Al retirar la candidatura del doctor en derechos humanos, ya fuese por “falta de votos” o en reacción a su crítica en temas como el abordaje de la seguridad y la tibieza de Honduras ante las violaciones a los DD HH en Nicaragua, un gobierno que dice identificarse con las causas progresistas habría abierto las puertas a sectores conservadores al interior de la CIDH

Fotos: Horacio Lorca/ Criterio.hn

Tegucigalpa.- El martes 4 de abril, previo al inicio del feriado por semana santa, se conoció que la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras retiró la candidatura del doctor en derechos humanos, Joaquín Mejía, como miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para el periodo 2024-2027.

La información levantó inmediatamente suspicacia entre sectores que defienden derechos humanos en Honduras y analistas políticos del país, especialmente porque ese mismo día, el doctor en derechos humanos cuestionó la tibieza del gobierno de Honduras «ante las graves violaciones a derechos humanos cometidas por el régimen Ortega-Murillo» en Nicaragua.

Sumado a esto, un día antes había criticado el enfoque de intervención policial, militar y judicial en el abordaje de la violencia en Honduras, «sin tomar en cuenta medidas efectivas de prevención del delito».

Incluso cuestionando: «¿La Secretaría de Derechos Humanos le ha recordado que, como señala la CIDH, también se deben adoptar medidas preventivas que impacten en los factores de riesgo sociales, culturales, económicos, ambientales, o urbanísticos que inciden negativamente sobre los niveles de violencia y criminalidad?»

REVUELO Y SORPRESA ANTE LA DECISIÓN DEL GOBIERNO

La noticia sobre el retiro de su candidatura rápidamente causó revuelo en medio del feriado, principalmente en las redes sociales. Mejía Rivera además de ser investigador y doctor en derechos humanos, es profesor visitante de la Acadeḿia Interamericana de Derechos Humanos (AIDH) en la Universidad Autónoma de Coahuila y también ha litigado casos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, por lo que la suspensión de su candidatura a la CIDH fue percibido como castigo a sus posturas en cuanto a derechos humanos tanto en Honduras como en Nicaragua.

La sorpresa de la decisión tomada por el gobierno incluso causó resquemor entre quienes forman parte de la administración de la presidenta Xiomara Castro. Entre ellos, el diputado al Congreso Nacional por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Ramón Enrique Barrios, quien desde Twitter pidió una explicación por el retiro de la candidatura.

Asimismo, el vicealcalde de San Pedro Sula por el Partido Libre, Ómar Menjivar, lamentó en redes sociales «que el gobierno de Honduras haya desaprovechado la oportunidad de tener un representante ante la CIDH, de la catadura y compromiso con los Derechos Humanos, como el Dr.» Joaquín Rivera Mejía.

Por su parte la directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, quien ha mostrado una posición opositora frente al gobierno, afirmó que detrás de la «abrupta» decisión de retirar la candidatura de Mejía Rivera ante la CIDH, había intolerancia y sectarismo.

Mientras que la defensora de derechos humanos, la abogada Reina Rivera Joya, además de señalar, desde redes sociales, el prestigio de Mejía Rivera en Iberoamérica por sus investigaciones y contribuciones en temas torales de la región, afirmó que el retiro de su candidatura abría las puertas a sectores conservadores al interior de la CIDH. En cuanto a la posibilidad de que en la decisión pesara la posición del doctor en derechos humanos en cuanto a su opinión sobre el voto de Nicaragua, señaló que «cualquier defensor de DD HH que se aprecie opinaría lo mismo».

REACCIÓN INICIAL DE JOAQUÍN MEJÍA RIVERA

En pasadas entrevistas con Criterio.hn, el doctor en derechos humanos se ha calificado asimismo como un optimista realista. Sus posiciones son a favor de los derechos humanos y no partidarias o suscritas a un gobierno en particular.

Él mismo lo establece en su primera reacción a la noticia sobre el retiro de su candidatura a la CIDH, en la que dice desconocer los motivos de la misma, reconociendo la decisión soberana del gobierno. A la vez que aclara que no pertenece a ningún partido político hondureño “y algo que he aprendido en mi trabajo académico y de activista de derechos humanos de los últimos 25 años es que estos no son una cuestión de ideologías, sino de compromiso con la dignidad humana”.

Posteriormente, colgó una nueva reacción la cual transmitió al gobierno y publicó en sus redes sociales. Esta vez basada en el aprendizaje que dejaba su candidatura a la CIDH. Entre ellas, planteó la necesidad del establecimiento de una comisión independiente y apolítica para realizar la convocatoria a postulaciones e implementar una estrategia de incidencia para impulsar la candidatura ante otros Estados.

A la vez que clarificó: “No se trata de cuestiones personales, sino de defender al SIDH [Sistema Interamericano de Derechos Humanos] que está siendo penetrado por ciertas candidaturas que representan un riesgo para lo que hemos logrado en la región en materia de derechos humanos desde la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

De interés: Honduras, uno de los países más hostiles para defensores de DD HH en 2022

EXPLICACIONES DESDE CANCILLERÍA NO CONVENCEN

Ante los llamados de explicación por parte de defensores de derechos humanos, analistas políticos e incluso funcionarios electos del Partido Libre, la Cancillería, como se le conoce a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, publicó un comunicado.

En este se señaló a modo de argumento «que la candidatura fue presentada con poco tiempo de antelación y que ya tenían otras candidaturas de países miembros de la OEA, entre ellas, varias que van a reelección, no se lograron los apoyos ni los votos necesarios para alcanzar esta importante posición en la CIDH, por lo que se decidió retirar la candidatura».

En un programa televisivo dominical, el doctor en derechos humanos reiteró la necesidad de la creación de un mecanismo interno para la selección de candidaturas para este tipo de órganos, las cuales, aclaró, no son representaciones de gobiernos puesto que la CIDH actúa con independencia y autonomía.

Además, si bien agradeció el comunicado publicado por la Cancillería, dejó clara su inconformidad con respecto a que no se dilucidara por qué se presentó una candidatura tardía cuando la propuesta realizada por organizaciones nacionales e internacionales fue realizada desde el 23 de agosto de 2022, «cuando ni siquiera habían presentado otros Estados candidaturas».

EL PELIGRO DE UNA CIDH REGRESIVA

Criterio.hn conversó con el doctor e investigador de derechos humanos, Joaquín Mejía Rivera, sobre lo ocurrido y para él, más allá de su candidatura, es necesario que el gobierno hondureño se reivindique ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Esto, primero, a través de la creación de un mecanismo interno de selección de candidaturas y en segundo lugar, que Honduras vote en la Asamblea General de junio de este año, por candidaturas progresistas en derechos humanos como la de Argentina, Chile, Guyana y Perú, caso contrario «estamos poniendo en mayor riesgo a la Comisión Interamericana» frente a candidatos con posiciones regresivas en temas de derechos humanos.

“¿Por qué es importante? Bueno, esto no es un problema de Joaquín Mejía. Acabo de estar en una reunión de una coalición de confederaciones del continente que trabajamos el Sistema Interamericano y cuál es nuestra preocupación […]: la Comisión Interamericana está formada por siete candidaturas con siete comisionados, pues resulta que en este momento hay dos comisionados de siete que representan un riesgo en relación con posibles medidas regresivas en materia de derechos humanos. Con la salida de mi candidatura [a la CIDH] se abre la posibilidad de que [a estos se sumen otros], lo que significaría que en la Comisión habrían cuatro de siete personas comisionadas que tienen posiciones que representan una preocupación en materia de derechos humanos”, compartió

Para él, sobre si el retiro de su candidatura se debió a sus posturas con respecto al abordaje de la seguridad que está haciendo el gobierno o en relación al tema de Nicaragua, queda a criterio de la lectura que hagan las personas sobre los hechos objetivos que ocurrieron.

Entre estos hechos, se incluye que la candidatura de Mejía Rivera surgió de la iniciativa de organizaciones internacionales y nacionales, la cual fue presentada ante Cancillería el 23 de agosto de 2022. Él respondió con una carta aceptando la candidatura el 1 de septiembre de ese mismo año, dirigida a Cancillería, pero no fue sino hasta el 3 de marzo de este año, casi siete meses después, que dicha Secretaría se comunicó directamente con él.

«Obviamente la pregunta es por qué se dice que se presentó de manera tardía, cuando […] desde el primero de septiembre del año 2022, Cancillería asumió ya mi candidatura de manera formal con mi aceptación. ¿Qué pasó entre el primero de septiembre del año pasado hasta cuando deciden retirar mi candidatura, el cuatro de abril de este año, aduciendo que es por falta de votos? ¿Qué estuvieron haciendo? De hecho mi candidatura, mi postulación, estaba ya en manos de Cancillería antes de que otros Estados se postularan, entonces la pregunta es ¿qué pasó?», cuestionó.

Otro punto que detalló Mejía Rivera, es que su candidatura «empieza a generar molestias» cuando él comenzó a publicar tuits sobre la política de seguridad, «que me parece a mí que son tuits con una crítica constructiva», ya que su contenido iba dirigido hacía dónde se debería de ir para evitar cometer los errores de administraciones pasadas en este tema.

No obstante, afirmó que no fue hasta que publicó la mañana del cuatro de abril, «el tuit sobre la posición tibia de Honduras frente a lo de Nicaragua, que por la tarde retiran la candidatura», sin informarle, contactarle o explicar razones. El abogado declaró que no fue hasta el sábado 8 de abril que el canciller Eduardo Enrique Reina se comunicó con él para excusarse por la falta de comunicación y decirle que «no tenían los votos».

La aclaración de Cancillería, lejos de aclarar, enredó la situación, puesto que si aún no se tenían los votos necesarios por qué comunicar el retiro de su candidatura el martes 4 de abril, si las votaciones para cubrir las cuatro vacantes de un total de siete personas comisionadas tendrá lugar hasta junio.

Con respecto a si existe una baja tolerancia a la crítica por parte de algunos funcionarios y el gobierno mismo, especialmente en lo que refiere a quienes cuestionan las medidas tomadas con relación a las políticas públicas de seguridad, Mejía Rivera respondió que existe «una realidad clara, que hay una oposición desleal y no se puede negar, pero también hay un grave error y equivocación de ciertos sectores del gobierno de poner en un solo saco a todas las personas que criticamos independientemente que hagamos críticas constructivas».

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