Doctor HORACIO ULISES BARRIOS SOLANO, Premio Nacional de Ciencia “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”

Selectos ciberlectores recientemente le remití un artículo de mi autoría a una connotada Economista hondureña con estudios de Post Grado sobre temas económicos y a raíz de ello  me dio gratuitamente una cátedra sobre los Derechos Especiales de Giro (DEG),que en esta pandemia podrían bien manejados la tabla de salvación de los países tercermundistas, y tuve la idea de emborronar algunas cuartillas al respecto comenzando por incluir la definición del Fondo Monetario Internacional (FMI):es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el  FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros, y sirve como unidad de cuenta del FMI y de algunas otras organizaciones internacionales.  Sin embargo, según el FMI, el DEG no es una moneda, como una moneda que puede crearse de la nada y cambiarse por las monedas de otros países. El intercambio puede ser voluntario, pero no siempre es así porque “si es necesario, el FMI también puede designar a miembros para que compren DEG”.

También los DEG son un sistema que equivale a la creación de una nueva forma de moneda intangible internacional que utilizan los Bancos Centrales para los pagos mutuos como complemento del oro, los dólares y otras monedas de reserva, por esta razón los éstos fueron denominados como el “oro de papel”. Los intentos de crear una moneda única internacional en el marco de la crisis del sistema monetario financiero internacional, llevaron a los ideólogos del capitalismo a retomar las ideas del economista inglés el Lord John Keynes.

Los DEG se adjudican sin contrapartida, son creados ex nihilo, (es una locución latina traducible por “de la nada” o “desde la nada”) yson una pura anotación contable, sin embargo esto no es dinero inorgánico..

El Banco Central de un país inscribe en su activo, es decir en sus reservas, los DEG que son adjudicados por el FMI , y como no tiene nada en contra partida, ni ninguna  promesa, incluso de reembolso, inscribe en su pasivo dichos DEG como una donación del  FMI, adjudicación de DEG. Naturalmente estas dos cuentas varían de forma diferente: la primera lo hace a medida que el país cede o recibe DEG y la segunda al ritmo de las adjudicaciones. Los países se clasificarán, por tanto, en poseedores netos si sus reservas exceden sus asignaciones, y usuarios netos en el caso contrario.

La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva realizó el 23 de marzo de 2020 en el Comunicado de prensa No. 20/98 la siguiente declaración:

Tras una teleconferencia de los ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales del G-20: “Los costos humanos de la pandemia del coronavirus ya son inmensurables y es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico. Este es el momento de actuar con solidaridad, un tema central en la reunión que mantuvieron hoy los ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales del G-20…”; y la  economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath dijo que 100 países buscan ayuda para la pandemia. Esto fue sólo unas semanas después de que el Director Gerente de ese mismo FMI, Kristalina Georgieva dijo en una declaración de emergencia que el FMI está listo para desplegar toda su capacidad de préstamo de 1 billón de dólares. Hasta ahora han cumplido sus promesas proporcionando 114,49 millones de dólares a Níger, 115,3 millones a Burkina Faso y 389 millones a El Salvador en un solo día, como ejemplo de los paquetes de ayuda financiera que están por venir.

El Centro Mises ofrece educación y noticias desde el enfoque de la escuela austriaca de economía y la filosofía de libertad de Ludwig von Mises y sus herederos intelectuales. Fundado en 2009 como Mises Daily en Español, cambia su nombre a Instituto Mises Hispano en 2011 y luego en 2018 toma su nombre actual. El centro defiende la libertad individual, el libre mercado, la propiedad privada, el dinero sano y la paz, en la línea editorial

Mises plantea varios problemas económicos, a saber, la imposibilidad de cálculo económico bajo el socialismo, del que habló de la acción humana. Bajo este escenario, la pregunta que uno debe hacerse es: ¿Por qué Níger “sólo” recibió 114 millones de dólares mientras que El Salvador recibió 389 millones? Ya sea que esto haya sido determinado por un solo economista o más bien fue una decisión de un “comité de expertos”, debemos considerar cómo, de hecho, tal asignación pudo haberse hecho de una manera que no fuera completamente arbitraria o simplemente basada en conjeturas.

Las organizaciones supranacionales como el FMI y el Banco Mundial plantean numerosas preguntas sobre la soberanía, la libertad y la libertad, sin embargo, es la economía de estas organizaciones la que también merece atención. En el caso del FMI, ¿qué sucede cuando se encuentran con un problema de liquidez y descubren que están cortos de fondos para prestar a los países miembros?

La declaración de emergencia de Per Georgieva: Y estamos buscando otras opciones disponibles. Varios países de bajos y medianos ingresos han pedido al FMI que haga una asignación de DEG, como hicimos durante la crisis financiera mundial, y estamos explorando esta opción con nuestros miembros.

Si el FMI agota su capacidad de préstamo de 1 billón de dólares, podría simplemente emitir más DEG y asignarlos entre las naciones miembros y luego instruir a algunas naciones para comprar DEG de otros usando su propia moneda. El editorial del Financial Times destaca que los países del G20 congelaron los pagos de los préstamos de países de bajos ingresos hasta fines de este año y que el FMI puso a su disposición unos US$100.000 millones, aunque advierte que los acreedores privados se resisten a los pedidos de negociar un “standstill” (espera voluntaria) para cobrar los préstamos que hicieron a estas naciones. La ayuda debe ser realmente próxima. Es un deber moral y una necesidad práctica. La pandemia y sus resultados económicos sólo serán derrotados si son derrotados en todas partes. ¿Pero cómo? Una gran parte de la respuesta es “con dinero”, como en los países ricos. La preocupación por el riesgo moral es absurda.

¿Qué significa todo esto para el americano medio? Según el mismo artículo, probablemente no signifique nada desde entonces: Algunos argumentarán que un nuevo gran número de DEG sería inflacionario. Sin embargo, frente a las expansiones monetarias en curso, incluso 1 billón de DEG es insignificante.

En 2020, no importa si el consejo económico viene del jefe del FMI, de un destacado economista o de un artículo de noticias financieras, la respuesta es siempre la misma. Cualquiera que sea la cuestión, la panacea económica defendida por cualquiera que no esté familiarizado con la economía austriaca siempre se responde creando más dinero. Puede ser una crisis de vivienda, una crisis de deuda o una pandemia mundial, las únicas preguntas reales son las de “¿cuánto?”. En 2021, cuando los balances de los bancos centrales de todo el mundo estén a niveles insondables y los tipos de interés sigan siendo cero, ¿aprenderán finalmente las masas, o simplemente exigirán más dinero?

Según El Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR) fundado en 1999 por los economistas Dean Baker y Mark Weisbroten y en cuyo gabinete de asesores incluye a dos Premios Nobel de Economía Robert Solow y Joseph Stiglitz; Janet Gornick, profesora en la facultad de Maestría de CUNY y directora del Estudio de Ingreso de Luxemburgo; y Richard Freeman, profesor de economía en la Universidad de Harvard. Por esta razón necesitamos una medida agresiva por parte de la Junta de Gobierno del FMI,” dijo Arauz. “Una emisión simbólica, apenas para demostrar buena voluntad, no es suficiente. Si el FMI decide emitir DEG a EEUU le tocaría cerca del 17% de todos los DEG y a los países ricos les tocaría el 62%. Los bancos centrales de EEUU y Europa ya han iniciado emisiones masivas y hay un acceso sin precedentes a dólares estadounidenses. Sus políticos han anunciado estímulos económicos de billones de dólares en medio de la pandemia. La intención es que la emisión de DEG beneficie efectivamente a los países de bajos y medianos ingresos, que son los que más choques financieros enfrentarán en las próximas semanas”. La cifra total de DEG debe enviar una señal de que también se están tomando medidas decisivas para los países en desarrollo, resaltaron Weisbrot y Arauz. La decisión final de asignar los DEG debe basarse en el monto que será percibido por los países de bajos ingresos. Si estos países recibieran el equivalente en dólares, ajustados por la inflación, del total del monto emitido en 2009, entonces la cifra total en el marco de la pandemia del COVID-19 debería ser al menos de 2,9 billones de DEG. “Por eso proponemos una cifra de 3 billones de DEG” añadió Weisbrot

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