Leyendo a mujeres que han abrazado la causa feminista rescato el pensamiento de Jessica Sánchez,  muy coherente a lo largo de los tiempos.

Anoche la leí con mucha atención  sobre el caso de Cossette López, la presidenta del CNE, con la incursión autoritaria y machista de Rooselvelt Hernández, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Jessica puso el punto sobre las ies al referirse que la defensa de los derechos de las mujeres no puede tener sesgos políticos o ideológicos. Totalmente de acuerdo, y además no solo reflexionó sobre hombres armados que llegaron a intimidar a Cossette López, bien empistolados, sino que llamó  a defender a López y a la otra consejera Hall.

Me pareció que a Jessica le importan los derechos de las mujeres y está  dispuesta a hablar y a hacer en tiempos de mucha represión al pensamiento de quienes no calzan con el autoritarismo y la violencia contra las mujeres, venga de dónde  venga.

Conocí a Marlon Ochoa en sociedad civil.

Era muy respetuoso de los derechos humanos, pero su accionar contra las dos concejalas del CNE y aparente colusión con Rooselvelt, me sorprende.

Y el militar Rooselvelt está empecinado en amedrentar a Cossette López  para que desmantele su mensaje en X, otro derecho que violenta es la libertad de expresión, y significa que el general llegará con un fusil a encañonar no solo a la presidenta del CNE sino a quien no concuerde con sus ideas,.

Ya quiso hacerlo con 12 medios de comunicación, usando las querellas, lo cual todavía no se descarta.

Pero me siento no sé si sorprendida, asustada o no sé  qué con el silencio de las organizaciones de mujeres y de feministas que han sido militantes a la causa de los derechos de las mujeres.

Yo todavía tengo esperanza que estén redactando un comunicado condenando la incursión al CNE de Rooselvelt, sin seguir las líneas mínimas de respeto.

Las obvió.

Se nota porque Cossette es mujer y él  puede hacer lo que se le venga en gana en un país donde los derechos de las mujeres valen menos que un cero a la izquierda para las instituciones que deben accionar para penalizar a los agresores como Rooselvelt, que no es cualquier figura. Es quien tiene las armas.

Otra sorpresa que me he llevado es leer a quienes han dicho defender los derechos de las mujeres, que están obviando la violencia contra Cossette y preponderando su partido político.

O sea los derechos de las mujeres que defendían con vehemencia cuando no eran funcionarias públicas.

Se olvidaron y las dejaron en un cajón ñ oscuro del olvido.

Son mujeres con bigote, como decía Gladys Lanza.

Pero también me sorprende no ver una reacción de la jefa de Rooselvelt, la presidenta Xiomara Castro,  quien firmó un compromiso con las mujeres antes de sentarse en la silla presidencial. ¿Qué  pasó  presidenta con ese compromiso?

Minimamente esperaba que le hiciera un llamado fuerte de atención a su militar subalterno, o ¿también teme que le vaya a gritar por ser mujer?

Y me han informado en la Corte Suprema que Johel Zelaya, Fiscal General de la Nación,  también llega a presionar.

¿Será porque la presidenta de ese poder del Estado  es mujer?

¿Estamos ante un movimiento de machos en el poder que quieren someter a las pocas mujeres que tienen altos cargos? CONDENABLE!!!.

Cierro mi reflexión con un llamado urgente a las mujeres a que cerremos filas.

¿Y qué paso con el eslogan “si tocan a una nos tocan a todas?

Condeno todo acto de violencia contra cualquier mujer porque si nos callamos se apoderarán hasta de nuestro pensamiento.

Dina Meza,

periodista investigadora hondureña y defensora de derechos humanos.

Loading

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here