Tegucigalpa, 20 de febrero de 2018.

 

Las mujeres negras e indígenas de Honduras, ante las expresiones de carácter profundamente discriminatorias y racistas, atribuidas a funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA), contra las poblaciones negras e indígenas de Honduras y del ámbito latinoamericano, países y pueblos a los que dicha organización debe su creación, existencia y razón de ser, nos pronunciamos de la manera siguiente:

 

  1. Manifestamos nuestra profunda indignación y rechazo a la conducta y expresiones racistas, discriminatorias y xenofóbicas emitidas por MARTHA BEATRIZ PACHIOTTI, Directora del Observatorio de Justicia Penal; BEATRIZ OTERO, Asistente de la Dirección mencionada; y JACOBO ALEJANDRO DOMÍNGUEZ, consultor; todos funcionarios de  la de la Misión contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH – OEA); y consideramos una ofensa grave a la dignidad de nuestros pueblos la existencia de estas formas de expresión inhumanas en el seno de una organización creada para promover la integración, la paz, el respeto y la autodeterminación de los pueblos.

 

  1. Para nosotras, a estas alturas y al nivel de los representantes de la OEA resulta inadmisible la falta de reconocimiento y valoración de la cualidad de pueblos originarios de las poblaciones indígenas y de más de 525 años de vida continental de los pueblos afroamericanos tras su arribo por la fuerza a manos de europeos a tierras americanas. Estas conductas y actitudes son las que perpetúan un marco de irrespeto que propicia inhumanas violaciones a nuestros derechos y nos ha llevado inclusive a la tortura y muerte de nuestros líderes, como es el Caso de Berta Cáceres, Tomas García, Silvino Zapata Martínez, Margarita Murillo, y tantos otros a lo largo de los territorios y de los pueblos del mundo. Al respecto preocupa que en el seno de la OEA se haya infiltrado y se consolide una cultura de dominio, irrespeto y colonización que legitiman hoy en día incontables formas de violencia, despojo, desplazamiento, extracción, asesinato y violaciones a derechos fundamentales.

 

  1. Al respecto recordamos que la lucha contra la discriminación de la persona humana, en cada una de sus formas ha sido un esfuerzo constante en el mundo y en el ámbito regional, tal como aparece reflejada en la Declaración de Principios de la Carta de la Naciones Unidas, potenciada en el contenido de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación, vigente desde 1969; la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la Declaración Americana de los derechos y deberes del Hombre (pacto de San José), el Convenio 169 de la OIT, entre otros, cuya observancia debe ser requisito moral y técnico mínimo a ser considerado en su conducta por los funcionarios y expertos de la Organización de los Estados Americanos.

 

 

  1. Por su parte el Sistema de Naciones Unidas (Comité contra todas las formas de Discriminación, entre otros) y el sistema interamericano de Derechos Humanos, por medio de la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana de Derechos humanos han comunicado de manera explícita en sus informes y sentencias que los tratos discriminatorios y xenófobos constituyen violaciones a los derechos humanos y han reconocido los derechos de los pueblos indígenas y negros a coexistir y desarrollarse sin discriminación y en plenitud de derechos. (Sentencias de los casos López Álvarez, Comunidad de Punta de Piedra, caso Triunfo de la Cruz (Hon), Pueblos Kaliña y Lokono (Surinam), Yatama vs Nicaragua, entre otros. Estas sentencias derivan en obligaciones para los estados y las personas a fin de asumir responsabilidades en la creación de un marco de respeto a los pueblos originarios y afrodescendientes, cuyo conocimiento y observancia debe ser ejemplar en los funcionarios del sistema interamericano.

 

  1. Por lo anteriormente descrito y dada la gravedad de estos señalamientos, en el marco de una Misión que tiene por objeto impulsar la lucha contra violaciones graves al derecho, como es el caso de la corrupción, demandamos: que por medio del Secretario General Luis Almagro, la Organización de Estados Americanos exprese públicas disculpas ante la comunidad de pueblos indígenas y afrodescendientes de Honduras y América, respecto de esta conducta notoriamente discriminatoria de las y los referidos funcionarios y/o expertos, de manera que se esclarezca que éstas conductas no están institucionalizadas y no serán toleradas.

 

  1. Demandamos que la Organización de Estados Americanos revise sus procedimientos de selección de funcionarios y expertos a fin de prevenir la incorporación de profesionales con marcados prejuicios de carácter xenófobo y discriminatorio.

 

  1. Exigimos la exclusión de los expertos y funcionarios aludidos de las nóminas de candidatos elegibles para el servicio en la OEA, así como su pronta y urgente sustitución por funcionarios y expertos sensibilizados en los derechos de los pueblos y de la normativa y jurisprudencia internacional en materia de derechos humanos, pero también comprometidos con la lucha contra la corrupción, cuyos daños a los derechos de los hondureños y hondureñas, así como lo es la discriminación, son también innegables, graves, denigrantes e indignantes.

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