• En la tarifa el usuario solo paga la mitad del costo real de la energía eléctrica; el resto, por medio de impuestos más altos o servicios en salud o educación de menor calidad.

Tegucigalpa, 24 de mayo de 2022. La situación del subsector eléctrico y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) tiene un impacto en la economía hondureña de al menos L 24,500 millones al año, fondos que el Estado podría dirigir a educación, salud o seguridad en beneficio de la población, señaló este martes la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), en el tercer foro de la serie “Estado de país: Honduras 2022”.

El capítulo hondureño de Transparencia Internacional urgió al gobierno a tomar decisiones sostenibles e integrales para lograr un servicio de energía eléctrica confiable, de calidad, accesible y a precios justos, que mejore la calidad de vida de los hondureños y estimule la creación de oportunidades económicas.

De acuerdo a la información presentada a representantes gubernamentales, de la empresa privada, academia y medios de comunicación, estas pérdidas se traducen en fondos del Estado que pudieron haberse destinado a proyectos de desarrollo en favor de los hondureños más vulnerables, como la construcción de 137,364 viviendas solidarias, 31,219 aulas de clase o la generación de 242,094 empleos dignos.

ASJ identificó los principales desafíos que enfrentan las actuales autoridades en materia energética, entre ellos que Honduras pierde más del 30% de electricidad que entra en el sistema, de esta el 74% por hurto y 26% por pérdidas técnicas. En los últimos años estas pérdidas equivalen al doble de los promedios regionales.

En cuanto a la mora, apuntó que ha incrementado continuamente en los últimos años; el balance de 2021 era el doble que en 2016. De los usuarios morosos, el 51% corresponde al sector gobierno, industria y comercial. Solo el gobierno adeuda a la ENEE alrededor de L 3,598 millones.

Por otro lado, la Empresa Energía Honduras (EEH) fue contratada por la ENEE para reducir las pérdidas de electricidad, disminuir saldos no pagados y aumentar la inversión en la actividad de distribución, entre otros objetivos. Sin embargo, la EEH no ha cumplido ninguna de estas metas.

Otro de los desafíos es la deuda de L 14 mil millones de la ENEE con las empresas generadoras de energía. Sin embargo, el 32% de los contratos con dichas empresas muestran irregularidades tales como: pagos que no corresponden a generadoras de energía renovable, procesos de licitación viciados que favorecieron a las compañías o cláusulas modificadas después de aprobación. Solo en 2021, la ENEE pagó al menos USD 30 millones que no correspondían por privilegios y condiciones ventajosas para generadoras.

En 2021, cada KWh de energía eléctrica no suministrado por apagones tuvo un impacto de alrededor de USD 4.28 en el producto interno bruto del país, es decir, entre L 600 y 2,300 millones al año.

Por último, la ASJ destacó la insostenibilidad financiera en la ENEE como un gran factor de la problemática, debido a factores como el otorgamiento de subsidios discrecionales en el pasado y sin los análisis técnicos y sociales que han contribuido al alto endeudamiento de la estatal eléctrica, que asciende a más de L 62 mil millones.

Para cada uno de los desafíos indicados, la ASJ presentó además una serie de recomendaciones. Esta y otra información sobre la situación del subsector eléctrico se encuentra disponible en estadodepais.asjhonduras

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