El futuro laboral, una incógnita

Daisy Bonilla

La desigualdad de ingresos entre un país y otro varía de acuerdo a sus características sociales y económicas. Esto se marca de acuerdo a las inversiones y fuentes de trabajo existentes. Sin embargo, ¿qué sucederá con las fuentes de empleo y los ingresos después de la pandemia COVID-19? ¿Continuará siendo éste un obstáculo para el desarrollo de la región y específicamente para Honduras?

El economista sampedrano Carlos Urbizo Solís nos responde; “aquí se ha seguido una política de austeridad que es totalmente contraindicada para la condición del pueblo hondureño, la política fiscal, la política monetaria y demás leyes que gobiernan la economía no han conducido a la prosperidad y bienestar del pueblo hondureño”. La tarea es dificilísima, no la hemos hecho en 200 años y no podemos esperar que se pueda recuperar esta situación a los niveles malos que ya tenía”.

Urbizo Solís recomendó que, “en política monetaria, el Banco Central tiene que ser mucho más dinámico por no decir agresivo en aplicar las teorías keysianas que son las que han gobernado el mundo por los últimos 30 o 40 años, y son las apropiadas para esta situación”, puntualizó.

Agregó: “los instrumentos siguen siendo los mismos en el mundo entero, pero Honduras nunca los ha aplicado, estas pasan por reducir el impuesto sobre ventas que golpea tanto a las personas, normalizar la forma de cómo calcular el impuesto sobre la renta, que, en lugar de que hallan 3 formas de calcularlo y que se pague el máximo, que se prevea de una sola forma y que uno pueda planificar sus operaciones correctamente”, sugirió.

De acuerdo con los datos del Observatorio Laboral COVID-19 del Banco de Interamericano de Desarrollo (BID), se calcula que, entre 2019 y 2020 cayó el número de ocupados, el salario de los trabajadores y las horas trabajadas. Específicamente, el número de hombres ocupados en la región se redujo, en promedio, un 8,3%, mientras que la ocupación de mujeres cayó en un 12,7%. A su vez, los más afectados por la pérdida de empleo son los trabajadores más jóvenes y con menores niveles de educación, mientras que los trabajadores informales han visto altamente afectados sus salarios y el número de horas trabajadas.

Mientras, Julio Cesar Raudales, Vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), comentó que la reducción de ingresos se situó en los sectores más vulnerables y hace referencia a una encuesta levantada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Los resultados fueron realmente espeluznantes, expresó; “los datos reflejan que la pobreza subió a un 77%, antes era de 63% y la pobreza extrema también subió de 42% a 55% ambos porcentajes crecieron en una proporción histórica como nunca se había visto”, explicó.

Raudales agregó que, durante la pandemia, se han perdido muchísimos puestos de trabajos, casi un millón de acuerdo a las Cámaras de Comercio e Industrias de Cortés y de Tegucigalpa; por sector económico, los que más se vieron afectados fueron el comercio, la industria y la construcción. Añadióque la producción agrícola, ganadera, y avícola se cayó fuertemente a causa de las tormentas ETA y IOTA sobre todo en la costa norte y en el Valle de Sula.

Estudio del BID “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”

Define el nivel de vulnerabilidad de un trabajador de acuerdo con el sector económico en el que se desempeña, el tamaño de la empresa en la que trabaja y la estabilidad laboral que posee. En ese sentido, los trabajadores vulnerables son aquellos que hacen parte de un sector económico afectado por las medidas de confinamiento y que pueden ser catalogados como informales, independientes, trabajadores del servicio doméstico, no remunerados o asalariados que trabajan en pequeñas empresas con contratos de duración determinada. Como resultado, se puede ver que existe un riesgo inminente de perder los logros que se han alcanzado en las últimas décadas en la reducción de la pobreza y la desigualdad en la región.

El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe | IADB

Al respecto, el asesor financiero Carlos Urbizo, es de la opinión que “Honduras siempre ha sido un país de gente pobre, ahora hemos llegado a un 70, 72 % de pobreza, pero qué más da, hemos llegado, 65% que ya era demasiado, 59,44, 33, 28, 29 % todos esos índices son altísimos y nosotros allí hemos estado por 200 años, entonces como salir de este cascarón? no va ser cosa fácil”, reflexionó.

“Cuando hoy tenemos un sistema político que no responde a las necesidades, los deseos y hasta las ilusiones de las personas, siempre se han burlado de nosotros a través de los diferentes sistemas políticos de elegir a las personas que van a manejar la cosa pública y que lo han hecho más que todo para satisfacer intereses mezquinos bastante cerrados y allí está la prueba lo vivimos todos los días, en Honduras casi todo el mundo es vulnerable”, manifestó.

La pandemia del COVID 19 ha afectado a todos los países del mundo, a unos más que a otros, en el territorio hondureño, el área urbana ha sido la más impactada por el desempleo, con respecto al área rural. no obstante, Urbizo Solís considera que ni siquiera estamos haciendo lo suficiente en este tiempo de pandemia que se requiere de un apoyo de parte de los gobiernos y éste no va a ser la excepción a las personas y a los negocios, no ha ocurrido aquí y en el primer mundo sí y en algunas naciones del tercer mundo porque conocen las políticas keynesianas que son las apropiadas para salir de esta situación.

En este sentido, el estudio del BID anticipa un aumento importante en la desigualdad y en la pobreza de la región, y sugiere que, ante la pérdida de participación laboral que se observa en mujeres, jóvenes y trabajadores menos calificados, se deben considerar planes de reactivación económica y del empleo.

Analizando los efectos de pérdidas potenciales de ingreso sobre un grupo de 10 países (México, Honduras, Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay y Argentina) estimamos que, en promedio, el 27% de los trabajadores en estos países son vulnerables y, por ende, están expuestos a una reducción de sus ingresos.

Según estimaciones del Banco Mundial (BM), el crecimiento en el 2022 y 2023 estará por debajo del 3% lo que renueva la preocupación de una nueva década perdida en términos de desarrollo en América Latina y el Caribe. Sumado a las bajas tasas de crecimiento en décadas anteriores, el BM apunta a la urgencia de abordar la lista de déficits internos ampliamente en materia de infraestructura, educación y política energética. Asi mismo sugirió elevar el nivel de inversión en innovación y desarrollo y el rediseño de políticas fiscales con énfasis en los impuestos sobre la renta en lugar de los impuestos al valor agregado y la introducción de tasas especiales al tabaco, al alcohol, y productos azucarados que son beneficiosos para la salud y aumentan ingresos. En todos los casos el margen de maniobra de los gobiernos para acometer inversiones post COVID 19 que promuevan el crecimiento y la equidad es reducido. puntualizó William Maloney, economista jefe para América Latina de la institución bancaria.

El keynesianismo es la teoría que afirma que el Estado debe intervenir en la economía para mantener el equilibrio y revertir los ciclos de crisis. Defiende que el mercado no se regula de forma natural, por lo que los Gobiernos deben minimizar las fluctuaciones económicas.

Teoría del economista británico Jhon Maynard Keynes.

Covid19 y el mercado laboral en Honduras un estudio exploratorio, realizado en diciembre 2020 por los economistasHugo Noe Pino, Rafael Delgado Elvir, Ely Maritza Noé para UNITEC, destaca que las estimaciones preliminares del Estudio COVID19 y el Mercado Laboral en Honduras, indican que existe una cifra de alrededor de 500 mil trabajadores suspendidos o despedidos, así como pérdidas de ingreso que oscilan entre el 10% al 25% en el 65% de los trabajadores. El presente trabajo concluye que los efectos de la pandemia en el mercado hondureño son notorios, dada la gran cantidad de plazas perdidas y los consecuentes aumentos en la precariedad del trabajo y la desigualdad.

https://www.unitec.edu/assets/pdf/publicaciones-especiales/covid-19-y-el-mercado-laboral-en-honduras.pdf

La actividad productiva en franco deterioro como consecuencia de la pandemia, la economía internacional ha entrado en una fuerte recesión económica y Honduras no es la excepción. De acuerdo con las proyecciones del BCH (2020), la caída del PIB este año sería cercana al 8%.

Tasa de crecimiento20162017201820192020
Exportaciones-3.28.7-0.81.5-21.1
Inversión extranjera directa (en millones de dólares)-5.33.2-18.2-48.2-5.0
Remesas familiares (en millones de dólares)5.411.910.613.1-10.0

Honduras: Proyecciones económicas 2020 Fuente: Banco Central de Honduras (BCH, 2020).

En este informe se destaca la reducción de las exportaciones, de la inversión extranjera y las remesas, como se observa en la Tabla. Las señales tempranas del impacto del COVID-19 en la producción y el empleo pueden apreciarse al analizar el desempeño del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), que muestra una contracción acumulada de 10% al mes de junio (BCH, 2020). Aunque la actividad económica en todos los sectores —excepto telecomunicaciones y la intermediación financiera— se redujo considerablemente, el impacto no ha sido uniforme.

La Asociación Nacional de Micro y Pequeños Empresarios (ANMPIH), por su parte, estima en su encuesta de agosto 2020 que, en el período de la pandemia, el 40% de las micro y pequeñas empresas han visto sustancialmente reducidas sus actividades, pues solo han trabajado de 1-50 días en cinco meses.

Actividad productiva en franco deterioro

Los sectores más afectados en el mediano plazo serán el turismo, transporte y comercio. Éstos dependen de la confianza de la gente en el retorno a la normalidad que solo se puede asegurar con una vacuna efectiva y disponible y con la recuperación de los ingresos perdidos. La producción manufacturera, muy vinculada al sector externo por la maquila, tiene una mejor perspectiva de recuperación, al igual que el sector agropecuario, por la demanda interna de alimentos.

Los más afectados  Los moderamente afectadosLos menos afectados
Hoteles y restaurantes (-46.4%)Transporte y almacenamiento (-18.1%)Correo y telecomunicaciones (4.2%)
Construcción privada (-33.9%)Otros servicios (-17.2%)Intermediación financiera Seguros y Fondos de pensiones (1.2%)
Minas y calderas (-25.7%)Comercios (-13.2%)Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (-2.0%)
Industrias manufactureras (-22.6%) Electricidad y agua (-5.6%)

Honduras: Sectores más afectados por las medidas de contención con base en la variación acumulada del Índice de Actividad Económica (junio de 2020) /

Fuente: Elaboración propia con base en el IMAE (BCH, 2020).  Año base 2000. Incluye actividades inmobiliarias y empresariales, Administración Pública y Defensa, enseñanza pública, servicios de salud, actividades de servicios comunitarios y servicios de intermediación financiera.

Durante la década anterior, Honduras registró altas tasas de desempleo, subempleo, pobreza y desigualdad, y una economía y un Estado de derecho en franco deterioro. Este es el escenario a la llegada de la pandemia, extremadamente propicio para una letalidad relativamente mayor, tanto desde la perspectiva sanitaria como económica. Consecuentemente, el virus no es el causante de todo el marasmo económico de Honduras. El país ya tocaba fondo con una economía golpeada por la extrema vulnerabilidad externa y la ilegitimidad y corrupción del régimen político. El virus cayó como lluvia sobre tierra mojada.

La investigación realizada por los expertos en el campo de las finanzas concluyó que las deficiencias estructurales del mercado laboral se han profundizado como consecuencia de la pandemia, por lo que cada vez es más urgente que Honduras redefina la estrategia de generación de empleos, que implementa desde inicios de los años noventa. El empleo generado es de baja calidad; es decir, carente de seguridad en términos de estabilidad, condiciones laborales, cobertura de seguridad social y nivel salarial.

Esto es de vital importancia, debido a que es la creación de empleos de calidad (no precarios) la que puede reducir la pobreza de forma sostenida y sustancial. Aunque las economías como la de Honduras pueden seguir obteniendo beneficios de sus ventajas comparativas para atraer inversión, los cambios que trajo la pandemia en el mercado laboral, como el uso más extensivo del teletrabajo, hacen que el nivel educativo de la población trabajadora se convierta en un factor cada vez más decisivo para captar capitales. Por tanto, es necesario implementar políticas para capacitar a la fuerza de trabajo tanto en el uso de tecnologías, como en destrezas numéricas y habilidades blandas (puntualidad, trabajo en equipo, pensamiento crítico, etc.).

Esta publicación se realiza con el apoyo del Fondo de Respuesta Rápida para América Latina y el Caribe organizado por Internews, Chicas Poderosas, Consejo de Redacción y Fundamedios. Los contenidos de los trabajos periodísticos que aquí se publican son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de las organizaciones.

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