea adivino, sino porque fabrica vacunas, transgénicos y agroquímicos. Además, su fundación aporta miles de millones a la Organización Mundial de la Salud, con lo cual tiene capacidad de decisión sobre qué medicamentos se aprueban y cuáles se rechazan o retrasan. Increíble, pero cierto. Y para más coincidencia, lo cual no nos extraña, George Soros[3] es el propietario de un laboratorio de investigación bacteriológica ubicado en el sector de la ciudad china de Wuhan, donde han aparecido los primeros contagiados. ¿No es extraña tanta coincidencia? ¿Se dan cuenta de la gravedad?

Pero hay más. Tres meses atrás, el científico Eric Toner del Centro John Hopkins para la Seguridad de la Salud, realizó una simulación de una pandemia global con un coronavirus denominado Caps. En este proyecto colaboró el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill &Melinda Gates –otra vez el inefable. Se trataba de ver las consecuencias de una pandemia originada en una granja de cerdos en Brasil. En la simulación, el coronavirus era resistente a cualquiera de las vacunas existentes en la actualidad. El simulacro del brote empieza en una escala muy pequeña, pero a los seis meses se había propagado por todo el mundo. A los 18 meses el total de fallecidos había alcanzado la cifra de 65 millones de personas. Se destaca en este proyecto ficción el hecho de no disponer de una vacuna para detener las muertes. No dudamos que, si al sistema le interesa, Bill Gates o uno de sus socios megalómanos conseguirán sacar una vacuna al mercado, que se dispensará sí o sí con carácter obligatorio. Lo que contendrá la vacuna en sí lo ignoramos, pero podemos columbrar que nada bueno. Quizá algo que nos libre de la muerte momentánea, pero que nos esclavice de por vida. No creo que sea en esta oportunidad, pero según datos que tememos, los “señores” del NOM[4] aprovecharían un estado de alerta mundial para implantar el chip de manera obligatoria. Se trata de una jugada maestra, porque ninguno de nuestros políticos podría defendernos al tratarse de medidas globales. Estamos en sus manos, pero no somos sus esclavos, al menos no todos. La resistencia frente a estos mafiosos del sistema está en marcha, aunque de manera sutil y silenciosa. Conocemos sus planes y no nos tragamos sus estrategias. Somos más de los que parece y no tenemos ningún miedo. Pero como hay que defenderse, porque son capaces de todo, aconsejo tener en casa, plata coloidal y MMS. Son los mejores agentes contra bacterias, hongos y virus, pero como no son rentables, no se comercializan. (.

Continúo este artículo con lo expresado de vieja data, pero que lo recoge los anales de la historia por el Sr. . Mc Namara [5] Hay que tomar las medidas para la reducción demográfica del globo terráqueo, aun en contra de la voluntad de sus respectivas poblaciones. La reducción del índice de natalidad ha sido un fracaso. Por eso tenemos que aumentar la tasa de mortalidad por medios naturales, por el hambre y por la inoculación de todo tipo de enfermedades”; estas escalofriantes palabras del exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Mc Namara[6], un ser nefasto y amoral que, entre otras lindezas, falsificó las pruebas para justificar que Estados Unidos se implicara a fondo en la guerra de Vietnam y, como presidente del Banco Mundial, presionó a los países en vías de desarrollo para que aceptasen las políticas de eugenesia[7] de la International Planned Parenthood  Foundation (IPPF[8]), a cambio de no ejecutar sus préstamos.

La búsqueda de métodos exterminadores viene de lejos. Doscientos años antes de McNamara y de los mismos nazis, en junio de 1763, el general Jeffrey Amherst[9], le escribía en una carta al coronel Henry Bouquet[10] que se encontraba en el fuerte de Pitt asediado por los indios durante la sublevación del Pontiac: “¿No se podría difundir la peste entre los indios? Deberíamos aprovechar todos los medios a nuestro alcance para exterminar a esta repugnante raza”.

Dicho y hecho. El hombre blanco se las arregló para colocar en el terreno ocupado por los indígenas, mantas infestadas con bacilos de la peste, lo cual diezmó a la población aborigen. Si sustituimos “esta repugnante raza” por negros, indios, latinos, subsaharianos, pobres, disminuidos y parados, el párrafo cobraría actualidad, a la luz de los acontecimientos. La nación norteamericana es experta en estas prácticas. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, continuó con los experimentos nipones de guerra bacteriológica.

El gobierno de Truman “importó” un buen número de científicos nazis en virtud de un proyecto secreto denominado Paperclip[11]. Entre ellos se encontraba el experto en enfermedades víricas, Eric Troub[12], responsable de la sección de armamento biológico del Tercer Reich, que empezó a trabajar para la marina estadounidense asesorando a la Cía y a los científicos de Fort Detrick[13] curiosamente, epicentro del Ébola en varios planes siniestros. Los experimentos de las últimas décadas sobre la población civil son vergonzosos y casi es preferible no conocerlos y permanecer al margen. Quedan ya lejos las pruebas del lejano 1953 en el valle del río Moncazy, en Maryland, cuando un avión regó la zona con el producto químico NJZ2266, a base de cadmio y otros elementos cancerígenos. Siguieron después otros experimentos en Virginia, Minesota, Washington o Puerto Rico, y ensayos bacteriológicos en Nueva York, Canadá, Corea y Vietnam. En Maryland se encuentra Fort Detrick, donde se experimenta desde hace décadas sobre elementos resistentes a los antibióticos. Hoy por, por hoy [14]La pandemia ya llegó a la gran nación del Norte; pero en los 100 primeros días de Gobierno, el Presidente número 45 de Estados Unidos, Donald J. Trump, destruyo el sistema de salud que había dejado su antecesor. Las consecuencias ya se están sintiendo; los arrebatos de un líder que anda por el vecindario de la aldea global, ufanándose de su “hegemonía o supremacía”; así como se llama el libro de Noam Chomsky, están llevando a la gran nación del Norte, como lo expreso hace unos días el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman: “A que su Democracia y Economía estén amenazadas por un segundo periodo presidencial de Trump en la Casa Blanca”. La crisis del coronavirus ha puesto en aprietos a Trump, ya que el haber minimizado esta pandemia le está pasando una factura en la encomia, porque la bolsa de valores se ha desplomado en estas dos últimas semanas; y existe un alto riesgo que la factura se extienda al mes de noviembre, en las


[1] https://www.servimat.info/2020/01/la-verdad-detras-del-coronavirus-bill.html

[2] https://www.periodistadigital.com/autores/magdalena-del-amo/

[3] George Soros, fundador de la Fundación Open Society. En Honduras: Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) recibió US$400,000

[4] Nuevo Orden Mundial

[5] https://www.periodistadigital.com/autores/magdalena-del-amo/

[6] Robert Strange McNamara fue un ejecutivo de Ford y Secretario de Defensa estadounidense entre 1961 y 1968 en la Administración Kennedy y Johnson, durante el periodo de la guerra de Vietnam; cargo que abandonó para presidir el Banco Mundial hasta 1981. Wikipedia

[7] Históricamente, la eugenesia ha sido usada como justificación para las discriminaciones coercitivas y las violaciones de los derechos humanos promovidas por el estado, como la esterilización forzosa de personas con defectos genéticos, el asesinato institucional y, en algunos casos, el genocidio de razas consideradas inferiores.

[8] La Federación Internacional de Planificación Familiar es una organización no gubernamental de ámbito mundial que tiene como objetivos generales la promoción de la salud reproductiva y la salud sexual, así como Wikipedia

[9] Jeffrey Amherst, primer barón de Amherst, nacido el 29 de enero de 1717 en Sevenoaks, condado de Kent, y fallecido el 3 de agosto de 1797 en el mismo Sevenoaks, fue un militar británico, que alcanzó el grado de mariscal de campo en el Ejército británico. Wikipedia

[10] Henry Louis Bouquet, generalmente conocido como Henry Bouquet, fue un mercenario suizo que saltó a la fama en el servicio británico durante la Guerra de Francia e India y la Guerra de Pontiac. Wikipedia

[11] Proyecto Paperclip por los sujetapapeles que tenían los dossiers de los científicos seleccionados el presidente Truman autorizó la operación en septiembre de 1945, que hubiesen sido notorios integrantes del Partido Nazi y hubieran participado activamente del militarismo alemán o de las políticas las personas seleccionadas estaban dentro de estas restricciones, por lo que fue necesario “retocar” sus datos personales, minimizando o haciendo desaparecer algunos detalles comprometedores de su pasado reciente.

[12] Fue así como en 1946, el gobierno de Harry Truman reclutó principales científicos que trabajaron para Hitler. Una de las principales fichas nazis fue Eric Troub responsable de la sección de armamento biológico del Tercer Reich.

[13] Se denuncia que desde Fort Detrick se inocularon virus como el VIH, Ébola, Peste bubónica, Ántrax y Virus del Nilo Occidental.

[14]Segmento del  Editorial The Washington post/ Por Redacción -2 abril, 2 Traducido al español por Desmond Brown020

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