A pesar que en 2024 se conmemoró 69 años de reivindicación de los derechos civiles de la mujer hondureña, dejando de estar confinada a la cocina y adquiriendo el derecho a salir al espacio público; tener voz y voto en decisiones sobre sí misma e injerencia en las acciones que competen a la ciudadanía hondureña, seguimos siendo víctimas de la sociedad machista, la fecha NO se celebra. ¡Se Conmemora, La victoria de la lucha de tenaces sufragistas! Fue el Ex presidente Juan Manual Gálvez y no el Jefe de Estado Julio Lozano Díaz quien a la mujer hondureña le reconoció el derecho de ejercer el sufragio, y por cuestiones legales la decisión quedó plasmada en el 28 de enero en el decreto 30-1954 y aprobada en esta legislatura del Congreso Nacional, dando origen al reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres en Honduras. Y el 25 de enero de 1955 se ratificó el decreto 30 de 1954 en Decreto-Ley No. 29
En honduras las mujeres somos víctimas de violencia estructural, basada en género, ya sea por el ejercicio de su libertad de expresión, libertad sexual, libertad ideológica o por decidir ser lideresas, ellas son la población más vulnerable que carece de seguridad y protección física, psicológica, académica, laboral, prebendas y beneficios sociales. Las agresiones contra las mujeres y niñas son segmentadas al respecto de difamación, atentar contra su honra, dignidad, vida privada. Suelen ser víctimas de agresiones verbales, sexuales, físicas en la calle, psicológicas y/o cibernéticas, violencia intra familiar, patrimonial, se carecen de precedentes. Inmersas en una sociedad machista y excluyente quienes no avalan, protegen o validan los derechos de las mujeres rurales o urbanas.
Los acuerdos, tratados y ratificaciones internacionales respecto a los Derechos Humanos y de la mujer se quedan inoperantes como el papel mojado y la tinta que al secarse se olvidan, es alto el incumplimiento de las leyes convertido en la norma, Honduras es uno de los países con la mayor tasa de homicidios de mujeres, asesinatos de odio en comunidad LGTBIQ, homicidios contra periodistas, comunicadoras/es, defensoras/es y ambientalistas que quedan en la impunidad. Es urgente una agenda de reivindicación y respeto a los derechos civiles propuesta desde mociones de ley en el congreso, existen algunas organizaciones de DDHH, pero cada cual surge con un punto de lucha, lo cual mengua fuerza operativa y estratégica en la exigencia del respeto a la vida.
Islas de la Bahía se caracteriza por ser un departamento insular multiétnico, plurilingüe y pluricultural, cohabitando personas de diversas etnias y nacionalidades, con un gran atractivo turístico al poseer la segunda barrera coralina del planeta, por la ingobernabilidad e incumplimiento de las leyes más la desatención estatal de los derechos básicos de acceso salud, educación, carreteras y falta de oportunidades de empleo digno, se caracteriza por una población flotante quienes son más vulnerable a ser víctima del turismo sexual, altos índices de trata sexual comercial de menores y jóvenes hombres o mujeres, que deja infinidad de víctimas desaparecidas anualmente.
Los casos quedan silenciados por la podredumbre moral y avaricia de los tratantes, cayendo al olvido por falta de difusión, corrupción en órganos ejecutores de (in)justicia local, aunada la indiferencia de la población y autoridades locales, el olvido del gobierno central, complementaria la impunidad, machismo y moratoria judicial que deja manifiesta lo endebles que son las vidas de las poblaciones vulnerables como; infantojuvenil, mujeres, minorías étnicas, discapacidad y diversidad sexual quienes necesitan eminentemente de formación en la identificación y prevención de todo tipo de violencia, además de ser dotadas de mecanismos de denuncias y centros de apoyo.
En los últimos 7 años en Islas de la Bahía había presenciado la muerte violenta de 6 mujeres que representan la diversidad, identidad e idiosincrasia que se vive en la isla. El 31 de diciembre del 2022 en Roatán Keren Rodríguez de etnia misquita laboraba de guardia de seguridad fue asesinada a disparos en
las instalaciones de su trabajo. El 17 de diciembre de 2021 en Roatán Delmy Romero ascendencia negra de profesión enfermera es asesinada por su exesposo, el 25 de septiembre 2021 en Roatán Sonia Zelaya mestiza era reconocida taxista en rubro del turismo es asesinada a disparos por presunta extorsión, el 7 de mayo de 2021 en Guanaja Shaniah Jackson caracola es asesinada por su pareja. El 21 de enero de 2021 en Roatán por un presunto asalto fallido fue asesinada Yoselyn Sierra mestiza. El 18 de junio del 2018 en Roatán por un presunto asalto fallido fue asesinada Reyna Zuniga mulata. Asesinatos donde los hechores siguen sin pagar sus crímenes.
En los primeros 15 días de enero del 2024 en la isla de Roatán el 8 de enero fue escenario de un triple femicidio y el 12 de enero una mujer adulta desconocida de la etnia misquita fue encontrada sin vida en su vivienda. La prensa nacional solo se enfocó en las jóvenes isleñas, cuya imagen fue sexualizada y utilizaron como recurso la apariencia sensual de las chicas en la portada de los diarios con notas que reflejan una prensa amarillista, que detonó la venta de diarios impresos, la cobertura fue carente del enfoque de género, con evidentes redacciones de textos de corte machistas, dejando invisible y sin cobertura el otro asesinato también acaecido en enero de este 2024. Los 6 asesinatos anteriores aun siendo por armas de fuego a mujeres han quedado en el olvido del ojo público y sin la cobertura de medios locales o nacionales al igual que la trata de menores y narcotráfico insular.
Roatán femicida, engloba sentir y desplazamiento de las chicas al desaparecer vistas con vida por última vez en Punta Gorda, municipio de Santos Guardiola y sus cadáveres aparecen en French Key municipio de Roatán, tras ser detectados los cadáveres y al carecer de medicina forense en la isla se quedan a la intemperie por largas horas y así perdiendo o dañando evidencia, las islas dependiendo del personal de medicina forense de la costa, quienes no pudieron realizar adecuadamente el trabajo del levantamiento, resulta inaudito que en 30 medios de verificación recaudados en la escena por más de 10 “especialistas”, fueran 16 rechazados, por no seguir o incumplir los protocolos del MP sean en su custodia o recolección. Ejemplo de la inoperancia si en Roatán la justicia hubiese investigado desde la desaparición al sospechoso, o le hubiese detenido en el aeropuerto al llegar a comprar un boleto y pagar multa de salida anticipada con evidentes manchas de sangre que presenta su ropa, hubiese iniciado el proceso de encarcelamiento.
Es evidente que las víctimas de violencia basada en género carecen de seguridad y protección al igual que de justicia, son elevadas las moratorias judiciales respecto a denuncias y demandas interpuestas ante estas instancias las cuales pocas veces toman tiempo para hacer las investigaciones y si lo hacen misteriosamente se levanta o almacena mal la evidencia siendo desestimadas en las audiencias o las evidencias desaparecen solas de las bodegas que deberían resguardar en consecuencia siendo los casos desestimados en las audiencias por estas inconsistencias técnicas. Como en el caso de nuestras 6 mujeres víctimas de femicidio en Roatán.
Es innegable el impacto del triple homicidio de estas mujeres jóvenes en la población isleña quienes exigen justicia, a este acto de villanía en la que les fueron arrebatadas las vidas sin pensar en las consecuencias, no solo queda el luto en tres familias además deja en orfandad a seis menores de edad, ningún medio de prensa o institución de la niñez se pronunció sobre la necesidad de la protección y cuido de los menores, por ello en toda la comunidad isleña sigue enérgico el reclamo.
El Estado de Honduras tiene una de las tasas más altas en Latinoamérica de Moratoria en lo referente a la insuficiencia de enjuiciamiento y encarcelaciones de los culpables de dichos delitos debido a que las investigaciones no son exitosas además que los pocos elementos que intentan cumplir con su labora están maniatadas por órdenes superiores de no escarbar en el asunto, debido a que en muchas ocasiones son los mismo órganos ejecutores de (in)justicia quienes les han arrebatado las vidas a quien se atrevan a
evidenciar las malas praxis Estatales o el contubernio con la empresa privada y oligarquía, dejando estos casos sin evidencia oportuna y útil, en su mayoría las pocas evidencias son desestimadas en juzgados por no ser recolectada adecuadamente.
Ser disidente a los normas impuestas por la hipocresía social o religiosa, decidir salir de las normas hetero-patriarcales, es saltar y sin paracaídas a una vida activista considerada de alto riesgo vital, donde profesar lo que predicas podría premiarte la cien con un disparo impune y sin pena, cayendo en la inmensa moratoria de la injusticia social, que nos somete a la zozobra al ser divergentes a la norma, almas antiguas que cohabitan entre el deber, ser y el haber que en comuna amamos luchar por exigir hoy los derechos que gozaran otras en algún próximo amanecer.
En consecuencia para defendernos de todo tipo de agresión caemos sin verlo en moldes masculinizadores, se nos olvida ser Mujer e inconsciente caemos en auto-competencia y exigencia propia por el pavor a no fallar, cuando la realidad nos alcanza y golpea, notamos que no es fácil encontrar nuestro rumbo y accionar feminista en la sociedad sin olvidar que niñas nos toca sobrevivir abandonos físicos o emocionales paternales, y no ven que con sus acciones condenan las elecciones y selecciones de sus hijas.
En la sociedad hondureña se ha transformado difícil, casi imposible cohabitar con un compañero que posea valores y requisitos sexo-afectivos saludables en sintonía con nuestros estándares de estilo de vida, por ello la opción más saludable y de autocuidado es continuar soltera y así evitar frustraciones o decepciones innecesarias, en un camino que podrimos encontrar la muerte como en caso de keren, Delmy, Sonia, Shaniah, Yosselyn y Reyna o en las recientes vidas arrebatadas de Nikendra, Dione, María sin investigaciones adecuadas y prontas, los casos se desestima por la evidencia recabada sin cumplir protocolos, echada a perder al almacenar, o que podría desaparecerá de los anaqueles, siempre los sospechosos quedaran en libertad, huirán y quedaran sin castigo, las familias y victimas sin justicia…
Islas de la Bahía exige justicia para todas las mujeres, aún no sabemos que se ha hecho por ellas nuestras hermanas en Roatán y Guanaja sus muertes siguen sin respuesta, los asesinos libres. ¿Sera que en algún momento de esta realidad los órganos ejecutores de justicia se acordarán que ellas eran seres humanos? Todas fueron hijas, hermanas, tías, madres y no en lo que hoy las han convertido, todas ellas no son un código de algún expediente inactivo y sin resolver.
Claudia Sánchez Cárcamo, Resumen Biográfico:
Feministas, Socialista, Escritora por oficio, Gestora y Promotora Cultural, Psicóloga, Pedagoga en educación superior, facilitadora en proyectos de orientación social, educativa y artístico-cultural. Bohemia, Artivista en DDHH y LGTTTBIQ+, con participación en cambios conscientes originados en la sociedad civil, voluntaria en el ámbito del arte, psicología, desarrollo social, cultural y Gnóstica.
Discurro entre la narrativa breve, cuento corto y la lírica. Obras publicadas en prensa diaria, rotativos, revistas, antologías impresas y digitales, nacionales e internacionales, publicaciones en sitios web de orden artístico, cultural y denuncia social. Mujer de ideas rizomáticas, denunciante del mal vivir, inmersa en una sociedad erotoinconforme, vida itinerante sin atadura/ancla. Amante de las tradiciones, la cultura comunitaria, la literatura, el arte en general, alma errante, nómada por pasión, de vida itinerante, sin ataduras ni anclas, paridora de ideas, cohabito-vivo donde trabajo y trabajo donde vivo.