Proceso HN

Tegucigalpa – La crisis política y social que vive Honduras, con graves repercusiones económicas, se originó a raíz del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente del país, Manuel Zelaya.

Estas son diez claves para entender las causas de la crisis, que sigue sin resolverse doce años después del golpe de Estado, en un país que el próximo domingo celebrará sus undécimas elecciones generales desde el retorno al orden constitucional, en 1980.

1- ¿Por qué fue derrocado Manuel Zelaya?

Zelaya fue derrocado por promover reformas constitucionales que le ley le impedía, lo que no justificaba su derrocamiento, que fue maquillado por el Parlamento como una «sucesión constitucional».

El golpe de Estado dividió a los hondureños, incluso a nivel de familias enteras, entre «golpistas» y «golpeados».

En noviembre del mismo año que fue derrocado Zelaya, con una crisis hirviendo, se celebraron nuevas elecciones generales, las que ganó Porfirio Lobo, del gobernante Partido Nacional.

2- Gobierno de Lobo no logró la reconciliación.

Para que los hondureños y el mundo conocieran más a fondo sobre lo ocurrido en 2009, Lobo creó una Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), integrada por nacionales y extranjeros, cuyo coordinador fue el guatemalteco Eduardo Stein Barillas.

En sus «Hallazgos y recomendaciones para que los hechos no se repitan», la CVR determinó que no hubo una sucesión constitucional, sino golpe de Estado, desde el poder civil, apoyado por militares y otros sectores, y señaló irregularidades cometidas por Zelaya.

Transcurrieron los cuatro años del mandato de Lobo sin cumplirse la mayoría de las recomendaciones de la CVR, y sin reconciliación.

3- La crisis no cesó durante la administración de Lobo.

Al asumir el poder, en enero de 2010, Lobo facilitó la salida de Zelaya, que llevaba varios meses refugiado en la Embajada de Brasil, hacia República Dominicana, acompañado del entonces presidente de ese país, Leonel Fernández, pero eso no frenó la protesta en las calles de un nuevo movimiento social, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), apoyando al mandatario derrocado.

4- El regreso de Zelaya y la creación del partido Libre.

Después de un exilio forzado con su familia en República Dominicana y la firma de un acuerdo con la mediación de Colombia y Venezuela, en mayo de 2011 Zelaya regresó a Honduras, lo que también supuso una esperanza para que la paz volviera al empobrecido país.

Mayores fueron las esperanzas, principalmente de los seguidores de Zelaya, cuando a pocos días de su regreso se constituyó el Partido Libertad y Refundación (Libre, de izquierda).

5- Comienzan las denuncias de «fraude» de la oposición.

Libre comenzó a buscar el poder en las elecciones de noviembre de 2013 con Xiomara Castro, esposa de Zelaya, como candidata presidencial, apoyada además por muchos del Partido Liberal que habían abandonado esa institución después del golpe de Estado.

Con Castro revivían de nuevo, en un país muy conservador, las esperanzas de comenzar a ponerle fin a la crisis derivada del golpe de Estado a Zelaya, pero se disiparon con el segundo triunfo del Partido Nacional, esta vez con Juan Orlando Hernández a la cabeza.

La crisis siguió en aumento, luego de que Castro adujo que le hicieron «fraude», lo mismo que Salvador Nasralla, quien buscó la Presidencia con el Partido Anticorrupción (Pac), fundado en 2011.

6- La ruptura de un bipartidismo de un siglo.

No todo fue pérdida para Libre en las elecciones de noviembre de 2013, ya que con una treintena de diputados puso fin a un centenario bipartidismo marcado por los partidos Nacional y Liberal, este último relegado desde entonces a segunda fuerza de oposición.

7- En su segundo intento por llegar al poder, Castro terminó cediendo su candidatura por Libre a Nasralla, en una Alianza de Oposición contra la Dictadura, solo para la fórmula presidencial, en las elecciones generales de noviembre de 2017.

Pero los polémicos comicios de nuevo los ganó el Partido Nacional, además, con la reelección de Hernández, desoyendo un impedimento constitucional. Castro y Nasralla volvieron a decir que les «robaron» las elecciones con «fraude», y la crisis  también subió de temperatura, con muertos, lesionados y detenidos.

8- Tenso proceso electoral.

Honduras llega a las elecciones del domingo entre la tensión por la misma crisis política y social, una campaña de confrontación e incitación al odio y escasas reformas a la Ley Electoral.

9- La posibilidad de que Hernández quiera seguir en el poder.

Aunque Hernández ha reiterado que entregará el poder a quien gane en los comicios del 28 de noviembre, sectores de la oposición creen que lo intentará, lo que para algunos analistas sería llevar al país a la ruina total, presagiando incluso una guerra civil.

10- ¿Qué pasará el 28 de noviembre?

Entre las múltiples dificultades, la incertidumbre, la esperanza de muchos y el temor de otros a que haya violencia postelectoral, se vislumbra una relativa paz y la confianza de quienes creen que el domingo será decisivo para recuperar la estabilidad del país.

La esperanza de los hondureños está cifrada en que haya elecciones limpias, en un país que además ha sido afectado por la pandemia de covid-19 que se comenzó a expandir en marzo de 2020, y los estragos causados por las tormentas Eta e Iota, en noviembre de ese mismo año.

La principal contendiente que tiene el Partido Nacional, que busca un cuarto período en el poder con Nasry Asfura como candidato presidencial, de nuevo es Castro, encabezando otra alianza con Nasralla. Según sondeos de opinión, el Partido Liberal, con su candidato Yani Rosenthal, es tercero en las opciones de triunfo. 

JS

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